Divine Cruelty

Capítulo 97: Domando a los pequeños poderes

Ryou se levantó de su silla y caminó perezosamente hasta fuera del castillo. Su nuevo asistente lo seguía mientras sudaba grandes gotas.

¡Un ejército de más de 700 combatientes se posaba ante sus ojos!

Este ejército era la agrupación de todos los soldados de las villas y aldeas de su territorio y estaba comandado por el grupo de jefes que habían sido intimidados por Ryou la última vez. En aquel momento se habían marchado del castillo llenos de temor y con sus rostros pálidos. Pero ahora lucían llenos de altanería y lo miraban con recelo.

Aunque no habían perecido en la anterior vez, todos ellos sabían que pudieron haber sido las víctimas de este tirano barón en aquel momento. Por lo cual ni uno de ellos estaba a gusto con Ryou ahora.

Ryou se paró frente a ellos, e ignorando completamente al enorme ejército y sus miradas hostiles, declaró de forma imponente:

"¡Felicitaciones a todos! Si están en este lugar, parados aquí hoy, es porque han sido aprobados por mí. Lo cual pueden considerarlo como un acto glorioso que marcará el resto de sus vidas"

Algunos murmullos se escucharon entre la multitud de personas:

"Hmm ¡Que presuntuoso!"

"Demasiado arrogante, se atrevió a matar al patriarca y ahora siente que es importante"

"¿Acaso cree que escucharemos sus tonterías para siempre?"

"¡Como se atreve a soltar un discurso en esta situación!"

"¡Estás cortejando a la muerte!"

El asistente estaba aterrorizado, y se estaba conteniendo para no mojar sus pantalones del miedo.

"Como sospechaba... ¡No han venido con buenas intenciones!" Pensó con temor el asistente.

Ryou fingió ignorar todo el asunto, y continuó su discurso:

"Nuestro humilde territorio siempre ha sido considerado como uno de los más pobres en todo el Ducado Kherguita, pero esta situación acabará muy pronto"

"Solo la grandeza nos espera y en un futuro todos ustedes disfrutarán de vidas mejores que incluso la nobleza de la Fortaleza Kherguita"

"Los que permanezcan fieles a mi lado serán inmensamente recompensados, mientras que los que me decepcionen sufrirán las consecuencias de sus actos"

"Cada uno elegirá el destino que prefiera, pero a mi lado las posibilidades serán infinitas para todos ustedes. Por esta razón he llegado a la conclusión que nuestro trato actual no puede seguir siendo el mismo y decidí dictaminar una nueva ley universal que los afectará a todos ustedes"

El asistente escuchaba con incredulidad y pánico.

"¿Es que acaso no sabe leer los rostros de las personas?" Pensó aterrado.

Este ejército frente a él lucía bastante feroz, y sus comandantes tenían el ceño fruncido hasta el límite. Pero Ryou soltó un discurso sobre la grandeza y acerca de aplicar nuevas leyes para todos.

"¿El barón podría ser extremadamente negligente en saber leer una situación?" Pensó deprimido el asistente. Hace una semana cuando comenzó a trabajar en el castillo creyó que se había ganado la lotería, pero ahora parecía que la situación se había vuelto terriblemente adversa y hasta podría perder la vida hoy.

Ryou continuó su discurso:

"Esta ley universal se tratará de algo muy sencillo y conveniente para todos ustedes"