"Precavida y astuta"

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     Mis venas se llenaron de una adrenalina increíble, como si me fueran inyectado alguna droga

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     Mis venas se llenaron de una adrenalina increíble, como si me fueran inyectado alguna droga.

     Acelere la camioneta dejando atrás toda intención de ser cautelosa y discreta.

     No sabía donde quedaba la manada, ni como llegar a Bibury, pero no deje que los nervios me gobernaran.

     Solo había una larga carretera por seguir ahorita, sin desviaciones ni nada, me preocuparía cuando este en una intersección.

     La carrera asfaltada se terminaba como un kilometro después de salir de la manada y comenzaba una pequeña carretera de tierra.

     La camioneta empezó a sacudirse un poco debido a los baches del camino.

    Mis nervios estaban de punta, no quería chocar.

     Mire el reloj en mi muñeca y vi que eran las 4:40, la cena empezaría a las siete en punto lo cual me dejaba casi unas tres horas para poder ganar ventaja en el camino.

     No era estúpida y sabia que Zac me buscaría apenas le avisaran que me fui, pero había dejado caer sutiles comentarios de cuanto extrañaba a mi familia y a mi país y también había dicho que la beca ya la había perdido ya que me secuestraron antes de poder avisar que la aceptaría.

     Lo cual era una total mentira, pero eso no lo sabían.

     Después de una hora conduciendo el camino de tierra se acababa y me daba paso a una carretera asfaltada. Me di cuenta que si tu ibas por la carretera no había manera de que supieras que a tu lado había un camino que daba hacia una manada, estaba prudentemente escondida y solo las personas que tuvieran de destino la manada sabrían hacer el desvío.

     Me instale en la carretera y seguí mi instinto al ir hacia la izquierda rogando porque ese fuera el camino hacia Bibury y no me estuviera dirigiendo en la dirección contraria.

     Presione el acelerador, no tenia tiempo que perder, cada minuto era sagrado y cualquier error me costaría mi libertad.

     Otra hora después pude ver las afuera de Bibury y suspire de alivio, sentía como si todo este tiempo hubiera estado aguantando la respiración.

     Me desvié otra vez hacia el bosque y estacione la camioneta detrás de unos árboles, tenía que ser precavida, sabía que tarde o temprano descubrirían donde escondí la camioneta pero esperaba que el escondite los hiciera durar un poco.

     Agarre la mochila y salí, empecé a correr por el bosque en dirección al pueblo, los arbustos me arañaban los brazos y la cara pero no me importaba, seguí corriendo con la mochila en mi espalda hasta que divise el plateado de un carro.

     Quite unos arbustos que me impedían el paso y lo vi completamente, suspire y empecé la búsqueda de las llaves por las alrededores del vehículo.

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