"¿Solo sexo?"

5.6K 264 37
                                    

     Después de que Zac considerara que estaba lo suficientemente estimulada envolvió mi pierna derecha en su cintura listo para embestirme

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

     Después de que Zac considerara que estaba lo suficientemente estimulada envolvió mi pierna derecha en su cintura listo para embestirme.

- ¿Segura? – preguntó mirándome directamente a los ojos.

     En su mirada podía notar que si yo decidida retractarme en este momento el lo aceptaría, nunca me obligaría a hacer algo que yo no quisiera y eso hizo que mi corazón se llenara de una manera que jamás experimente.

- En la vida estuve más segura de algo antes – agarre su cara entre mis manos y le di un delicado beso.

     Gemí por el ardor cuando empezó a adentrase en mí, me sujete de sus hombros clavándole las uñas un poco, el eran tan grande que no sabía si podría soportarlo todo.

     Casi solté un sollozo cuando él siguió con la intrusión causando que parara.

- ¿Te duele mucho? Puedo detenerme, gatita – dijo preocupado.

- No – hable – No te detengas, solo arde un poco.

     Espero un momento hasta que mi cuerpo de amoldo a él para seguir, poco a poco el dolor se fue mezclando con un placer, estaba en esa delgada línea que hacia todo más sensual y placentero.

      Gemidos involuntarios salían de mi garganta mientras Zac soltaba pequeños gruñidos en mi oído.

- Estas tan estrecha – hablo roncamente – Pero me aceptas tan bien, fuiste hecha para mi gatita, solo para mí.

- Zac – gimoteé – Necesito más.

     Y con esa petición donde muy bien pudo ser una orden implícita él empezó un vaivén más fuerte y apasionado, besándome y acariciándome, pero no solo mi cuerpo sino mi alma también.

     Y con esa petición donde muy bien pudo ser una orden implícita él empezó un vaivén más fuerte y apasionado, besándome y acariciándome, pero no solo mi cuerpo sino mi alma también

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¿Y aun así te irás? – pregunto una Ann muy sorprendida.

- Claro que me iré – le asegure – mis planes no han cambiado en nada.

     Nos encontrábamos otra vez en la biblioteca, el único lugar donde podía hablar con la seguridad de que ni Zac ni nadie me espiaría, de alguna manera implícita mi bestia y yo habíamos quedado en un acuerdo de que este era mi lugar.

No te alejesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora