capítulo seis.

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Le pedí a Yoongi que me buscara en la parada frente al parque donde me recogió la noche anterior. Le dije a Jin y Tae que volvería pronto y que sólo quería conocer la zona, no quise contarles nada sobre Yoongi porque después de lo que había ocurrido no me sentía más cómoda que antes.

Estaba sentada en la banca de metal, miraba de vez en cuando la carretera esperando ver el auto de Yoongi cuando un autobús paró frente a mí y un montón de personas salieron del vehículo, justo en medio de todos, lo vi.

Su cabello negro y liso volaba debido al aire, su piel brillaba más que la de otros y su camisa a cuadros y pantalones de mezclilla lo hacía resaltar aún más. Miró a su izquierda unos segundos, luego volteó a la derecha y finalmente, como si fuera yo a quien buscaba, me miró... lo miré...

Tenía el ceño fruncido por la luz del sol que le pegaba en la cara pero eso no le impidió regalarme una sonrisa encantadora, su semblante me enterneció y le devolví el gesto. Se acercó a mí y yo me puse de pie, quedamos frente a frente, no sabía que decir, sin embargo, nunca nos dejamos de sonreír.

—Hola.

—Hola —saludamos al mismo tiempo, ambos reímos por la acción.

— ¿Dónde está tu auto? —pregunté, fue lo mejor que se me ocurrió decir.

—Vaya, creí que aceptabas salir conmigo porque te parezco interesante, pero ya veo que sólo te interesa mi auto —rio mientras metía sus manos a los bolsillos delanteros del pantalón.

—No —reí—. Perdón si sonó así, sólo que te esperaba en el taxi como siempre, es todo.

—Pues te lo dije, me dieron el día, el taxi no es mío así que tuve que dejarlo en la agencia —explicó, yo sólo emití un 'oh' pequeño—. Además, ¿qué clase de caminata por la ciudad tendríamos si llevamos un coche? No pienso batallar buscando un lugar de estacionamiento.

—Tienes un buen punto —sonreí.

—Bien, vámonos —sacó su mano izquierda del bolso y señaló con ella en la misma dirección, cómo si me estuviera otorgando el paso, y así lo hice.

Avancé a su lado derecho hasta el final de la calle, donde cruzamos y giramos después, él me cambiaba constantemente evitando que yo fuera del lado de la carretera, estuvimos así un buen rato.

A diferencia de Jin, Suga siempre tenía algo que decir durante el trayecto, eso ocasionaba completo entretenimiento entre nosotros, él era divertido, carismático, casi siempre reía y nunca me cansaba de escucharlo.

Paramos en la entrada de un café justo en una esquina de la calle, Suga me abrió la puerta como todo un caballero y yo pasé, me dijo que escogiera la mesa que quisiera mientras él pedía para los dos, yo de inmediato fui a una que estaba pegada a la ventana, con vista a la plaza cruzando la avenida.

Yoongi volvió conmigo y se sentó en la silla de enfrente.

—Te gustó la ventana —afirmó.

—En realidad, disfruto de todo tipo de vistas.

—Ya veo, tienes buenos gustos —me miró a los ojos fijamente—. Nos traerán las bebidas en unos minutos, te pedí un café con un corazón de leche sobre él y un pastelito de nuez.

— ¿Y para ti?

—Lo mismo, sólo que mi café llevará un pequeño gatito.

Nuestro pedido llegó, Yoongi agradeció y me acercó mi taza y mi plato. Miré el café y tal como él lo pidió, tenía un corazón blanco y pequeño en el medio seguido de más corazones de distintos tonos de café, todo formaba un enorme corazón en toda la taza.

caught in a lie | Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora