¿Seguirá proclamando amarme cuando conozca toda mi verdad?
¿Podré amarlo a pesar de toda su verdad?
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Esta es mi primera historia asi que por favor perdonen los errores...
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¿Quién necesita tantos condones?
Yo no era una experta en preservativos y eso, pero sabía que tres cajas de condones era mucho.
Así que había dos opciones:
O mi nueva compañera de cuarto era prostituta o simplemente robo una farmacia.
- Al menos sabemos que se cuida – murmuro Summer.
- Al diablo con eso – espeto Larissa - ¿Quién demonios necesitan tantos condones?
Hizo la pregunta que estaba segura rondaba por la mente de todas en este momento.
Habían pasado dos días desde mi cita con Greyson y todo había estado tranquilo, solo lo veía cuando compartíamos clases, no hablábamos por teléfono ya que yo aún no me atrevía a tener uno.
Larissa y Summer no hablaban más del tema, todas sabíamos que terminaría en alguna discusión. Aún no habíamos tenido a nuestra cuarta compañera de habitación... hasta ahora.
Las tres habíamos llegado a la residencia después de salir a almorzar todas juntas, para encontrarnos con que la cama desocupada tenía un montón de cosas regadas encima.
- Puede que tenga una vida activa – inquirí.
- Activa un demonio – soltó Larissa – Ni siquiera la vida de Taylor Swift es tan activa, y esa chica tiene mas exs que gramys.
- Pero podemos estar seguras de que no tiene alguna infección – hablo Summer.
- Creo que tal vez podremos estar más seguras de que nuestro dormitorio se volverá un burdel – dije.
- No me jodas – gruño Larissa – Si la tipa quiere trabajar que se vaya a una jodida esquina.
- Aun no pueden asegurar que sea una prostituta – recordó Summer.
- ¿Y qué crees tú que sea? – preguntó Larissa de manera sarcástica.
- No lo sé – murmuró.
- ¿Cuándo creen que vuelva? – pregunte.
No hizo falta que alguna respondiera porque en ese momento la puerta del dormitorio se abrió dejando ver a una persona que conocía muy bien.
- ¡Charlotte! – exclamó sorprendida.
- Sofía – salude - ¿Qué haces aquí?
- Pues parece que soy tu nueva compañera.
- Veo que vienes preparada para la vida universitaria – comente refiriendo a los muchos preservativos.
- ¡Ah! Esas cositas – dijo despectivamente – Sabes que mujer precavida vale por dos.
- Tú valdrías por diez – murmuro Larissa.
- ¿Disculpa?
- Nada, nada – respondió rápidamente Summer – Hola, yo soy Summer, ella es Larissa y por lo que vemos ya conoces a Charlotte.
