Capítulo 31 una difícil separación
Jack durmió profundamente con Elsa en sus brazos, pero lo despertó al sentir mucho calor a su lado, al despertar su asustó mucho, Elsa otra vez estaba ardiendo en fiebre, desnudo se lanzó a buscar el termómetro quien le marcó unos temidos 41°C, rápidamente lleno el yacusi con agua fría y sin más ceremonia se metió con ella en el agua fría, masajeando sus músculos para que la circulación se mantuviera.
Estaba más desesperado, la noche había sido mágica, nunca había dormido tan en paz para despertar en la pesadilla donde ella otra vez ardía en fiebre, temía que algo que hubiera hecho le generará ese problema, no podía negarlo más la amaba demasiado y le dolía la separación que estaba por ocurrir, pues ella había intuido muy bien la situación.
No podían estar juntos
Mientras él mantuviera ese nexo con los yacusas y si no quería repetir la historia de sus padres, escondiéndose, temerosos de que un día los encontraran, no, no podía exponerla más de lo que ya estaba, pues su querido tío Pitch aún no quitaba el precio a las cabezas de las hermanas Arendell, aún no sabía que había pasado entre Mariko y él.
Pero también debía saber quién ordenó la muerte de sus padres, pues si se sabía que él seguía vivo era el objetivo de un trabajo inacabado, añejo sí, pero inconcluso y eso duplicaría la recompensa para quién mate al hijo de Sergei Frost.
Y sumándole la situación sobre lo que ahora le pasaría a Hans, la mafia rusa no iba a estar muy contenta no pudo evitar que su cejo se frunciera de frustración y enojo, por esas razones no quería a ella cerca, no quería que la usaran para llegar a él. Tendría que dejarla en manos de Aiko, ella lo ayudaría a protegerla.
Después de mantenerla casi 30 minutos en el agua fría, la sacó para secarla y ponerle el camisón, el termómetro le marcaba 39°C, era el momento de darle el medicamento, pero seguía inconsciente, en esa ocasión, ni el agua fría la hizo reaccionar, necesitaba a su prima, pensó con aprensión.
Después de ponerse unos pantalones buscó el teléfono olvidado desde la noche anterior y maldijo la pila muerta, buscó el cargador para revivir el aparato mientras este cargaba la batería, en un intento disolvió la última pastilla en el jugo de naranja para podérsela administrar, debía bajarle la temperatura lo más pronto posible.
Con cuidado le intentó dar el medicamento, dándole con cucharadas, pensando la maravilla moderna de los medicamentos intravenosos, pues si estuvieran 100 años en el pasado es posible que Elsa ya hubiera muerto, en primer lugar, porque Baymax nunca les hubiera dicho dónde estaba el problema y los medicamentos no existieran, pero no quería pensar en eso, solo que, al no existir la forma de darle el medicamento por la vena, entonces necesitaban que la tomará con cuidado de no ahogarse.
Con gran paciencia le dio el medicamento poco a poco viendo como lo tragaba más por reflejo que por conciencia, no podía evitar decirle
-Vamos Chiai- decía angustiado- reacciona, preciosa, reacciona, despierta, me estas asustando, por favor Elsa, despierta
Después de darle la mitad del vaso, fue a verificar la pila, era muy poca, pero debía bastar para que saliera la llamada
Definitivamente ese día nada estaba saliendo bien, el teléfono de Aiko lo mandó a buzón en las cuatro veces que él le marcó, la angustia lo carcomía y se debatía: debía llevarla al hospital o esperar a que le hiciera efecto el medicamento, decidió tomarle la temperatura, si seguía igual de alta la llevaría al hospital si bajaba a 38°C, esperaría un poco más...
Honey estaba con Kokoa, monitorizando su posoperatorio, después de la agresiva quimioterapia para preparar su cuerpo para la medula de Yusuke, se veía débil pero estable, ese mismo día le pondrían la médula, ya había pasado casi una semana y el tejido que habían extraído de Yusuke se mantenía vital dentro del medio de cultivo mezclado con los tejidos de Kokoa, estaba eufórica, no había signos de rechazo, era el momento de realizar el trasplante y había sido exitoso, muy largo el proceso, pero exitoso. Solo esperaba que su otra paciente mejorara con las pastillas de dentroleno, pensaba mientras giraba indicaciones al personal de enfermería, ya en la puerta se dirigió a los vestidores para hablar con Yusuke, había intentado hablarle antes de entrar a la cirugía, pero le salía el buzón de voz, al parecer Yusuke olvido poner a cargar la batería del celular.
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Te protegeré (Jelsa)
RandomElla sabía que estaba en problemas, pero no en cualquier problema, ella y su hermana lo estaban; se maldecía a sí misma por no haber sopesado mejor sus ideas. El hombre maldecía interiormente la suerte que dominó la situación, precisamente su mayo...