- Necesito hablar contigo – dije lo más seria que podía intentando ocultar mis nervios.
Zac quito la mirada del televisor para dirigirla hacia mí, el se encontraba en la mini sala que había en la habitación, solo vestía una pantalón negro de chándal y se le podía ver las vendas que tenía en el pecho para que sus heridas no sangraran ni se les infectaran.
- Ok, ¿acaso debo preocuparme? – negué ligeramente con la cabeza – Esta bien, hablemos.
Pensé en sentarme pero quería que me tomara en serio así que en cambio me coloque al frente del rodeando el sofá.
- Tienes que liberar a Cassandra y a Lucia – logre hablar firmemente.
- ¿Tengo? – dijo divertido.
- Si, tienes – suspire – Zac, hace tiempo que no se de ellas y ya puedes notar que no me escapare así que no hay necesidad de tenerlas encerradas.
- ¿Y cómo se que esto no es un plan? – dijo secamente, lo mire confundida - ¿Cómo se que todo este tiempo no has estado fingiendo para esperar a que yo las libere y así poder huir?
- ¿De verdad crees que haría eso? – dije dolida, el no respondió – Acaso no te he demostrado que me gustas y quiero intentar algo contigo, que estoy dispuesta a conocer todo este mundo sobrenatural para ver si funciona, que olvidaría el hecho de que me secuestraste a mí y a lo más cercano que tengo a una familia en este país.
- Gatita... - dijo Zac mientras de levantaba del sofá e intentaba agarrar mi cara, pero me aleje.
- ¡No! – me entristecía su desconfianza – El hecho de que te pida que liberes a Cassandra y a Lucia no significa que me alejare inmediatamente de ti, no es parte de un plan organizado para engañarte, ¡Ellas no te han hecho nada, Zac! ¡Ellas no son tus malditas almas gemelas, yo sí! – exhale para calmarme – El que las tengas encerradas para que me quede contigo no nos une mas, solo hace lo contrario, crea una barrera entre nosotros porque ¿Cómo puedo estar contigo sabiendo que tu eres el que las encerró, y que está en mis manos liberarlas pero en vez de eso solo me doy la buena vida aquí mientras ellas seguramente están sufriendo?
Di media vuelta dispuesta a salir de la habitación cuando el hablo.
- Las liberare – dijo simplemente.
- Necesito verlo para creerlo – hable secamente – Ya que tu desconfías tanto de mi yo también lo hare de ti.
Le estaba dando la espalda, no quería verlo. Era poco decir que estaba molesta.
- Yo no desconfío de ti Charlotte – pude sentir como se acercaba pero no me toco – Si me comporte como un imbécil fue porque mi miedo a perderte es colosal, no sé cómo puedes decir que te gusto si solo he sido un idiota contigo.
Me gire lentamente hasta poder estar cara a cara, o mejor dicho cara a pecho ya que Zac es obviamente mucho más alto que yo y por ende tenía que subir mi cara para poder verlo a los ojos.
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No te alejes
Werewolf¿Seguirá proclamando amarme cuando conozca toda mi verdad? ¿Podré amarlo a pesar de toda su verdad? ---------------------------------------------------------------------------------- Esta es mi primera historia asi que por favor perdonen los errores...