No te alejes

"Elizabeth"

     Me dirigí hacia uno de los sillones que estaban en el segundo piso de la biblioteca, decir que estaba nerviosa era poco.

     Tenía esta mezcla de sentimientos: expectación, intriga, nervios, curiosidad y miedo sobre todo miedo.

     Había descubierto que mis sentimientos hacia Zac eran un poco más fuertes de lo que pensaba y sabía que lo que estaba por descubrir podría o unirnos completamente o separarnos completamente.

     Cuando logre colocarme en una posición cómoda sobre el sillón abrí la tapa del libro, la biblioteca estaba iluminada con la luz del día gracias a estos grandes ventanales que se encontraban justo detrás de los sillones, me sentía en mi propio paraíso o mejor era como mi refugio.

     Después de dar un gran suspiro me dispuse a leer el libro.

"Inglaterra. Octubre de 1954.

Elisabeth Marie Foster.

Querido diario:

Hace ya un mes que estoy cautiva en una recamara en alguna parte de Inglaterra, mi mayor miedo es volverme loca y para impedir sucumbir a esta, he concluido que empezar a escribir un diario con mis pensamientos y hechos me podría ayudar, hace un mes vivía en un mundo donde si no llegabas a tu vivienda a las seis cuando el sol se pone ya te podrían dar por muerto, donde las abuelas no te contaban mitos sino eventos, donde los rituales de sacrificio eran hechos cada semana y todo para que las criaturas de la noche te dieran un día mas de existencia. Como cada niño de mi aldea me fascinaba cada cosa que fuera extraordinario como las criaturas de la noche pero a medida que fui creciendo y pude entender que los sucesos de cada desaparición, rapto o sacrifico no eran increíbles sino horribles comprendí que estas criaturas eran seres detestables y abominables...

     No podía evitar sentirme un poco identificada con Elizabeth, las dos fuimos secuestradas por criaturas que no deberían existir pero, sin embargo, yo pude disfrutar de una infancia normal mientras que ella tuvo que vivir con el miedo de que cada día podía ser su ultimo.

...en mi aldea se celebra cada luna roja, dando como sacrificio a las vírgenes de 16 años; como yo. En la noche de luna roja bajan desde lo más alto de las montañas las criaturas de la noche convertidas en bestias peludas de dos metros para encontrarse a un grupo de chicas vestidas todas de blanco para reflejar su pureza, nunca se las llevan a todas, y ese hecho no pasa desapercibido para muchos, puede que sea algo banal y sin importancia pero fue suficiente para hacerme albergar una pequeña esperanza en mi, y aquí estoy ahora; encerrada sin poder ver la luz del sol pero insólitamente tengo los agrados que se supone un prisionero no debería tener; me dan tres comidas al día, y cabe decir que son exquisitas, tengo baño propio, una cómoda llena de ropa, y si bien no se mucho de moda puedo distinguir que son de marca. Básicamente tengo todo lo que cualquiera puede anhelar pero que es eso sin libertad; nada."