"Mañana es el día"

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- ¡Casi no tenemos tiempo! – exclamo una Ann muy angustiada

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- ¡Casi no tenemos tiempo! – exclamo una Ann muy angustiada.

- Tienes que calmarte – espete – Solo necesitamos una camioneta escolta, nada más.

- ¡Ni siquiera sabemos dónde guardan las llaves de esas cosas! – chilló – Y ni hablemos de robársela a un guardia porque eso sería completamente estúpido.

- Solo tenemos que descubrir donde las guardan – dije tranquilamente – Y yo sé como lo descubriremos.

- ¿A sí? Pues hazme el favor de iluminarme - hablo sarcásticamente.

- Tu se lo preguntaras a Anton – indique.

- ¡¿Qué?! – chillo nuevamente – Ni loca hare eso.

- Por favor, Anny – rogué – Tú eres la única que puede hacerlo.

- ¿Por qué yo?

- Tú tienes la confianza de Anton, solo sería una pregunta curiosa, nada mas – explique.

- ¿Y si sospecha? – preguntó dudosa.

- Tu harás que no sospeche – dije simplemente – Sabrás actuar y solo sacaras la información necesaria.

- Cuando te vayas sabrán porque hice esas preguntas, mi relación con Anton está en peligro, Lotte.

- Sé que lo que te pido es mucho pero no la haría si de verdad no lo necesitara.

- Está bien – suspiró – Lo haré, para mañana tendrás esa información.

- Gracias, Anny – la abrace – Te debo una.

- Una grande – dijo riendo.

     Me encontraba caminando por los pasillos de la gran mansión, intentaba actuar despreocupada mientras en realidad buscaba una salida o cualquier cosa que me ayude a la hora de escapar

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     Me encontraba caminando por los pasillos de la gran mansión, intentaba actuar despreocupada mientras en realidad buscaba una salida o cualquier cosa que me ayude a la hora de escapar.

     Después de un rato de no encontrar absolutamente nada me canse y me dirigí hacia la cocina.

- ¡Cariño! – la abuela de Zac me recibió en la cocina – Tenia tiempo sin verte, querida. ¿Cómo has estado?

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