Capítulo 177: Caos en el continente (6)

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El viejo comandante imperial no quería alargar más de la cuenta este combate. Así que, optó por restringir totalmente los movimientos de sus oponentes, usando su Gran Dominio como Gran Maestro Espiritual. Para, luego, poder arrasarlos por completo con una de sus poderosas técnicas de combate.

Pero cuando estaba a punto de soltar su poderoso ataque y acabar con esto...

~ ¡Brum! ~

~ ¡Brumm! ~

~ ¡Brummm! ~

« ¿Qué rayos esta sucediendo ahora? » el anciano tuvo que aferrar su pies con fuerza al suelo para no tropezar.

Un pequeño sismo se sintió con fuerza en los alrededores.

« ¿Quizás es un terremoto? ¡No! ¡Es peor que eso! » el comandante se alarmó al notar la realidad sobre el asunto.

Su visión se fijó en una manada de enormes criaturas, que galopaba directo hacia su posición con gran velocidad.

Sus enormes patas retumbaban en la tierra, causando que toda la zona temblara un poco.

El viejo comandante tenía una visión aguda, y pudo observar la realidad del asunto con claridad.

Había al menos unas 10 bestias del rango Demoniaco, seguidas por cientos de bestias del rango Feroz, y todas se dirigían directamente hacia esta secta oculta con gran rapidez.

« ¿Una estampida bestial aquí? ¡Imposible! » pensó el consternado anciano. Incluso un Gran Maestro Espiritual, como él, lo tendría casi imposible para combatir contra algo así y salir con vida.

« ¡Oh, no! ¡Chocarán directamente con mis subordinados! » el comandante imperial notó que antes de llegar a este lugar, primero se encontrarían directamente con sus subordinados. Él sabía que era completamente imposible que los demás miembros de la Suprema Guardia Imperial pudieran resistir esta terrible estampida bestial sin su ayuda. Por lo cual, se disparó de regreso para ayudarlos.

Los mocosos podrían ser eliminados luego, en cualquier otro momento. Pero ahora no podía darse el lujo de desperdiciar energía, sabiendo que un enorme problema de dirigía directo hacia sus tropas. Primero debía comprender esta extraña e inesperada situación.

Los 17 discípulos nominales de Ryou suspiraron aliviados al recuperar el control de sus propios cuerpos.

"¡El Gran Dominio de un Gran Maestro Espiritual era algo bastante impresionante!" dijo uno de ellos, aliviado, al ver marcharse al comandante enemigo.

Luego retrocedieron hacia el interior del lugar para recuperar sus fuerzas. Se habían salvado esta vez, pero tenían que prepararse mejor en caso de que ese anciano decida regresar nuevamente.

Cuando el comandante imperial llegó de regreso ante sus tropas, notó algo muy peculiar.

Delante de esta estampida; había un anciano, sumamente huesudo, que corría en pánico hacia su dirección.

Las bestias parecían estar persiguiendo a este anciano, que corría directo hacia ellos con una notable expresión de terror en su cara.

"¡Ayuda por favor!" gritaba el anciano huesudo. El temor y el cansancio podía verse claramente en todo su rostro.

"Soy el primer anciano de la secta Dragón Ascendente ¡Estas malditas bestias no paran de seguirme desde ayer! ¡Por favor ayúdenme y los recompensaré!" chilló en pánico el anciano huesudo.

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