Divine Cruelty

Capítulo 145: Ojos Celestiales (4)

"¿Debemos matarlo...? ¿A quién?" preguntó, totalmente desconcertado, el maestro de la Orden de Hielo.

"Maestro ¿Recuerdas las palabras que te dije hace poco más de cuatro años, cuando desperté el poder de estos extraños ojos?"

Al anciano asintió con la cabeza, y afirmó:

"Si, lo recuerdo bien. En aquella ocasión, mencionaste que una voz profunda en tu interior te indicó que a cambio de este poder supremo debías cumplir una misión de suma importancia para el mundo. Pero ya hablamos sobre esto antes, posiblemente aquella vez solo estabas alucinando..."

"Exacto, maestro. En ese momento no entendía de que se trataba, y luego incluso pensé que todo había sido una ilusión sin sentido. Pero ahora ya se cuál es la verdadera misión sobre la que esa entidad misteriosa me habló en aquella ocasión. Maestro, ahora puedo asegurar que no fue una ilusión lo que escuché en mi mente esa vez, y tampoco todo lo que vi hoy" aseguró el joven con solemnidad.

El maestro de la Orden de Hielo frunció ligeramente el ceño, y preguntó:
"Discípulo Bing Fylk... este anciano está un poco perdido... dime exactamente lo que has visto para que estés tan alarmado"

"Maestro ¡Ese sujeto del callejón es el objetivo de mi misión celestial! ¡Y debemos asesinarlo cuanto antes o el mundo tal cual lo conocemos se acabará!" afirmó Bing Fylk con su rostro lleno de determinación y urgencia.

El anciano pareció estar estresado al escuchar las palabras del joven. No es que no creyera en su discípulo, pero el asunto era demasiado extraño.

Había escritos antiguos en su secta que indicaban que el anterior poseedor de los Ojos Celestiales podía predecir grandes eventos catastróficos y ver más allá de todas las cosas.

Se podría decir que quien despierte estos ojos, tendría una percepción del mundo que no estaba limitada por la mundanidad. Pero una cosa era leerlo en un manuscrito antiguo, y otra muy distinta era vivirlo en persona.

"Estaba preocupado por ti, por lo cual no presté atención al oscuro callejón. Aun así, parecía haber dos cultivadores bastantes poderosos en su interior ¿Estás diciendo que ellos acabarán con el mundo actual?"

"No ellos, maestro, él lo hará. Me refiero al muchacho de cabello largo que parecía tener unos 18 años de edad. Él es quien acabará con el mundo del cultivo tal cual lo conocemos y destruirá estas tierras, entre muchas otras más ¡Será una devastación sin precedentes y ninguna raza sobrevivirá! Debemos eliminarlo antes de que se desarrolle más, o de lo contrario no habrá futuro para nadie en este mundo" afirmó con total convencimiento Bing Fylk, mientras una gota de sudor frio caía por su rostro.

Gracias a sus Ojos Celestiales había podido observar claramente la apariencia de Ryou a través del oscuro callejón.

El anciano se estremeció al escuchar las palabras serias de su discípulo. Este tema lo superaba incluso a él.

"Dime la verdad ¿Cuánta confianza tienes en que este asunto es verdadero y que ese joven que viste es realmente un potencial peligro para el mundo entero?" preguntó el maestro de la Orden de Hielo con prudencia.

"Si pudiera mostrarte la mitad de las cosas que he visto recién a través de estos ojos, estoy seguro que lo entenderías sin siquiera cruzar palabras. Pero como no puedo hacer tal cosa, solo puedo afirmar que tengo total confianza en mí verdad ¡Definitivamente ese muchacho acabará con todo en un futuro!" afirmó con total solemnidad en su rostro.

Al ver lo serio que era su discípulo sobre este asunto, el anciano de barba y melena blanca asintió con la cabeza. Conocía bien el carácter del joven y sabía que no era alguien que pudiera inventar una historia al azar. Definitivamente algo muy grande estaba sucediendo aquí para que Bing Fylk actúe de esta forma tan alarmada en contra de un extraño que se cruzó por primera vez en su vida, y durante apenas un instante.