Capítulo 23 ... y todo se descompone.
Al escuchar su verdadero nombre, sintió erizarse su piel, ya no había vuelta atrás
-No perderé el tiempo negando lo que se ve que sabes tío. - dijo despectivamente en japonés
-Si la tuviera, acabo de perderla- le contesto aún furioso- me alegró de que me conozcas lo suficiente para no hacerme perder el tiempo. Así que explícame cómo es posible que se te haya perdido la otra chica...
-Como te dije- contesto con el mismo tono- Kristoff me sorprendió me golpeó y se la llevó
-Si no te conociera, te creería, pero te conozco, sabes pelear mucho mejor que ese estúpido amigo tuyo, así que no insultes mi inteligencia con historias estúpidas...
-Si te crees tan listo, dime que paso- al momento de decirlo, se pateó mentalmente, una de las cosas que había aprendido era que jamás, jamás subestimar a Pitch y tenía la sensación de que lo había hecho- porque lo que te acabo de decir fue lo que pasó, tengo el reporte del hospital para confirmarlo...
- ¡Trae a la chica, Tora! – ordenó con aspereza Pitch al joven que había entrado en ese momento antes de volver a poner toda su atención en Jack- sé que le ayudaste a escapar, la razón, no la sé, no me queda claro, pues sé que la rubia te atrae
Jack se mordió la lengua, si le contestaba que no le gustaba, era confirmar que si le gustaba y no pensaba ponerla más en riesgo de lo que ya estaba
- ¡Que callado! - se mofó Pitch- ¿acaso te comió la lengua el ratón? Jackobe si no me dices como fue que escapó la chica pelirroja su hermana lo pagará...
-Ya te dije que pasó- dijo Jack con más dureza de la que esperaba, no quería que lastimaran a Elsa-... tanto si me crees como no... pero creo que ahora nos debe preocupar más saber dónde está mi prima, ¿no crees?
En ese momento miró a Elsa que lo miraba con espanto en la mirada, esta tan pálida como demacrada, el antiguo bonito vestido azul, ya se veía andrajoso, se le veía más delgada, su corazón se estrujo al verla en ese estado tan lamentable, rezó para que pronto pudiera liberarla.
- ¡Aquí está el periódico! - le dijo con dureza Pitch en inglés- ahora dime en donde está mi hija si valoras en algo tu patética vida y la de tu hermana...
Jack no podía decirle en ese momento que no temiera por Anna, ella ya era libre, pero no podía delatarse frente a Pitch...
-Tokio- fue la respuesta titubeante de Elsa- Mariko está en Tokio
- Entonces iremos a Tokio y si no está...
-Por favor quiero ver a mi hermana- fue la súplica de Elsa- ya hice lo que quiso, por favor, solo quiero verla
Pitch con un movimiento de mano, se acercó Tora y se llevó a volandas a una Elsa ya histérica, el encierro comenzaba a pasarle la factura, Jack estaba muy preocupado por ella y Pitch supo leer en sus ojos la profunda preocupación que lo embargaba por lo que tomó una decisión que haría que su querido sobrino se arrepintiera de haberlo conocido...
- Hay otra cosa que quiero que sepas, tío- dijo con frialdad Jack
- ¿Qué cosa sobrino?
-Me hice un análisis para donar médula, los resultados me los dan en dos semanas, quizá pueda donarle médula a Kokoa
Pitch quiso creerle, solo pudo asentir con la cabeza cuando Jack salió de la habitación, ahora mantendría bien vigilado a su antigua mano derecha, pues, aunque hubiese aceptado su verdadera identidad, aún no había dicho que estaba haciendo realmente allí, quién era realmente, el hijo de Sergei no sería un maleante más, de eso estaba seguro, pero ya el tiempo le diría que estaba pasando. Por el momento lo prudente seria que ya no estuviera con contacto con Elsa, de esa forma la idea que tenía en mente sería más...interesante.
Jack por primera vez en casi 6 años que tenía trabajando con Pitch fue que se permitió ver con detenimiento la foto familiar de aquel, no pudo evitar la lágrima que se resbaló al ver a Kokoa-Yuzuki, eran tan parecidas, casi idénticas, la diferencia estaba en los ojos, los de su madre eran grises y los de su tía eran azules. ¿Cómo fue que no se dio cuenta? Porque nunca quiso ver esa foto, no quería ver una familia y recordar su propia pérdida, como le gustaría conocer a su tía, tal vez ella desconociera su origen, pero era casi como ver a su querida madre, las cosas se estaban poniendo cada vez más difícil, como él había previsto.
Dentro de las cosas más difíciles fue que Pitch le prohibió ver a Elsa, quien era torturada con el audio que él había grabado y no podía decirle que su hermana ya estaba libre, habían viajado a Tokio en un avión privado con una Elsa inconsciente por la droga que le había administrado Pitch en persona, no le quitaba el ojo de encima, algo que ya había previsto, la única forma que tenia de comunicarse era a través de Aiko, su prima, hija de Yumiko, Anna estaba con ella y ya estaban en camino hacia Tokio, después de convencer a Norte que era seguro para ella viajar. Cuando liberaran a Elsa iba a necesitar ver a Anna para que pudiera recuperarse de aquella experiencia y Hans ya recibiría su castigo por haber maltratado a su prima, si antes lo despreciaba, ahora ya era personal, había maltratado a su prima y había puesto en peligro a la mujer que...
¡Alto ahí! Se regaño mentalmente, nadie se enamoraba bajo esas condiciones, ¿oh sí?, el sentía algo muy especial por la chica rubia, era valiente y fuerte, cualquier otro ya se hubiera roto desde la primera semana y ella había soportado, protegiendo su hermana pequeña a costa de su integridad física, si, la admiraba, pero no significaba que la amara, ¿o sí? Se rascó la cabeza frustrado por donde iban sus pensamientos.
A la semana de haber llegado a Tokio, recibió el mensaje de Aiko, su médula era compatible con Kokoa, decidió realizar la donación sin que Pitch supiera, aún estaba muy cabreado con él, así que prefirió demostrar con hechos, no con palabras que nunca seria como él, había dejado morir a sus padres, ahora él le daría vida a su tía, solo por ella, no por él...
El día que donó la médula, le dolía mucho la cadera, el procedimiento no era muy riesgoso, podía hacerse de forma ambulatoria, pero como dolía. Pero era obvio, como le explicó Aiko, es como si te hubieras roto un hueso, pues solo con ese pinchazo con esa fea aguja tan gruesa es como se podía aspirar la médula del hueso de la cresta iliaca, ahora debía tomar las analgésicos para mitigar el dolor, en ese momento admiró aún más a su tía que le hacían ese mismo procedimiento cada rato para observar la evolución de su enfermedad, sí que era fuerte, ahora esperaba que le ayudará a sanar y ayudará a Pitch a ser humano otra vez y no ese maniaco que a pesar suyo le daba miedo.
Esa noche tuvo un sueño muy raro, soñó que Pitch entraba a su habitación y le ponía un pinchazo en su brazo, ¡demonios! Otro pinchazo, ni en sueños lo dejaban en paz las agujas, después se vio caminando por los pasillos sintiendo una extraña excitación que le calentaba la sangre, era una excitación anormal que le alteraba la sangre y las neuronas, haciendo que la parte más primitiva de su cerebro tomara el control y esa parte exigía la satisfacción lo más pronto posible y para eso necesitaba a una mujer...
Llego a la habitación donde solo estaba un colchón en el suelo, las paredes también estaban acolchadas y estaba una chica con una camisa de fuerza y los restos de lo que era un vestido azul de fiesta. Dentro de su sueño quiso detenerse, pero el sujeto que estaba en su cuerpo no.
Tomó a la chica sin importarle sus gritos, sus súplicas
Que sueño tan raro, pensó al otro día, pensando que los analgésicos que tomó para su cadera eran demasiado fuertes, prefería aguantar el dolor a tomarlo, hasta que observo dos cosas que hicieron que su sangre se helara en sus venas, la primera era que en el brazo donde había soñado que le habían puesto el piquete estaba la marca del mismo y segunda no estaba en su habitación, estaba en la habitación acolchada de Elsa, quien dormía en un rincón en posición fetal lo más lejos de él.
¿Qué diablos le había hecho a la mujer que amaba? Pensó asqueado y espantado
*****
Feliz cumpleaños a mi 😄
Feliz cumpleaños a mi🤣
Les pondré el siguiente en la noche para celebrarlo... feliz lectura 😙
ESTÁS LEYENDO
Te protegeré (Jelsa)
RandomElla sabía que estaba en problemas, pero no en cualquier problema, ella y su hermana lo estaban; se maldecía a sí misma por no haber sopesado mejor sus ideas. El hombre maldecía interiormente la suerte que dominó la situación, precisamente su mayo...