Te protegeré (Jelsa)

Obsesión

Hans South miraba su reflejo con indiferencia nacida de la seguridad de saberse superior, el egocentrismo era su marca personal, al ser el menor de una familia numerosa, tuvo como ventaja ser mimado y fruto de eso, era como era, el único hijo varón de un Vory, uno de los últimos donde se consideraba una ofensa máxima el hablar, desde la turbulenta historia de la perestroika, la máxima de los reos era el silencio y negar ayuda de cualquier tipo a las autoridades, hasta que ellos se volvieron la autoridad de un nuevo sistemas que surgía de la decadente madre unión soviética, que al inicio del año dos mil pereció, dejando a muchos sin dinero y sin medio para obtenerlo, pero altamente calificados para el crimen por su manejo perfecto de las habilidades de la guerra, así fue que el padre de Hans decidió aplicar lo aprendido en la KGB para formar su propia familia delictiva, iniciando con la profesión más vieja del mundo, la prostitución.

Este negocio fue el inicio de su imperio, con engaños, secuestros y asesinatos se inició en el mercado de blancas, mismo que ahora le tocaba a su hijo supervisar, ya que como él dijo, su hijo debía empezar como él.

A Hans no le molestaba escoger y probar la mercancía, era solo un negocio más, como cuando eres chef y debes probar la mercancía para preparar un manjar, eso así él, solo buscaba lo mejor.

Que, si su cliente quería una niña negra menor de 15 años, él la conseguía, si quería una pelirroja, la conseguía, una anciana, una niña, una joven, una discapacitada, ninguna singularidad era demasiada para él...

Además, era un honor que su padre le dejara dirigir una parte del vasto imperio de su padre, la trata de mujeres y niños recientemente estrenada era una pequeña parte, pues también el narcotráfico, el tráfico de armas eran otra parte de los negocios de la familia.

Sus hermanas mayores resultaron muy buenas en la parte del movimiento de estupefacientes y de armas, por lo que prefería seguir donde estaba, a pesar de que ya había tenido un escarmiento y ese escarmiento lo había llevado a esa joven pelirroja que vería en breve.

Su escarmiento se llamaba Mariko

La dulce y tonta Mariko

Cuando su padre había insistido en su carrera universitaria, Hans lo vio como un castigo hasta que entendió la verdadera razón de acudir; que mejor manera de conseguir universitarias que estudiando con ellas, su padre era un verdadero genio, además que podía divertirse al mismo tiempo que escogía a la mercancía.

El problema es que Mariko nunca fue una mercancía, fue algo más, mucho más...

Al principio le impresiono los ojos ambarinos de la muchacha, nunca había conocido alguien con esos ojos, piel muy blanca como la nieve y su cabello blanco.

Ella decía que los ojos eran de su padre y su cabello de su madre, era una belleza muy singular y la deseo como nunca había deseado a nadie, moría por marcar esa piel fresca y perfecta, moría por hacerla suya, sabiendo que no podía usar las tácticas de siempre, fue que se dio la tarea de seducirla, había tardado dos años en convencerla en casarse con él sin que sus padres se enteraran y bajo ese lazo, pudo dar rienda suelta al animal que vivía dentro de él.

Era tan satisfactorio corregirla hasta por la mínima estupidez, no fue su culpa que ella fuera tan frágil que se le rompiera el brazo y la mano ¿verdad? Fueron 6 meses gloriosos, el dolor de ella fue el mejor afrodisiaco que pudo haber tenido, hasta que dos cosas pasaron de manera simultánea haciéndolo que estuviera en la postura que estaba desde hacía ya cinco años.

La primera su padre la reconoció como la hija de Pitch Black, un sicario yakusa con quien su padre se quería asociar, al principio le pareció perfecto saber que tenía por nuera a la hija de su posible nuevo socio, pero... no le iba a gustar como la trataba su yerno

La segunda y la peor de todo, la estúpida desapareció...

Después de su visita al hospital por la "caída de las escaleras" cuando le quitaron su segundo yeso, ya no regreso a casa, según varios le dijeron que la acompañó una pelirroja que resulta que era hermana de la pasante de servicio social que se encargó del caso de su esposa.

Malditas mujeres metiches, maldito hospital que se negó a darle más información, malditos policías que le obligaron a abandonar el hospital....

La ventaja es que en esta vida todos tiene un precio, y gracias a sus contactos supo que la familia Arendell fue quien ayudó a su esposa descarriada a huir de él.

Eliminar a los padres fue tan sencillo, solo fue estropearles los frenos, obligarlos a manejar a alta velocidad y dejar que la ley de la física hiciera su trabajo, ambos muertos, lo malo es que Mariko no estaba con ellos y las hermanas desaparecieron también y él prefirió dejar así para que no se levantaran sospechas, y gracias a esa paciencia, tuvo su premio; tenia a las hermanas Arendell en donde quería...

Muy pronto podría preguntar dónde demonios estaba su hermosa y dulce esposa, Mariko. Era una suerte que Kriss, su nuevo ayudante desde hace 3 años fuera casi novio de la pelirroja, eso sí que fue un golpe de suerte sin duda, pues no dudaba que Mariko les dijo como era él; pero todo parecía indicar que no, al parecer no era tan estúpida, supo callar...

Cuando paso Kriss por él, no pudo evitar sonreír con frialdad y satisfacción después de planear su venganza contra ese par por fin las tendría donde quería, después de sacarles el paradero de Mariko las despacharía, así como lo hizo con los padres.

Pero sus planes sufrieron un cambio, cuando las vio, se sorprendió de lo hermosas que eran, la pequeña pelirroja era una perfecta muñeca de porcelana, una venus de bolsillo, lo pensó mejor, ella era perfecta para ese jaque que le encantaba las pelirrojas, lástima que no le duraban mucho por sus juegos extremos que le encantaba jugar con sus mujeres, pero si Anna lo había dejado gratamente sorprendido, cuando conoció a la culpable directa de la desaparición de Mariko, tuvo que usar su autocontrol para no abrir la boca y babear como un adolescente, era una rubia platinada espectacular, delgada con curvas en los lugares correctos...¡pero que curvas! Pechos generosos, caderas redondas y trasero muy apetecible para golpear hasta que esa piel de alabastro se rompiera por los azotes, pero si su cuerpo era espectacular en el vestido azul los ojos luminosos eran inolvidables, la palidez que su rostro adquirió cuando lo vio, hizo que sintiera ansiedad

¿Y si Mariko lo describió a esa trabajadora social? ¿lo reconoció como el marido abusador de esa joven de ojos amarillos?

Hasta que no la vio sentada en la parte de atrás con su hermana fue que respiro profundo, si lo hubiera reconocido entonces no estaría sentada tan campechanamente atrás y platicando como si nada hubiera sucedido.

Sonrió para sí mismo muy satisfecho, llevaba mucho tiempo buscando una platinada como ella para ese cliente tan complicado, solo debe corroborar si era natural su color de cabello y la única forma era desnudándola...

Como se iba a divertir con ella antes de entregarla, lástima que no iba a poder marcarla como quería, ese cliente odiaba que sus muñecas tuvieran marcas visibles, su sonrisa se volvió a un más cruel, el sabía hacer heridas que no se veían, gracias a Mariko aprendió como infligir dolor sin marcas...

Si definitivamente, no solo descubriría que había pasado con Mariko sino también se divertiría mucho y ganaría mucho dinero por ellas

La fortuna le estaba sonriendo otra vez, después de cinco años, por fin su suerte estaba cambiando

.....

Hola, hoy es día de elecciones en mi país y fue difícil votar pues donde me tocaba votar resultó estar a tres kilómetros de donde indicaba internet...😤😒😒😒

Pero ya una vez cumplido mi derecho a votar les subo el capitulo de este mes, quizá suba uno más... vamos a ver que pasa

Ya sólo me queda decirles feliz lectura!😄😄😄