Capítulo 41 | REENCUENTRO

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«Cinco Semanas Después...»

Con una sonrisa en la cara, Adam respondió la llamada y se dejó caer en la cama, soltando un suspiro.

—Hola cariño —dijo, esperando la respuesta de ella.

Una exhalación. —Hola, ¿qué tal va todo por allá? —preguntó.

—Bien, acabo de llegar al hotel —respondió, con un tono que indicaba felicidad.

Desde que habían solucionado el pequeño problema del divorcio, no se habían separado ni un segundo; pero todo lo bueno tenía que terminar, y ahora, mientras él se encontraba en California, ella se había tenido que quedar en México y estar separados de esa forma, no le sentaba bien a Adam.

Vivir solo con los recuerdos de las noches que pasaron juntos, de los besos tan apasionados, de la forma en la que ella se sentía a su alrededor... sacudió la cabeza, alejando esos pensamientos eróticos porque si seguía por ese camino iba a terminar con un severo problema de bolas azules.

—Diane me dijo que planea ir a visitarte —dijo, intentando calmar su libido.

—¿En serio? Me encantará tenerla por aquí, supongo que todavía sigue herida por lo de Jeremy —murmuró.

—Sí, pero creo que lo superará... poco a poco.

Un silencio.

—¿Grecia? —habló.

—¿Mmmm?

—¿Qué estás haciendo?

—Oh, estoy terminando un trabajo de la universidad, debo entregarlo mañana a primera hora.

—No te estreses, seguro que el profesor o la profesora entenderán.

—Lo sé, pero es que es algo urgente e importante para mí, se trata del concurso y...

—¿Así que decidiste aceptar? —inquirió.

—Sip. Pero no me estoy sintiendo muy segura ahora, ya sabes, la inspiración se me ha ido.

—Intenta pensar en mí, soy tu marido, así que debo ser tu inspiración.

Ella suspiró, lo que provocó una sonrisa en los labios de Adam.

—Pienso en ti, en cada momento, a cada segundo... y no creo ser capaz de poner sobre la hoja esos pensamientos, probablemente me envíen a una clínica psiquiátrica.

—¿De verdad? —preguntó—. ¿Qué tan sucios son?

—Adam —un temblor en su voz.

—Vamos, cariño... dime algo sucio. Dame algo con lo qué entretenerme... el sexo telefónico es bueno de vez en cuando.

—¿Recuerdas aquella vez en la ducha? —preguntó.

—¿Cuál de todas las veces? —inquirió—. Debe ser más específica, señora Taylor.

El suave sonido de su risa lo desequilibró. —Cuando tú me empujaste contra el azulejo y tus dedos...

—Sé a dónde vas —interrumpió—. ¿Eso te gustó?

—No sabía que se podía ser así de rudo.

—Créeme, puedo serlo aún más.

—¿Sí? —preguntó y Adam pudo asegurar que estaba sonriendo—. Esta mañana, mientras estaba en la tina, cerré los ojos y recordé lo que me hiciste; estaba tan caliente que, llevé mis dedos a mi entrepierna y froté tan enérgicamente que...

Oh, mierda —un sonido estrangulado brotó desde lo más profundo de su garganta—. Espera, ¿dónde estás?

—En casa.

TKO [Knockout Técnico]© |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora