capítulo siete.

280 25 1
                                    

—Candace, el desayuno está listo —la voz masculina al otro lado de la puerta, acompañada de un par de golpes, llegó a mis oídos como un eco que poco a poco se fue clarificando.


A pesar de que fue la única vez que llamó, bastó para que yo abriera los ojos por completo. Tenía vista hacia la puerta por la forma en la que estaba acostada, el cuarto estaba un poco oscuro debido a las cortinas recorridas, pero aun así se podía ver todo claramente.

Jin me había otorgado un cuarto de visitas pequeñito al fondo del pasillo. Tenía una ventana, una cama que estaba hecha de pallets, un pequeño mueble de plástico junto a ella y unas cajas en la esquina que yo no tenía permitido revisar. Las paredes estaban tapizadas con un papel con flores tipo mándalas muy claras.

Me di la vuelta en el colchón para tomar mi teléfono debajo de la almohada y revisé la hora, las seis con quince minutos. Me levanté de golpe por la hora, era demasiado temprano para para mí y hubiera vuelto a dormir de no ser porque Tae me había llamado o porque simplemente que una vez que despertaba ya no podía volver a conciliar el sueño.

Salí de la habitación mientras recogía mi cabello en una cebolla alta, bajé las escaleras y fui directo a la cocina donde Tae ya se encontraba comiendo en la desayunador.


—Buenos días —saludé despacio.

—Buenos días, Candace —me respondió Taehyung sin mirarme—. Lamento si te desperté muy temprano pero tengo que irme al trabajo pronto y cociné para ambos.

—No te preocupes, no me molesta. Gracias —me acerqué a su lugar, ya había un plato servido junto a él, me senté y tomé los palillos para empezar a comer, gusto que me duró casi nada porque termine usando la cuchara debido a mi inexperiencia—. ¿Jin no desayunará con nosotros?

—No regresó desde ayer, te dije que pasa muy poco tiempo aquí, hoy no vendrá en todo el día —respondió llevando una porción de comida a su boca.

—Oh —atiné a contestar.

—No te preocupes, volverá mañana —me sonrió, yo traté de devolverle el gesto pero no me salió tan natural como esperaba y él lo notó—. ¿Qué pasa? ¿Todo bien? Desde que llegaste ayer te noto rara.


Tomé comida y la metí a mi boca sólo para tener oportunidad de pensar que responder. Tenía la ligera esperanza de que ni él ni Jin me hicieran ese tipo de preguntas, afortunadamente cuando regresé Jin ya no estaba pero traté toda la noche de que Taehyung no se diera cuenta de mi estado de ánimo pero me fue demasiado complicado disimular mis gestos o mi tono al hablarle durante la cena.

Después de perder a Park, volví a la plaza donde comenzó todo, Yoongi ya me estaba buscando y cuando me encontró sólo mencionó lo preocupado que había estado por mí y porque había pensado que me había perdido o algo similar, me sentía apenada con él por dejarlo solo pero él mostró descuido justificando que yo estaba muy emocionada por esas cosas más que él. No discutí nada más. Me acompañó al parque de vuelta, hablamos un poco sobre porque había dejado el motel y después de inventarle algo se fue; caminé hasta la casa de Jin, no pasaban de las siete de la tarde pero ya era oscuro, llegué casi sin problemas, Tae me informó que Jin se tuvo que ir para trabajar mañana temprano pero yo sabía que él tenía que ir a trabajar al bar esa noche.

Tenía sentimientos encontrados, me sentía frustrada por haberme equivocado de hombre, me sentía confundida por las mentiras y actitudes de Jin, me sentía realmente mal por participar con él para engañar a Tae y me sentía aún peor por no contarles nada sobre Yoongi. Aquí, ambos estábamos mal.


—Está claro que te encuentras ida, como triste —dijo Tae al darse cuenta de que yo no tenía intenciones de responder—. Mira, habrá una fiesta más tarde, una especie de evento con entretenimiento con máscaras y así, me parece que sería una buena distracción para ti.

caught in a lie | Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora