||Metas||

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N. _______

Bolt salió de la cocina. Dejando a Hinata-san ahí. Suspiré.

—Hablaré con él, Hinata-san.

Subí hasta su habitación, quedando fuera de su puerta... No pienso tocar, no me dejará entrar. Entre sin pedir permiso.

—Bolt...

—¿Qué sucede, ______-chan? —él se encontraba viendo para la ventana, sentado en su cama. Me sente a su lado.

—Sinceramente, no sé que decirte en estos momentos. Y tampoco esperes un discurso motivacional o algo por el estilo. Pero sólo te dire algo... Olvidalo.

—¿Cómo...?

—Lo sé. Tú y él hicieron una promesa... No vino a tu cumpleaños, y aunque te dolió, prefieres fingir que no. Pero prefieres que venga al de Hima, porque ella tenía esa esperanza en su corazón. Pero nada se puede hacer, es un golpe duro, lo sé. Sentir que alguien importante... nunca te querra como tú a el... Pero.. No ganaras nada deprimiendote. Salvo locura.

—No sé como lo dices tan fácil.

—Mmm.... C-con Sarada. Aunque ella me odie con toda su alma, y me haya dicho hasta de que me voy a morir... Es mejor olvidar. Los recuerdos amargos son los que más te marcan, pero son los más divertidos de olvidar. Aprenderás algo de esto. —me levante de su cama.

—Pero...

—No te estoy diciendo que no vayas a darle una paliza...

Salí de su habitación...

Bajé las escaleras encontrandome con Hinata y Himawari.

—Oye Hima... Te deje algo en tu habitación. Tu regalo de cumpleaños. —ella sonrío, me abrazó y subió a su habitación. —Hinata-san, ire a mi casa para que mi madre me firme la solicitud de los exámenes chunnin. Vuelvo en un par de horas.

—¿Tan tarde?

—Tranquila, que no tardo —me coloqué mis zapatos y salí.

Al doblar en la esquina, me encontré con una chamarra en el suelo. Voltee hacía arriba. Seguro cayó del cuarto de Bolt...

—Es bonita.. Un poco sucia, pero.. De mugre uno no se muere. —la sacudí un poco, y comencé a oir pisadas detras de mí. Me coloqué en posición de ataque.

—¿Qué haces aquí? —ahogue un grito al ver a Sasu-Bryan frente a mí.

—Nada... Caminando por la calle, recogiendo chamarras del suelo, ya sabes, lo normal, que cualquier persona haría —me encogí de hombros. —Alto... ¿Y tú que haces aquí? No andabas de nómada paseandote por el mundo quemando a Zetsus con mutageno..

—¿Tú cómo sabes eso?

—Tengo mis contactos —sonreí ladinamente y le guiño un ojo. —Además... ¿Qué no ibas a volver hasta navidad? —él suspiró.

—¿De dónde sacaste esa chamarra?

—Ah... Me la encontre en el suelo.

Siguiente amor. [Boruto Uzumaki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora