No te alejes

"Si me quedo con él, me pierdo a mi"

- Sé que debe ser difícil para ti al ser humana y no tener ningún conocimiento sobre este mundo, pero sé que si le das una oportunidad a mi hijo no te arrepentirás.

     No pude evitar sentir rabia ante lo que dijo, ella no entendía, no era humana. Paso su vida sabiendo lo que eran los licántropos ya que era una de ellos y sabia lo que eran los mates, ella sentía esa conexión, yo no.

     Todo lo que alguna vez quise en mi vida era poder estudiar una carrera que me apasionara, soñaba con tener un apartamento y un trabajo, con tener una vida normal y tranquila mientras estudiaba en la universidad. Y sé que eso puede sonarle a algunos como aburrido o soso pero la tranquilidad era lo que más anhelaba, dejar de tener ataques erráticos y/o depresivos.

     Me esforcé muchísimo para conseguir una beca porque sabía que en Venezuela era imposible conseguir las metas que quería, deje a toda mi familia en otro continente viniéndome a vivir con personas que jamás en mi vida había visto antes, hice sacrificios solo por seguir mi sueño y de pronto viene un chico y lo jode todo.

     Hasta ese momento toda mi frustración y desesperación había estado oculta, pero esas simples palabras de Susana sacaron todas la emociones a flote.

- Claro, dejare toda mi vida y metas de lado solo porque su hijo dice que me ama y tendré que aceptar estar secuestrada por el resto de mi jodida vida – el sarcasmo goteaba en cada palabra.

- No lo veas de esa manera... - ella se encontraba notablemente sorprendida por mi manera hostil de contestarle.

- ¿De qué otra manera puedo verlo? – la interrumpí – Con todo respeto usted no sabe cómo me siento, no puede ni siquiera imaginarlo.

- Sé que no sé cómo te sientes pero también sé que mi hijo daría la vida por ti, el te haría muy feliz – su voz no perdía el tono amable.

- ¿Sabe que me haría feliz? – pregunte pero no espere una respuesta – Libertad, mi libertad me haría feliz. No hay nada más hermoso en este mundo que el libre albedrio, el poder decidir qué hacer con tu vida, tomar hasta esas pequeñas decisiones que pensamos no hacen la diferencia pero si la hacen. No negare que quiero a su hijo pero no por eso aceptare perder mi libertad, no dejare de lado mis sueños ni metas por un chico. El día que haga eso sabré que me he perdido a mí misma.

     Me levante de la mesa y camine hacia las puertas del balcón, dando por entendido que la reunión para desayunar había acabado.

- Gracias por el desayuno y siento que haya terminado de esta manera – dije si voltearme.

     Al salir de ese lugar no pensé en nada y solo deje que mis piernas caminaran por si solas, se detuvieron al frente de dos grandes conocidas puertas de madera talladas al estilo victoriano. Abrí una y entre al único lugar que me sentía relajada y en paz, la biblioteca.