Capítulo 36 | VALIENTE

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No podía hacerlo.

Sintió que el mundo se le venía abajo cuando miró a la mujer que acababa de llegar.

¿Cómo olvidarla? Ella era todo lo contrario a Grecia. Tenía un cuerpo de infarto y rostro de súper modelo. La primera vez que la vio supo que sería una batalla perdida competir contra ella, y ahora, estaba a solo unos metros de distancia, luciendo un hermoso vestido amarillo estilo japones, con bordado de flores. El cabello recogido en una cola bien estilizada.

Grecia agachó la mirada y curvó los dedos de sus pies. —¿Dónde está el baño? —le preguntó a Alena.

—Oh, puedes ir al de mi recámara o al de la habitación de Adam, la cual queda subiendo la escalera por el pasillo de la derecha, la tercera puerta.

—Gracias —musitó, caminando hacia la salida.

Subió las escaleras y ubicó la habitación de Adam, pasó directo al baño sin prestar atención a la recámara, solo quería ser capaz de silenciar su cerebro. Una vez en el baño, ella comprobó su propio reflejo en el espejo e hizo una mueca al recordar lo elegante y hermosa que se veía la ex de Adam. No podría ganarle una competencia si se lo propusiera.

Ella llevaba un vestido estilo Jackie en color turquesa, no había encontrado otra prenda que se viera elegante y quería dar una buena impresión a los padres de Adam, pero ahora, viéndose en el espejo y recordando lo hermosa que se veía aquella mujer, ya no se sentía tan confiada de su elección.

Concéntrate Grecia. Se dio un golpe mental tratando de evitar que sus pensamientos se desviaran a la inseguridad y el desasosiego. ¿Qué importaba cómo se veía la ex de Adam? Él le pertenecía a ella. Estaba con ella y lo más importante, él la amaba a ella. A Grecia, no a Lauren.

Inhalando una bocanada de aire, lo dejó salir lentamente y se enderezó, porque, ¿qué demonios hacía en el baño dejando a su hombre solo en esa jauría de mujeres hambrientas? Definitivamente iba a tener que darse un buen golpe en la cabeza porque nadie en sus cinco sentidos haría tal cosa. Ya había pasado por muchas cosas en su vida, había perdido personas importantes y muy queridas, esta vez no iba a permitir que la separaran de Adam.

—¿Grecia? —el suave toque en la puerta la hizo dar un salto.

Abrió y se encontró con los ojos de Alena. —¿Estás bien? —preguntó su cuñada.

—Sí, es solo que...

—Oye, lo lamento, no sabíamos que mamá la había invitado —interrumpió, mirando a Grecia con disculpa.

—Está bien.

Alena asintió. —No dejes que te intimide —aconsejó—. Lauren es una perra y tú no debes olvidar que mi hermano te ama.

Con eso, se dejó guiar por Alena y juntas bajaron nuevamente a la recepción, parecía que los Taylor se habían olvidado de decirles que tendrían una fiesta en casa, porque después de la presentación, más gente comenzó a llegar.

—Discúlpame un momento —se excusó Alena, dejándola sola.

Caminó hacia un rincón y trató de encontrar a Adam, pero no lo vio por ningún lado, pero, así como él no estaba entre la gente, tampoco lo estaban sus padres, probablemente estuviesen hablando con él, se dijo.

—Bonita fiesta, ¿no lo crees? —habló una voz femenina.

Grecia giró y se encontró con quien menos se pensaba. Allí, al lado de ella se encontraba Lauren Roth en todo su esplendor.

—Es increíble como las cosas malas cambian a peor —murmuró la mujer, mirando a Grecia con gesto despectivo—. Aunque, no creo que vaya a durar mucho.

TKO [Knockout Técnico]© |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora