Capítulo 147: La reunión de los grandes poderes (2)

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La multitud, que antes discutía aireadamente, palideció al escuchar las palabras horribles del anciano.

¿Quitarlos como líderes de sus respectivos poderes?

¿Desarmar sus sectas?

Cualquier otra persona que diga algo así sería capturado, como si fuera un peligroso criminal, y sin duda la muerte era el único destino que le esperaba, debido a su extrema arrogancia. Pero el Protector Divino era una excepción, ya que realmente tenía el poder y el prestigio para hacer cumplir sus despiadadas palabras si realmente lo quisiera.

De hecho, podría ser considerado como la única persona conocida en el continente con la capacidad suficiente para matar a todos en este salón por si solo si realmente lo deseaba.

Los asustados líderes de sectas finalmente entendieron porque el silencioso anciano no había dicho una palabra antes, mientras discutían sobre el asunto. Simplemente, habían sido despreciados desde el inicio por sus cortas miras, mientras el anciano esperaba que alguno de ellos gane sensatez. Pero todos ellos habían fallado estrepitosamente.

"¡El Protector Divino tiene razón! ¿Qué es un poco de dinero a cambio de asegurarnos la supervivencia del imperio en un futuro? ¡Debemos movilizar a todo lo que haga falta para deshacernos de esta potencial amenaza oculta!" el Rey Celestial fue el primero en reaccionar, y aprovechó la ocasión para ganar algunos puntos extras con el anciano encapuchado.

Uno a uno, los demás líderes alzaron su voz, afirmando lo mismo con miradas incomodas.

Ellos eran las cabezas de las sectas más fuertes del lugar. Por lo cual, los recursos, y almas que estaban bajo su liderazgo, no eran pocos.

"Enviaré a 40 Guerreros Espirituales a los lugares más concurridos de la ciudad en busca de este joven"

"Yo movilizaré de inmediato a 80 Guerreros Espirituales para rastrear el paradero de ese misterioso joven demoniaco"

"¡Yo enviaré a los cinco grandes protectores de mi secta, sin duda podrán encontrarlo si se lo proponen!"

"¡Voy a liderar personalmente el asunto y llevaré conmigo a los tres venerables ancianos de mi secta, con sus respectivos sequitos!"

La multitud no paró de aumentar las apuestas para intentar ganar el favor del Protector Divino.

"..." Fylk Bing estaba sin palabras al ver la reacción actual de todos, pero sabía que la ferviente ayuda solo se debía al capricho del misterioso anciano ancestral.

« Con que esto es tener verdadero poder... ¡Debo obtenerlo en el futuro, a como dé lugar! » pensó encantado.

Además, con semejante formación de rastreo, sería casi imposible para el joven demoniaco escapar de las fauces de la muerte.

Luego de una serie de acaloradas declaraciones por parte de los distintos lideres de sectas, el Rey Celestial se vio obligado a llamar a la calma y continuar con la agenda de la reunión:

"Estimados amigos presentes, la reunión de hoy tiene otros asuntos importantes que debemos discutir. Quizás el asunto no sea tan importante como la posible destrucción del mundo del cultivo en un futuro, pero sin duda es un asunto del cual todos están al tanto ahora y que ha ido creciendo en importancia con el pasar del tiempo ¡Guardias, hagan pasar al anciano del Pasaje de Ayaca!"

Los guardias no fueron lentos, ni perezosos, y de inmediato hicieron entrar a un anciano, que al ingresar se inclinó con sumo respeto frente a todos en el salón.

"Honorables líderes del imperio, mi apellido es Han y quiero agradecerles por la oportunidad de permitirme asistir a esta elevada audiencia, en su magnífica presencia, con el objetivo de poder exponer mis preocupaciones" Han, el sabio, era bastante hábil con las palabras, y no se acobardaría al interactuar con personajes altos y poderosos como estos.

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