Memorias

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En la oscura habitación, el hombre veía el exterior lleno de luces artificiales, pensando como las cosas pueden cambiar, adaptarse, destruirse y reconstruirse, la vida era un ciclo continuo de destrucción y renovación.

Le dio un sorbo a su bebida sintiendo como le quemaba maravillosamente la garganta, mientras el sujeto seguía viendo sin ver, perdido en sus recuerdos...

De un niño pobre, huérfano, que robaba para comer, para sobrevivir, de padres desconocidos, su primer recuerdo era el correr por las calles de su pueblo natal, cuidando a los animales de aquella granja, donde le inculcaron que todos debemos ser útiles, no importaba que tuviera solo cinco años, si quería comer debía trabajar, los golpes eran un recordatorio que la vida no es fácil ni justa...

Cuando fue lo suficientemente grande, cuando se atrevió a detener las golpizas, cuando empujó a su cuidador con tan mal (o buena) suerte se rompiera la sesera con una piedra, obligándolo a dejar esa única casa que conoció e internarse en las calles de San Fransokio, asustado, pero decidido a sobrevivir, realmente era el proceso de destrucción, la pérdida de una infancia feliz sustituida por una donde la piedad y la clemencia brillaban por su ausencia, donde la crueldad era la moneda del día a día, no era de sorprender que aquel joven extraño de ojos amarillos, fuera considerado un demonio y su cabello negro grasiento como la brea por lo que lo llamaban Pitch, nadie se había molestado en darle un nombre solo era uno más entre los niños que pasaron por ese purgatorio conocido como orfanato donde paso sus primeros años de vida.

Los demás niños le tenían miedo nunca habían conocido a un niño de pálida tez y ojos amarillos, parecía un demonio, como decía la señora que los alimentaba a base de agua y pan y muchos golpes en las manos cuando se abalanzaban por la comida.

Como le dolía recordar, se supone que ya no debería de doler, había sido parte de su destrucción, pero como todo en la vida hay tiempos de regeneración, la suya comenzó cuando quiso robarle a aquel hombre alto y musculoso que lo miro con los ojos azules más fríos que hubiera visto en su vida que lo miro con fría indiferencia, mientras estrujaba su mano flacuchenta, tenía miedo, por primera vez sintió miedo de verdad desde que había dejado el orfanato testigo del infierno de los pequeños que por desgracia llegaban a ese lugar.

Lo más impresionante fue la sonrisa de tristeza que le dedicó, al parecer un alma lastimada puede reconocer a otra, y así Sergei Frost hizo por él, Pitch, lo que nadie, le dio una casa, comida y protección.

Supo por boca de Sergei que eran casi de la misma edad, él solo menor por 3 años, pero al parecer Sergei tenía más vida por la vida que vivió en la calle desde los 8 años cuando se fugaba de la supervisión de su hermano Nicholas que luchaba por mantenerlo a raya, que evitara las malas influencias, pero ... ¿Qué podía hacer un muchacho de 16 años para cuidar a su hermano precoz de 8 años, sin sus padres? No mucho, como el mismo Sergei comentó.

A los 12 años el niño ruso ya era un experto francotirador sumado a su puntería natural, ya era un asesino muy estimado en la mafia rusa, además, ¿Quién desconfiaría de un niño, de enormes ojos inocentes? Pitch recordaba cómo se reía Sergei de esos recuerdos, ahora ya era un hombre de 21 años y el escuálido Pitch tenía 18 años con seis años de experiencia en la calle, sobreviviendo, solo, hasta ese día.

Sergei estaba en San Fransokio por asuntos de trabajo como le dijo, debía eliminar al incómodo Inspector Yukimura, quien era un grano en el trasero de la familia yakusa Kagami, pero la clave de su éxito como asesino era su obsesión por conocer a su presa, por esa sencilla razón era implacable, al conocer a su presa, era más sencillo poder cercenar esa vida.

Pero algo había salido mal, muy mal...

Pitch observó de cerca como Sergei cambió, su mirada antes fría ahora brillaba intensa, volviéndolo casi... humano, él tenía que reconocer que si hoy era lo que era fue gracias a ese sicario ruso, que lo sacó de la calle, lo alimentó, lo vistió, le enseño a leer, a escribir, a matar, lo único que le había pedido fue su ayuda... ¿y finalmente como lo ayudó? Delatándolo con el jefe yakusa. Sergei no iba a matar al inspector, le iba a perdonar la vida, él admiraba mucho a Sergei, pero no podía entender porque él prefería abandonar todo lo que tenía por una mujer...

Pasaron 7 años hasta que Pitch por accidente pudo contactarlo, para ese entonces, él ya había escalado dentro de la yakusa y los tatuajes que adornaban su cuerpo eran testimonio de ello, había adoptado el nombre de Homare Kyofu, para el mundo exterior el señor Kyofu era un empresario exitoso, un chico huérfano que se volvió millonario en la bienes raíces, pero para la yakusa solo era Pitch Black, tan oscuro como su nombre, que hacía honor a su apellido: miedo, eso era lo que infundía en los corazones de todo aquel que conocía, menos en el dulce corazón de su amada Kokoa.

Ahí es cuando el renacimiento y la dicha converge, solo en Kokoa, a los 3 años de la traición de Sergei, él ganando puestos dentro de la yakusa conoció a la dulce hija del jefe Kagami, así es, tuvo la gran fortuna que la hermosa e intocable hija del jefe Kagami, le correspondiera e hiciera latir, dándole vida a su marchito corazón, fue que entendió por fin por qué Sergei hizo lo que hizo, él mismo sería capaz de perdonar a su máximo enemigo si con eso Kokoa estuviera a su lado.

Cuando nació su pequeña Mariko, Pitch se sintió humano, pero no cualquiera, solo uno bendecido y afortunado, la vida era buena.

Pero como todo lo bueno, se acaba...

El inicio del nuevo infierno empezó curiosamente cuando pudo saber sobre la ubicación de Sergei, su esposa Yukiko y su hijo Jackobe, estaba muy indeciso sobre qué hacer, si decir donde localizarlo o callar, no podía olvidar que gracias al ruso, él disfrutaba la vida que tenía, tras pensarlo decidió que el destino decidiera, él no iba hacer nada para detener lo que pasara, si el destino decidía que era el momento que Sergei pagara por su pecados que así fuera, no le previno, dejo que fuera descubierto y mandado a ejecutar.

Cuando se enteró que solo el niño había sobrevivido, que había muerto 8 de los mejores agentes, tuvo que reconocer que aun después de 8 años de retiro Sergei no había perdido el toque y decidió ocultar que el niño había sobrevivido, al menos el chico tenía un tío que lo cuidaría, no viviría en un orfanato como él. Fue lo único que pensó sintiendo tristeza por su antiguo mentor, la sensación le duro... unas horas.

Pasaron los años y su hermosa Mariko ya era una señorita hermosa que se iba a la universidad, como cualquier padre estaba tan orgulloso de su niña, inteligente, noble, sensata... o eso quería creer.

Tanto Kokoa como él había decidido que su niña no supiera la verdadera vocación de su padre, mercader de armas y drogas; para la dulce Mariko su padre solo se dedicaba a las bienes raíces, esa era la razón de sus viajes constantes, la pequeña había decidió viajar a América para estudiar la universidad, para Pitch y Kokoa, fue triste dejar volar a su niña pero era parte de crecer... si hubieran sabido que nunca regresaría, quizá no lo hubieran permitido, los primeros dos años las llamadas fueron semanales, donde la joven Mariko les informaba los pasos que daba en su vida adulta, incluso les dijo que había conocido a un joven llamado Hans South, y fue cuando la destrucción volvió hacer acto de presencia en la vida de Pitch...

Hacia principios del tercer año de universidad de Mariko, los rehuía, decía que estaba muy ocupada con sus exámenes, con sus prácticas, Pitch pudo detectar notas de miedo en su voz, haciendo que las alarmas saltaran en su corazón por lo que mando a investigar qué demonios estaba ocurriendo con su niña y quien era el mentado Hans South.

Ojalá lo hubiera hecho desde el principio

Ojalá que no se hubiera confiado

Ojalá lo hubiera sabido antes

Antes que su niña desapareciera

Ya había pasado 5 años siguiéndole la huella a Hans South, 5 años presionando, ahora su amada Kokoa estaba agonizando, pidiendo volver a ver a su pequeña y esa noche él se encargaría de sacarle la verdad a ese maldito, Jack le había informado que ese malnacido estaba en una disco con dos jóvenes, posibles mercancías frescas, a él no le preocupaba ellas, solo lo quería a él, pero no quería testigos, así que ellas tendrían que ser silenciadas también...

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Hola, a todas, espero que les guste este capítulo, si les ha gustado y quieren un capítulo más la próxima semana, las reto a que busquen que significa los nombres que están en japonés, en estos días he tenido mucha inspiración y ya tengo dos capítulos más, pero seré un poco malvada...

Si me dicen que significa los nombres subiré los capítulos semanalmente.

Mimichans tú si lo sabes, así que estas... fuera, jijiji, lo siento amiga sería trampa si contestas

Ya sólo me queda desearles una feliz lectura y que lo disfruten😄😄😄😄

Te protegeré  (Jelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora