||¿Por qué?||

4.8K 422 79
                                    


Boruto estaba desesperado. No sabía que es lo que había pasado; ni su sensei, ni Mitsuki, ni ________ habían llegado al punto de reunión. Sumando a eso, el hecho de que la tensión en el ambiente se sentía a kilómetros.

—¿Pero qué rayos les pasó?

Comenzó a analizar la situación. Seguramente ________ se quedó dormida, claro. Konohamaru, lo más probable es que esté en la oficina del Hokage y Mitsuki... Quién sabe. Incluso, otra opción, era el hecho de que por obra y gracia del espíritu Santo él haya llegado muy temprano.

—Me cansé de esperar.

Se levantó de ese lugar y comenzó a caminar a la casa Uchiha. Al llegar, tocó la puerta con desespero. Abrió Sarada.

—Boruto.

—Sarada.

Ambas miradas chocaron.

—¿Qué quieres?

—¿Dónde está _______-chan?

—¿_______? No lo sé. Ni siquiera sé si llegó ayer. ¿Por qué?

—Teníamos una reunión a las nueve.

—Cancelaron las misiones de hoy. Quizá salió y al enterarse, fue a comer a algun lugar.

—______-chan mentirosa...

—Pasa si quieres.

—¡Gracias!

Boruto se adentró con velocidad a la casa.

—¿Dónde está su...?

—Segundo piso, primera puerta a la derecha.

—¡Gracias!

El rubio subió con alegría, en busca de la chica. Encontró su puerta con un cartel que decía "Estoy durmiendo, no molestes" "PD: Sí traes comida puedes entrar". Rió para sus adentros.

Tocó la puerta tres veces.

Nada.

—______-chan, soy yo.

Nada. Frunció el ceño.

—Sólo abre la puerta.

—¡Sarada, espe...! —Boruto cubrió sus ojos por sí acaso.

—Pero que desastre..—el murmullo de decepción de Sarada, hizo que se descubriera los ojos. Observando el gran desastre que era el cuarto de la Uchiha menor.

—Oh...

Comida por ahí, ropa por allá, la cama sin tender...

—Estoy segura que aquí hay hasta ratas...

Sarada entró a la habitación con una mueca de angustia y asco. Esa habitación era más que un desastre.

—Boruto... por favor dime qué no era así cuando vivía con ustedes.

—¿_______-chan? Para nada. Su cuarto siempre estaba impecable, era la primera en limpiar y recoger su cama, dattebasa.

—Candil en la calle, obscuridad en su casa...—Murmuró Sarada, mientras intentaba recoger aunque sea un poco de la ropa que se hallaba en el suelo.

Boruto dio una rápida mirada a la habitación buscando a su amiga, sin éxito.

—Sarada, parece no estar aquí, 'ttebasa. —dijo el chico nervioso rascando su nuca.

—No Boruto. No me había dado cuenta. —Murmuró la de lentes con sarcasmo.—¿Otra idea de dónde podría estar?

El chico rubio se mantuvo callado, analizando la situación. Al tener una idea, hizo una mueca de desagrado.

Siguiente amor. [Boruto Uzumaki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora