No te alejes

"¿Tipo en... una cita?"

Narra Charlotte

- Necesito ese trabajo en mi correo a mas tardar el jueves por la noche – hablo el profesor después de que el estridente sonido de la campana terminara – Ahora si pueden irse.

     Dijo con tono sarcástico debido a que ya varios estudiantes habían salido.

     Guarde mis cosas sin prisa gracias a que tenía la siguiente hora libre, podría desayunar más que solo el café que me tome esta mañana y revisaría unos apuntes antes de mi próxima clase.

- No me sorprendería que un día de estos nos avisaran que el profesor Smith se suicido – bromeó Greyson una vez que salimos del aula.

- Eso es cruel – le reprendí pero no pude evitar que se me saliera una sonrisa – Siento que hay más posibilidades de que se acueste con alguna estudiante de primero.

     Dije siguiéndole el juego. Hace ya casi tres semanas de mi escape y exactamente dos semanas de haber comenzado mis clases universitarias, hasta ahora todo ha ido bien, sigo siendo extremadamente cautelosa sobre no dejar pistas de mi paradero y aun no me he comunicado con Cassandra ni Lucia.

     Siempre estoy a la expectativa, siento que en cualquier momento veré a Zac frente a mi dispuesto a destruir cualquier cosa solo para llevarme de nuevo a la manada, a su lado. Y secretamente a veces sueño con eso y no son pesadillas, sino fantasías de que tal vez en alguna otra realidad nosotros podamos ser felices juntos.

     Pero también siento que tal vez no me este buscando, que tal vez ya consiguió a otra, que se equivoco y resulta que yo no soy su mate, o que me odia tanto que no quiere ni verme y eso hace que la presión aun persistente en mi pecho se intensifique.

- Tienes razón – concordó Greyson – Tal vez hasta termine escapándose con alguna veinteañera con copa doble D.

     Nos reímos a carcajadas y seguimos bromeando todo el camino hasta el estacionamiento.

- Hey porque no vamos a desayunar algo – dijo cuando llegamos a su auto – El pan con moho y un poco de mantequilla de maní no es un desayuno muy digno para la mañana – bromeó.

- Al menos tu comiste algo solido, yo solo me atragante con un café muy caliente antes de llegar tarde a la clase – replique divertida.

- Entonces, ¿Vamos?

- Me encantaría, pero solo si me llevas a Café & Lluvia.

- No sería capaz de llevarte a otro lugar – fingió estar ofendido y coloco una mano en su pecho dramáticamente.

     Nos subimos a su auto y condujo fuera del complejo de la universidad, Café & Lluvia es una cafetería que yo particularmente amo, lo malo es que se encuentra lejana a la universidad tomando en cuenta de que aquí hay cafeterías y establecimientos de comida rápida en cada calle, pero al mismo tiempo siento que eso es lo que la hace tan especial para mí ya que no tiene estudiantes atareados y estresados en cada mesa, y queda a solo unos quince minutos en carro.