epílogo.

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Candace.

Perdona que suene a secas, pero en realidad, no sé si te mereces que te llame "querida".

Trataré de que esto quede corto, así, por lo menos podría estar seguro de que lo vas a leer todo y no te aburrirás o simplemente pasarás de mí... como lo hiciste todo este tiempo. ¿A quién engaño? Es obvio que no te importará en lo más mínimo, esa es una buena razón para odiarte.

Claro que, el odio que te tengo es nada comparándolo con el que me tengo a mí mismo.

Pensé tanto en cómo empezar y en mi cabeza resonaba tu dulce voz diciéndome cualquier estupidez como "por el inicio, Jimin". No puedo creer que después de lo que hiciste siga gustándome como suena que tú me llames así y peor aún, que te esté haciendo caso como siempre, que aun así tengas ese poder sobre mí. Lo detesto tanto.

Ese es el inicio, Candace, le doy comienzo a mi despedida diciendo las cosas que siempre quise decirte pero no lo hice ¿por miedo? No, más bien, por querer esperar. Esperé el momento indicado para poder sacar lo que sentía por ti, ¿qué momento podría ser mejor que por fin hacer el amor contigo? Ahora, no sé si sentir que fue lo correcto hacer eso o si era mejor no abrir la boca nunca.

Me dejaste ahí, solo, y no podía entender muy bien por qué pero aun así, traté de ser comprensivo, ni siquiera pensé en mí o en el dolor tan horrible que sentí en los huevos, sólo tomé una ducha y te esperé.

No llegaste y al amanecer comencé a formular un buen de razones muy buenas de por qué no lo habías hecho y así me mantuve todo el camino a tu casa... pensando por qué te habías ido... la pasé muy mal echándome la culpa de todo, fue por mi enorme bocota, por mi cuerpo, tal vez porque no te gustaba de esa forma... quizá era muy poco para ti y me dolía pensar en ello pero me dolió más entrar ahí.

En serio, deseo que eso no hubiera pasado, ojalá no hubiera ido u ojalá no hubieras estado ahí, pero eso no sucedió... por eso, cuando te vi, cuando te escuché, no supe qué hacer o qué sentir, sólo, me puse muy mal, no podía ver más... no soy el tipo de hombre que busca problemas, lamento que pensaras que era así, pero por eso no entré, no dije nada, no tenía derecho a nada... sin embargo, me dolió.

Durante estos meses me convencí de que no debía sentir nada por ti, me decía una y otra vez que no perdiera el tiempo contigo, que me alejara, que no era una buena idea... pero no podía controlarme, necesitaba de ti, y cuando me di cuenta de que eras como él yo no supe que hacer, ¿qué se supone que haría?, todo el tiempo estabas ahí, me seguías, me buscabas, estabas ahí... puedo decir firmemente que me salvabas, lo hacías de muchas maneras, me salvabas de mí mismo, de mi pasado, mis sentimientos... hubo ocasiones en las que sentía que no te merecía, porque te trataba tan mal y aun estabas aquí, conmigo. Me hiciste darme cuenta de que no había cambiado, de que muy dentro de mí aun existían pedazos de lo que solía ser antes de esta tristeza y lo sacaste, me hiciste feliz, me hiciste creer que podía volver a ser feliz, hiciste que dejara de aferrarme al pasado y en serio sentía que todo te lo debía a ti. Sentía que gracias a ti estaba bien o que podía estarlo, me dabas paz, me hacías sentir querido, y aunque muchas veces traté de huir de ti no te rendiste conmigo y entonces fue que sentí que también me amabas... pero ahora no sé qué pensar de eso, ¿fue todo una mentira? ¿Cómo puedo librarme de ella? ¿Cómo diablos podría pensar en ti siendo la mala de esta historia?

Candace, siempre te quise, siempre quise saber qué viste en mí que, hasta apenas hace unas horas, creía que no veías en nadie más. Siempre me pregunté cómo alguien como tú podría fijarse en alguien como yo, un miserable bailarín sin futuro, sin metas, sin ni siquiera un propósito o algo por lo que sentir que merecía seguir vivo... claro, eso se reconfortó cuando te conocí. Tú eras una muy buena razón.

No sé por qué lo elegiste a él, me duele que no haya sido yo... pero me lleva a preguntarme muchas cosas: ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿quién era él? Ni siquiera le vi la cara, pero puedo jurar que es más apuesto que yo, cualquiera lo es...

Lo que dije anoche era real, te amo, pero esto también lo es: te odio. Nunca había sentido esto por alguien, ni siquiera sabía que era posible odiar y amar a alguien al mismo tiempo, sólo sé que me has roto el corazón y que no quiero saber nada de ti, ni de tus amigos, ni de esta vida... todos han sido unos malditos mentirosos, y tú más que ninguno, me usaste y me lastimaste, no quiero tus disculpas, ni tu arrepentimiento, en serio, ahora más que nunca deseo que no volvamos a vernos... y sólo para asegurarme de que eso pasará, he decido que haré eso que quise hacer desde que mi hermano murió, eso que realmente me traerá paz y tranquilidad, eso que me ayudará a librarme del dolor eterno que llevo en mi corazón. Hoy más que nunca, quiero morir... te juro que lo voy a hacer.

No me busques, no vas a encontrarme.

Espero que después de esta vida, no pueda amarte más.

Jimin.

caught in a lie | Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora