—Oh, niña, no sabes en lo que te estás metiendo. Voy a aceptar, pero no quiero trucos, si no me das ese dinero voy a tener que cobrármelo de otro modo y no te va a gustar.
Solté una carcajada cuando Taehyung terminó de imitar a Jimin, haciendo una voz extraña y recreando el agarre que había ejecutado. Le había insistido que me contara lo que había dicho desde que subimos al auto, él finalmente decidió hacerlo cuando un semáforo se puso en rojo.
—No sé de qué te ríes —agregó—, me dio mucho miedo ese sujeto, ¿qué si te hacía algo? Tenía los nervios de punta, te lo juro.
—Me rio de ti —golpeé su hombro con cuidado—. Él no iba a hacerme nada, me necesita.
—Necesita tu dinero —espetó, el semáforo cambió a luz verde y aceleró.
—Me necesita si quiere que le dé el dinero.
—No entiendo por qué estás haciendo todo esto, quiero decir, lo conociste ayer ¿no?
Cierto, Taehyung no sabía que llevaba casi tres semanas en el país. Desafortunadamente, me vi obligada a seguir la mentira de Jin en su momento y después de la confesión de Taehyung me arrepentí que haya sido así. Pensé un rato en qué responderle, no podía dejar que me descubriera.
—Lo que pasa es que me enamoré de él —solté sin rechistar—, me enamoré perdidamente de sus ojitos y su boquita y pues quiero estar con él ¿sabes? Incluso si tengo que darle dinero para que eso pase, no importa.
—Eres muy atrevida —rio—. Sé de personas que dejan notas de amor o escriben canciones, pero nunca había escuchado que alguien pague por otra persona.
— ¿Qué me dices de la prostitución?
—Eso es sólo sexo, Candace, tú no quieres sexo, créeme.
— ¿Por qué estás tan seguro?
—Porque si así fuera se lo hubieras propuesto y ya, pero no; la señorita prefiere un buen danzón antes que una noche de pasión —dijo y ambos reímos—. Si me permites, yo creo que estás un poco loca.
—No eres el primero que lo dice.
Taehyung aparcó el auto frente a la casa, desbordamos y nos encaminamos a la entrada, él delante de mí. Cuando el castaño abrió la puerta, entró dejando su chamarra en el pechero y fue en dirección a la cocina, yo entré justo después cerrando la puerta a mis espaldas.
El chico ya se veía un poco mejor pero no podía dejar pasar desapercibida su actitud fastidiada y de cansancio, me ofrecí a prepararle un café, no se negó.
El reloj marcaba casi la media noche y Taehyung y yo nos encontrábamos en el sillón de la sala, cada uno con una taza de barro, viendo un anime de su elección en el televisor. Un capítulo de lo que dijo era One Piece fue suficiente para que se quedara dormido. Llevé las tazas al fregadero, terminé por lavar todos los platos y fui a mi habitación, apagando las luces que me encontraba en el camino.
*
El sonido de un cristal rompiéndose hizo que abriera los ojos de golpe y respingara en la cama. Me incorporé inmediatamente y salí del cuarto, bajé por las escaleras lo más rápido que pude y corrí hasta llegar a la cocina, encontrándome con pedazos de vidrio frente al fregadero, a Taehyung junto al marco de la puerta y a Jin a unos centímetros del cristal en el suelo.
Los miré, primero a uno y luego al otro en busca de alguna respuesta.
— ¡Genial! —Exclamó Jin riendo con cinismo—, aquí tienes a tu salvadora —me señaló con ambas palmas abiertas.
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caught in a lie | Park Jimin
FanfictionPor un problema con la aerolínea, Candace Mint se ve obligada a pasar una noche en Busan, sin equipaje y sin pila en el celular. En una búsqueda de comida entra a un bar, donde después de un par de tragos posa su vista en un bailarín, pone atención...