capítulo cincuenta.

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—Eres una perra —escupió Seokjin en voz baja, con rabia, completamente ardido por mis palabras.

—Seokjin —lo llamó su novio.

—No, Tae, no voy a callarme lo que pienso de esta... —me echó una mirada de arriba abajo—, lo que quiera que sea ella —concluyó.

—¿Cuál es tu maldito problema? —grité con desesperación. La situación estaba volviéndome loca, estaba harta, quería irme de una vez por todas pero, como siempre, mi necesidad de saber y saber las cosas me mantenía ahí.

—¡Jimin es mi amigo! —Increpó Jin, levantando de su asiento por fin, con los ojos rojos por haber llorado y la vena del cuello saltarina. Su rostro estaba colorado y su mandíbula apretaba con fuerza todos los dientes, me imaginé un escenario en el que todos salían volando debido a la presión—. ¡Lo engañaste!

—No es verdad —mascullé con firmeza.

—Si lo hiciste, Candace.

—Taehyung —lo miré, dolida—, ¿cómo te atreves a decir eso?

—Porque Jimin también es mi amigo. Tú eras mi amiga...

¿Era?

—Nos mentiste a todos aquí —completó Jin—, nos convenciste de que le querías y te ayudamos, maldición, ¡yo te ayudé! Te di información, apoyo, estadía aquí; todo para que consiguieras algo con él.

—Pero fue un capricho, ¿no es así? —Taehyung se acercó con las manos metidas en sus bolsillos, caminó con lentitud y se posó cerca del sillón, pero no de Jin.

—¿Qué quieren que les diga? —Me encogí de hombros—. Esa es la verdad, nunca quise a Jimin...

—Dijiste que estabas enamorada...

—¡Pues te mentí! Mentí, ¿de acuerdo? —grité, completamente fastidiada y presionada—. Necesitaba que creyeras eso, Tae, porque ¿de qué otra manera podría conseguir que me ayudaras?

—Estoy seguro de que si hubieras dicho la verdad, lo habría hecho igual...

—No lo sabes. Necesitabas una explicación y la verdad implicaba revelarte las mentiras que tu noviecito guardaba.

—Deja de meter a Seokjin en esto —espetó. Taehyung estaba dejando atrás la actitud calmada y madura y estaba demostrándome enojo, al igual que Jin, pero a decir verdad, él me daba un poco más de miedo—. Hazte responsable de tus actos, admite todas tus mentiras y haznos el favor de dejar de hacerte la víctima.

—Taehyung...

—Por favor, Candace.

Sus ojos oscuros me miraron con severidad, lo potente de su voz me había provocado escalofríos y no pude evitar ponerme a urdir. Indagué en mis recuerdos, en verdad busqué razones, quería pedir perdón pero ¿específicamente por qué tenía que hacerlo?

—Estoy segura de que Jimin no haría de esto un escándalo —dije sin más. Jin rio sin gracia y Taehyung dejó caer la cabeza, ¿qué demonios dije ahora?

—Jimin te amaba, Candace —dijo Taehyung.

Yo solté una risa. —Pff, si claro... Jimin es más seco que un desierto, nunca ha sentido nada por mí y por eso que nos llevábamos más o menos bien.

—Se llevaban bien porque creía que tú sentías algo por él —continuó explicando. Al darse cuenta de que no me creía nada de lo que decía, se aclaró la garganta, se sentó en el sofá justo en la mera orilla y siguió—. Hablé con él unas ocasiones, no éramos tan cercamos, pero gracias a ti, hicimos un buen amigo...

caught in a lie | Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora