Miao Lanruo era considerada por todos como una joven sumamente hermosa e inteligente, que destacaba incluso en un lugar tan alto como la capital del Reino Celestial de Pirea.
Ella, con tan solo 17 años de edad recién cumplidos, había vivido muchas experiencias agobiantes e intensas últimamente. Y todo se debió gracias a haberse cruzado con un joven noble de un lugar remoto.
Originalmente había sido una talentosa cultivadora del ducado Kherguita, que era considerada como la estrella en ascenso más prometedora en el territorio de Monte Rocoso. Por supuesto que esto no era mucho, ya que ese era un lugar muy atrasado y con escasos jóvenes talentosos. De hecho, ella era solo una Gran Guerrero nivel 4 cuando se la consideraba la joven más talentosa de ese lugar.
Con esa cultivación tan poco profunda, ella destacaba entre todos los demás jóvenes de Monte Rocoso en aquel entonces y hasta se sentía orgullosa de sí misma.
Mirando el asunto en retrospectiva, ella sabía que en el pasado era solo una rana en el fondo de un pozo y se reía por dentro al entender lo ingenua que era antes.
Pero todo cambió radicalmente el día que un joven barón recién ascendido, de apellido Sumeki, buscaba nuevos talentos para servirle en el territorio de Monte Rocoso.
Miao Lanruo suspiraba con anhelo al recordar la magnífica figura de aquel joven.
Este barón le había dejado una profunda impresión en su corazón, debido a que le había salvado la vida al diagnosticarle una terrible enfermedad que ni ella misma sabía que padecía. E incluso le informó sobre el posible tratamiento para su rara condición y también donde podría encontrar a un experto que pudiera lograr completarlo.
Si no fuera por Sumeki Ryou, ella no habría podido continuar cultivando y posiblemente habría muerto unos pocos años después.
Todo esto era debido a que había sufrido, sin saberlo, una desviación en sus meridianos; la cual fue causada por haber refinado una reliquia con energía maligna que le fue entregada por un cultivador idiota que buscaba conquistar su corazón en aquel entonces.
El idiota en cuestión no había hecho un buen trabajo refinando la reliquia, y por consiguiente la energía maligna del lugar donde la refinó había contaminado la misma en su interior.
Básicamente, el sujeto había creado una reliquia envenenada sin saberlo y se la regaló a ella con la intención de cautivarla...
Dejando de lado el hecho de que con este pequeño presente era imposible mover su corazón ¡En realidad este regalo casi le cuesta la vida!
Algún día volvería a su tierra natal y le enseñaría una lección a ese idiota enamoradizo que casi se vuelve su perdición...
El trabajo de Hacedor de Reliquias era uno de los más respetables del mundo debido a esta cuestión. Un error mientras se creaba la reliquia podría causar un desastre en quien la cultive luego, sobre todo en el caso que el cultivador pase por alto los problemas en la misma.
Debido a su falta de experiencia y conocimiento en el tema, ella no notó nada raro en la reliquia cuando la tomó y, la refinó rápidamente para intentar romper en el siguiente nivel del rango Gran Guerrero. En ese momento su destino había sido sellado debido a esta imprudencia de su parte.
¡Pero su vida fue salvada gracias a los agudos ojos del joven Sumeki que logró diagnosticar una enfermedad que nadie más notó!
Y además de deberle la vida, también debía agradecerle por su estado superior actual.
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Divine Cruelty
FantasyUn joven de 13 años es forzado a explorar unas ruinas antiguas, cuando encuentra una poderosa luz divina que lo convierte en un esclavo de los cielos por toda la eternidad. Cientos de miles de años después, logra escapar de su cruel destino, regresa...