Capítulo 22 | DECISIONES

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Grecia estaba tan concentrada y con la vista fija sobre el libro que no se dio cuenta de que estaba siendo observada desde la distancia.

El hombre tenía la vista fija en la chica regordeta que parecía todo menos una super modelo; él creyó al principio que sería fácil llevar a cabo su plan, pero jamás imaginó que la chica fuese a ser una plus size.

—¿Es ella? —preguntó, señalando con la barbilla el lugar en donde estaba Grecia.

—Sí, ella es la señorita Martinelli —aseguró el chico—. Siempre está aquí a la misma hora, usted me pidió que le llamara en cuanto ella llegara.

—Muchas gracias —dijo, dándole un billete de cien y caminando hacia ella.

Tenía que ser rápido si quería conseguir la cancelación de la boda, por más que se dijo una y mil veces que lo hacía para vengarse, la verdadera razón era que, no podía permitir que su amigo terminara en el mismo infierno en el que él estuvo sumergido.

La chica ni siquiera se percató de su presencia, estaba tan concentrada en el libro, que parecía ser más importante que todo lo que sucedía a su alrededor.

Ahora entendía la razón por la que su amigo había caído.

—Hola —saludó, haciendo que ella levantara la vista y lo mirara.

Hermosos ojos avellanados se encontraron con los suyos.

—¿Eres Grecia, cierto? —La castaña asintió, mirándolo con cautela y desconcierto—. Sé que no sabes quién soy, pero yo sé perfectamente quién eres tú, y me gustaría que me permitieras hablar contigo por unos minutos.

—Lo siento, pero ya es un poco tarde y debo irme... —el desconcierto y temor eran evidentes en sus ojos y en su tono de voz.

—Espera, Grecia —dijo, tomándola del brazo.

—De verdad, no sé quién es usted y no me interesa lo que tenga que decirme.

Con la desesperación apoderándose de él, la jaló del brazo, haciendo que ella gritara y llamara la atención de todos los presentes.

—¡Suélteme! —pidió, mirándolo con miedo.

—Por favor, escúcheme, le prometo que solo serán unos minutos.

Ella se soltó de su agarre y volvió a emprender su salida.

—Soy amigo de Adam Taylor —soltó.

Grecia se detuvo y giró para encontrarse con los ojos del hombre desconocido.

—¿Qué? ¿Conoce a Adam?

—Sí. Hace tiempo que fuimos amigos.

Ella lo miró sorprendida y un poco desconfiada. No sabía si aquel hombre estaba diciéndole la verdad o si le estaba mintiendo, pero quería... necesitaba saber de Adam, hacía ya mucho tiempo que él se había ido de Bahía Azul, llevándose su corazón con él.

—¿Qué es lo que quiere? —interrogó.

—Quiero que canceles tu boda, Grecia.

La sinceridad y franqueza con que dijo aquello, tomó a Grecia por sorpresa, sintió que todo su mundo se balanceaba de lado a lado.

—No puedes casarte —prosiguió el hombre—. Tú no estás enamorada de ese hombre, tú al que realmente quieres es a Adam.

—Tiene que estar bromeando —manifestó—. Así que yo me voy.

—No es ninguna broma, tú estás enamorada de Adam así como él está completa y totalmente enamorado de ti.

Al escuchar esas palabras, su corazón comenzó con un golpeteo contra sus costillas, como si intentara salirse de su pecho.

TKO [Knockout Técnico]© |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora