"Odio entre hermanos"

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Narra Zac

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Narra Zac

- ¡Demonios! – maldije entre dientes.

     Habíamos encontrado la camioneta escondida detrás de unos árboles y cubierta de arbustos, obviamente Charlotte no quería que la encontrara.

     Pude seguir su rastro hasta que habíamos cruzado a la autopista, después de ahí se perdía en una mezcla de olores, algunos no tan agradables.

     Revisamos los alrededores de donde estaba la camioneta pero no había pista alguna de donde se había ido o en que se había ido.

     Un sentimiento de desesperación me embargo.

     Tenía que encontrarla.

     No había otra opción, primordialmente era porque la amaba, era mi mate, mi jodido todo.

     Pero también tenía otras razones.

     Sin ella era significativamente más débil y gracias a mi viaje había descubierto que una manada cercana había hecho un trato con los omegas de la zona para derrocarme y quedarse con mi manada.

     No podía permitir otro ataque en mi territorio.

     No podía aceptar la debilidad que poco a poco se asentaba en mí.

- Zac... hermano... - empezó a decir Anton.

- ¡No! – gruñí – No me digas hermano, soy tu alfa y me debes tratar como tal. ¿O acaso crees que como compartimos la misma sangre tu perra se salvara de su castigo? – pregunte de manera cínica.

- No le digas así – dijo airadamente.

- ¿Así como? ¿Perra? – me acerque a él – Tal vez otros nombres le quede mejor, como zorra, golfa o.... mejor aún; traidora – hable engreídamente.

- Basta – gruño, podía ver que estaba perdiendo el control de su lado animal.

     No me importaba, yo también lo estaba perdiendo.

- Cuida la manera en que me hablas – espeté.

- ¿Por qué? ¿Por qué eres mi hermano mayor o porque eres el alfa? – preguntó burlonamente, marcando desdén en alfa.

- Porque soy tu alfa – hable duramente – Me debes respeto.

- Ahora mismo pareces mas a un imbécil déspota que a un alfa.

     Me empujo y fue todo lo que falto para que me transformara en lobo.

     Caí en el suelo en mis cuatro patas y salí corriendo hacia mi hermano que también se había transformado.

     Yo era en tamaño más grande que él, sin hablar de la fuerza y la agilidad.

     No podría matarlo sin problemas, me daría pelea pero no era algo imposible.

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