Capítulo 24 una aliada
Los linfocitos B que observaba en el microscopio se observaban tan hermosamente blancos tan perfectos en su simetría de su núcleo y citoplasma, estos estaban aún inmaduros, hacía falta del estimulador de linfocitos B para que maduraran y crearan los anticuerpos que defendían al organismo de infecciones específicas, la base de las vacunas reflexiono la joven con grandes ojos verdes que miraba por el microscopio la laminilla de un paciente que se recuperaba de un linfoma, al parecer con mucho éxito.
Cuando cambio la laminilla identificada como K. Kyofu no pudo evitar sentir tristeza, era un caso realmente frustrante para ella como médico hematóloga oncóloga clínica, que a base de la quimioterapia intentaba salvar la mayor cantidad de vidas que podía. Con otro triste suspiro, colocó la gota de aceite en el cubreobjetos para colocarlo bajo el microscopio y observó con preocupación como las células PopCorn seguían mezcladas con los linfocitos B y al hacer su búsqueda más minuciosa encontró las células de Redd-Sternberg.
-Ay, demonios
Maldijo en voz baja, malas noticias, la última quimio no estaba funcionando, al parecer el Hodking que aquejaba a la paciente era más agresivo de lo que pensó, mirando al vacío su cerebro buscaba la manera de encontrar como ayudarla y al parecer el siguiente paso era la inmunoterapia y de ser posible el trasplante de médula, pero no había compatibilidad, ya le había dicho al esposo de su paciente sobre la necesidad de familiares directos, padres, hermanos, hijos, alguien cercano...
Desde esa plática ya había pasado seis meses, y muchas otras cosas habían pasado en ese lapso, como lo era su ayudante Nanao que desde hacía tres meses ya compartían casa, como la misma Nanao decía, no le gustaba vivir sola, además tenían muchas cosas en común.
Ambas eran de madres japonesas, ella se apellidaba Miyazaki porque su padre era nipón-estadounidense, por parte de padre japonés y madre americana, de esta abuela decían que se parecía muchísimo por lo que le decían Honey, aunque ese no era su verdadero nombre, y el único en decirle por su nombre japonés era su primo Yusuke.
Así Honey se sentía identificada con la joven Nanao, porque era muy joven con apenas 23 años pero con una experiencia de vida enorme, pues aunque Nanao no confiaba en ella, Honey era parte del tren, ella era una estación de recuperación, donde ayudaba de manera anónima a que esas mujeres pudieran auto descubrirse, recuperar su dignidad maltratada y que se reintegraran a una vida social, Nanao tenía algo que la hacía más especial que las otras pasajeras que ella había ayudado, y no solo era porque eran de madres japonesas, aunque no le hablara de su padre, tenía algo que la hacía sentir más cercana a ella y Honey tenía la paciencia para esperarla y seguirla ayudando en su recuperación.
Por otro lado, no pudo evitar pensar en su propia historia familiar, su madre ya había muerto, precisamente de la misma enfermedad de su paciente K. Kyofu, el linfoma Hodking, casi con las mismas características, las células PopCorn y las células Reed-Sternberg. Demasiada casualidad y cuando quisieron buscar donadores su madre se opuso a que buscaran su familia japonesa, se imaginó la joven Honey de 15 años que era por su matrimonio con su padre un hombre mitad japonés por padre y madre estadounidense, pero no. Su madre al final de su vida le habló sobre su padre, ósea su abuelo el inspector de policía que había sido marcado por los yakusa y su tía la hermana mayor se había sacrificado o eso pensaba su madre, al casarse con el verdugo contratado para darle muerte, todo eso había ocurrido cuando Yumiko tenía su edad, 15 años.
Su madre se había sentido culpable pues ella le había hablado a su padre de una chica que se hacía llamar Kokoa Kagami que era idéntica a su hermana mayor Yukiko, después de eso, su vida había cambiado radicalmente, pues fue enviada a Estados Unidos con unos parientes y se le prohibió regresar a Japón, después supo de la muerte por infarto de su padre, supo del matrimonio de su hermana, así como de su muerte pues un ruso muy amable la había contactado cuando ella tenía solo 2 años y supo de la existencia del hijo de Yukiko que había sobrevivido y tenía por nombre Yusuke, el otro no lo mencionaba, quería olvidar que ese niño tenía una mitad rusa, esa mitad que había condenado a muerte a su familia, pero ahora que pronto moriría se sentía culpable por haberle negado un primo, Honey le dijo a su madre que ella era feliz como hija única, pero su madre le pidió que buscara a su primo y que regresara a Japón para conocer parte de la herencia que ella no le pudo enseñar.
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Te protegeré (Jelsa)
RandomElla sabía que estaba en problemas, pero no en cualquier problema, ella y su hermana lo estaban; se maldecía a sí misma por no haber sopesado mejor sus ideas. El hombre maldecía interiormente la suerte que dominó la situación, precisamente su mayo...