capítulo veintiséis.

180 15 4
                                    

Con los labios medio abiertos, examinó mi cuerpo de arriba abajo, terminando en mis ojos, donde me sostuvo la mirada por un momento. Me relamí los labios y los mordí un poco, después miré a mis amigos y les hice una reverencia.

—Buenas noches.

—¿Dónde estabas? —Soltó Jin de inmediato, lucía un poco molesto y con razón. Antes de salir, les había dicho que vería a Jimin para que no supieran que en realidad iba con Yoongi.

—Amor, creo que no es momento de hablar de eso —murmuró Taehyung en inglés, supe al instante que lo hacía para que Jimin no entendiera, pero lo que él no sabía es que Jimin no era un tonto.

—¿Ah no? ¿No quieres que expongamos a una bella mentirosa? —Dijo Jin con burla y sarcasmo.

—¿Quieres hablar de mentirosos, Seokjin? Hagámoslo —Lo reté cruzándome de brazos. Él en su lugar sólo torció la boca y no dijo nada, le había dado en el punto débil y moría de ganas de sonreír victoriosa—. Eso pensé...

—¿Qué pasa? —Preguntó Taehyung intercambiando miradas de Jin a mí repetidas veces.

—Creo que ya me voy —murmuró Jimin desde el suelo.

—Lo llevaré a casa —avisé, los tres hombres, en especial el de cabello con tinte deslavado, me miraron como si no se lo creyeran.

—¿Estás loca? Es tardísimo para que salgas de nuevo —Protestó Jin con tanta rapidez que apenas y le entendí.

—Está bien, amor —Taehyung trata de tranquilizarlo poniendo una mano sobre su pecho—. Candace, linda, puedes tomar el auto, estoy de acuerdo en que es tarde y Jimin no puede andar por ahí solo —me sonrió con calidez mientras Jin, a sus espaldas, lo miraba con la boca y los ojos bien abiertos. Otra victoria para mí.

—Gracias, Tae —hice una reverencia.

—Por nada, las llaves estás colgadas donde siempre. Adiós, Jimin —realizó un leve asentimiento de cabeza hacia el más pequeño, él respondió de la misma manera y después se levantó. Se terminó de despedir de Seokjin y caminó hasta la puerta. Yo lo seguí.

—Vamos —le dije al salir y cerrar la casa, caminé dejándolo atrás, llegué al auto, subí y esperé a que él lo hiciera del otro lado.

Hubo silencio durante todo el camino. No me sorprendía para nada tratándose de él, pero tampoco era algo que me tuviera a gusto. No como con Yoongi.

Estaba teniendo sentimientos encontrados en ese momento, más que nada por la extraña presencia de Jimin en casa y en cómo en unas horas, él y mis amigos estaban bebiendo y charlando como si fueras amigos de toda la vida. No me molestaba eso como tal, sino más bien el hecho de que los trataba bastante bien.

La primera vez que lo vi así fue con Hoseok y Jungkook, pero ellos eran sus amigos verdaderos. O al menos, eso se notaba al tratarse de convivencia en su casa, comida juntos y bailes callejeros, entonces, ¿por qué les sonreía a Taehyung y a Jin de la misma manera?

Me sentía algo celosa, ellos habían logrado lo que yo no conseguía con esfuerzo y buenos tratos hacia él. ¡Estaba llevándolo a casa! ¿Y aun así no se atrevía a dirigirme la palabra? No era tan difícil para alguien como Jimin decir al menos "gracias", pero no lo hizo.

Aparqué sin apagar el motor frente a su casa, el reloj de la radio marcaba las diez con treinta y cinco minutos, estaba algo lejos.

—Llegamos —anuncié sin mirarlo, sabía que él sabía, pero no mostró ningún indicio de que iba a salir del carro. Esperé un poco, pero nada. Suspiré—, Jimin...

caught in a lie | Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora