Divine Cruelty

Capítulo 129: El genio supremo del Árbol del Destino (1)

Según los escribas del imperio, el Árbol del Destino era el árbol más antiguo del continente y posiblemente el más grande también.

Este ancestral y colosal árbol se encontraba en la profundidad del extenso bosque del Reino de Alferus, y desde hace decenas de miles de años había sido considerado como uno de los tesoros más grandes en todo el continente Tamri. Su magnitud era tal que los otros grandes árboles cercanos eran fácilmente cubiertos por la copa del Árbol del Destino, haciendo que difícilmente los alcance la luz solar.

Para el Reino de Alferus, este árbol significaba mucho más que solo un árbol; ya que era considerado como una muestra de poder supremo, y además su base siempre fue considerada como el mejor lugar para cultivar en todo el reino, y quizás en todo el continente Tamri.

Esta no era solo una suposición ciega, sino una realidad absoluta que había sido probada durante incontables generaciones de cultivadores.

Esto se debía a que el Árbol del Destino desprendía grandes cantidades de energía sumamente pura, durante ciertos periodos de tiempo, la cual podría ser refinada fácilmente por los cultivadores que tuvieran la suerte de ser elegidos para permanecer en su base mientras durara este increíble fenómeno.

Pero debido a que esta energía pura era limitada, solo la familia real y las sectas más poderosas del reino tendrían la oportunidad de enviar a algún representante que pudiera aprovechar la energía desprendida por el árbol, con el objetivo de que pudieran incrementar su cultivo a pasos agigantados en poco tiempo.

No es que los cultivadores errantes no tuvieran la chance de lograrlo; sino que debido al sistema usado para elegir a los indicados, solo los grandes genios alimentados por los principales poderes del reino podrían llegar a lograrlo realmente.

Los periodos donde el Árbol del Destino liberaba energía pura solían ocurrir solo cada 40 años aproximadamente, las potencias del reino solían usar la ocasión para preparar a sus futuros posibles sucesores y enviarlos a cultivar frenéticamente bajo el poder del glorioso árbol.

En realidad, nadie sabía porque ocurría este fenómeno que duraba poco más de medio año, pero tampoco les interesaba demasiado el motivo mientras pudieran seguir aprovechándose de esto como solían hacer desde hace tantos miles de años.

Se podría decir que fue solo gracias al Árbol del Destino que el Reino de Alferus se había convertido en la segunda potencia del Imperio Zhou, solo por debajo del poderoso Reino Celestial de Pirea.

Cada vez que el Árbol del Destino comenzaba a desprender esta energía pura, cada 40 años, se decía que había comenzado el despertar del árbol. Y este fenómeno solía durar alrededor de medio año.

Pero a pesar de que normalmente medio año no era demasiado tiempo para cultivar, hacerlo bajo este colosal árbol durante el periodo del despertar era comparable con decenas de años refinando reliquias en cualquier otro sitio. En otras palabras, era una oportunidad enorme para desarrollar a los mejores genios de cada uno de los poderes del Reino de Alferus.

Durante estos periodos de desprendimiento de energía, algunos valientes que no calificaban para participar, intentarían infiltrarse en los terrenos cercanos al árbol para aprovecharse de la situación y refinar secretamente la energía del árbol sin permiso de nadie.

Pero esto no acabaría bien para estos intrépidos cultivadores errantes, ya que serían brutalmente golpeados por los guardianes ancestrales, cuya máxima misión era la protección de este gran árbol desde los tiempos antiguos.

Estos guardianes eran llamados Las Hojas del Destino y podrían ser considerados como la facción más poderosa y antigua dentro del Reino de Alferus.