El sol del mediodía impactaba en los gruesos cascos de metal de los soldados del frente norte comandados por Naomi. Los enemigos se habían demorado un poco más de lo previsto en llegar y el ejército de 500 hombres estaba inquieto mientras aguardaba por la confrontación. Aunque estos soldados ya tenían varias batallas sobre sus hombros y no podían ser considerados como novatos, jamás habían enfrentado un desafío tan grande como este.
Era algo de conocimiento público que una coalición de 1500 enemigos fuertemente armados se dirigía directamente hacia ellos, y hasta el más valiente de estos soldados tenía algunos pensamientos negativos en este momento. Pero la mayoría confiaba en la estrategia impartida por su comandante y también en los muros de la Gran Villa Sumeki. Por lo cual a no ser que se encuentren con múltiples oponentes del rango Guerrero Espiritual que pudieran utilizar los Pasos Lunares, los muros serían una defensa poderosa contra sus enemigos hoy y tenían el deber de defenderlos con todo lo que tuvieran a su alcance.
"Comandante ¡El enemigo está llegando!" Informó el capitán Ojos de Halcón, mientras posaba su vista en el horizonte lejano, desde la cima de la punta de la torre más alta. Este sujeto era uno de los anteriores vice capitanes de la guardia de Monte Rocoso y desde siempre había presumido tener la mejor vista entre sus pares. Por lo cual se había ganado el apodo de Ojos de Halcón y era alguien capaz de detectar la presencia del enemigo antes que nadie.
El ejercito que comandaba Suki Naomi contaba con 4 capitanes en total, ellos eran Gu Heng, Suki Tora, Ojos de Halcón y Long Yinye. Pero solo los primeros 3 se encontraban defendiendo los muros ahora. Cada capitán comandaba 100 soldados en total y Naomi misma contaba con otro número igual bajo su mando directo. De esta forma estaba compuesto la totalidad del ejército de 500 soldados del condado Sumeki, quienes debían defender el muro norte de la villa.
"¡Arqueros alístense! ¡El enemigo llegará dentro de poco!" Gritó Naomi luego de ser alertada por Ojos de Halcón.
Una hilera de arqueros se desplegó sobre los muros de la villa. Sus rostros mostraban solemnidad y decisión.
Los muros de piedra habían sido reforzados con energía, por lo cual no serían un blanco fácil de destruir. El mayor riesgo era que el ejército enemigo tenga la posibilidad de poder treparlos rápidamente con algún método, o atravesarlos por el aire de alguna forma.
Minutos más tarde todos podían ver a simple vista al ejército de la coalición de las familias Nam y Liang. Estos 1500 hombres vestían armaduras imponentes y portaban armas de calidad. Naomi, usando el Ojo Espiritual, pudo detectar que la mayoría de ellos eran del rango Gran Guerrero. Este era un poderoso ejército que incluso usando todos sus trucos no sería fácil de derrotar.
Una imponente voz retumbó en la zona.
"¡Soy el conde Nam Kuan, patriarca de la familia Nam y comandante general de este ejercito!"
"Les exijo que entreguen al Asesino de Masas, el barón Sumeki Ryou, y les perdonaremos la vida al resto"
Naomi ya suponía que la otra parte intentaría forzar una rendición absoluta, por lo cual no dudo en responder de inmediato.
"Nuestro señor no es un barón ¡Él es un conde! Y solo podrán llegar ante él sobre nuestros cadáveres"
Últimamente el apodo Asesino de Masas era bastante común para referirse a Ryou entre los seguidores del duque. De hecho la mayoría de los enemigos lo habían comenzado a usar luego de que Ryou admitiera públicamente haber exterminado a la familia Nergui y al ejército de la familia Liang.
"Chica, luces bastante joven para poder hablar en representación de tantas personas ¿Has pensado en la cantidad de familias que perderán un padre o un hermano por culpa de tu pequeño señor? Será mejor que te rindas mientras puedas" Persuadió el conde Nam Kuan.
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Divine Cruelty
FantasyUn joven de 13 años es forzado a explorar unas ruinas antiguas, cuando encuentra una poderosa luz divina que lo convierte en un esclavo de los cielos por toda la eternidad. Cientos de miles de años después, logra escapar de su cruel destino, regresa...