"Hey compañero ¿Has oído los últimos rumores? Parece que una extraña enfermedad está devastando las tierras del Pasaje de Ayaca. Pero, según dicen algunos, es imposible que se extienda más allá del noreste del reino" comentó uno de los guardias del palacio del Rey Celestial, mientras lustraba su arma con sutileza.
Otro guardia asintió con la cabeza, y dijo con desinterés:
"Lo he escuchado... ¡Pero que me importa a mi lo que suceda en un lugar tan alejado! ¿Acaso no tienes nada bueno para contar?"
"¡Haha! ¡Tienes razón! Pero, en realidad si lo tengo..." declaró el primer guardia, intentando generar expectativa en su relato, y luego agregó con cierto grado de emoción en su voz:
"He escuchado algo mucho más interesante ¡Parece que el Protector Divino ha abandonado su estado de reclusión! Y además, los rumores dicen, que se convertirá en el juez principal del Gran Torneo de Genios de esta vez"
El otro guardia esta vez se excitó un poco al escuchar un tema tan fascinante, y afirmó:
"¡También he escuchado lo mismo! ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que el Protector Divino mostró su cara en público? Sin duda podemos considerarnos afortunados de poder verlo una vez en esta generación"
"¡Así es! Además quizás podamos desentrañar alguno de los tantos misterios que rondan sobre su figura legendaria... hay personas que afirman que él es en realidad el Emperador Zhou de hace decenas de generaciones. Y que cuando se retiró del cargo, se convirtió en el Protector Divino del Reino Celestial de Pirea. Pero él jamás se involucró en asuntos mundanos, con excepción de las pocas ocasiones donde el reino estuvo en grave peligro" especuló el primer guardia. Pero el otro guardia negó con la cabeza y dijo:
"Yo no creo en esa versión. Un antiguo antepasado de mi familia tuvo la oportunidad de verlo fugazmente hace incontables años, cuando el Protector Divino abandonó la reclusión por última vez. Este antepasado dejó un manuscrito, para la posteridad, donde indica que el Protector Divino en realidad no es un ser humano. De hecho, parece que nuestro Protector Divino es una bestia de rango Supremo que permanece fiel al Reino Celestial de Pirea desde hace muchos milenios"
Un tercer guardia que pasaba casualmente por ahí, intervino de inmediato con enojo al escuchar esas palabras:
"¡Blasfemia! ¿Cómo te atreves a decir que el Protector Divino de nuestro poderoso reino es una simple bestia? ¡Hmm! según escuché, el Protector Divino es en realidad un Ser Celestial que vino a nuestro mundo hace decenas de miles de años, cuando las bestias todavía dominaban en el continente, y que decidió quedarse en nuestro reino con el objetivo de cuidarnos en caso que las terribles bestias supremas volvieran a intentar causar problemas en el continente Tamri otra vez"
Los tres se miraron ferozmente, cada uno tenía sus propias conjeturas y creencias.
Esto era algo normal, ya que se trataba de un tema misterioso y extraño, y quizás ni siquiera el Rey Celestial de Pirea conocía exactamente la información correcta sobre este asunto.
Cuando el trio estaba dispuesto a continuar con la acalorada discusión, la puerta exterior del palacio principal se abrió abruptamente.
Un hombre fornido y de mirada severa, que vestía elegantes ropas doradas fabricadas con los más exquisitos materiales, entró a la habitación, caminando sin pausas, como si todo el lugar fuera su casa.
"Llévame ante el Rey Celestial ahora mismo" ordenó, echando un ligero vistazo a los guardias, antes de continuar su andar despreocupadamente.
Los tres guardias fruncieron el ceño hasta el máximo.
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Divine Cruelty
FantasyUn joven de 13 años es forzado a explorar unas ruinas antiguas, cuando encuentra una poderosa luz divina que lo convierte en un esclavo de los cielos por toda la eternidad. Cientos de miles de años después, logra escapar de su cruel destino, regresa...