capítulo trece.

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El camino de regreso a la casa de Taehyung fue muy tenso, a pesar de que no era la primera vez que andaba sola por las estrechas calles del barrio, la hora no acostumbrada era la que me ponía un tanto nerviosa.

Me aferré a mi bolsa y miraba de vez en cuando hacia atrás. En ese momento me arrepentí de no aceptar la invitación de Yoongi a su casa, o que por lo menos me llevara hasta la puerta de mi residencia temporal. Pero por otro lado no podía permitir ninguna de las dos por miedo a que pudiera pasar algo más o que Taehyung nos viera juntos cuando eso no es lo que él tenía pensado cuando me fui.

Suspiré pesadamente y regresé mi vista al camino, identifiqué el pórtico de la casa donde hablé con Jin la primera vez y aceleré el paso sin pensarlo dos veces. Atravesé la valla de madera, las luces de la casa estaban apagadas a excepción de la de afuera, saqué la llave que me prestó mi compañero y abrí la puerta con total cautela; incluso me quité los tacones para no hacer ningún tipo de ruido.

El silencio y la oscuridad de la estancia me indicaron que Taehyung no me había esperado y se quedó dormido. Decidí no darle más vueltas al asunto, caminé hasta el sofá y me senté, sintiéndome en completa calma y relajación después de aquel nerviosismo que pasé en la calle y el cansancio físico durante la cena.

Miré mi celular, el reloj marcaba las once con treinta y cinco, desbloqué la pantalla y busqué la sala de mensajería con el contacto de Yoongi decidida a enviarle un "estoy en casa", cuando un golpe proveniente de la planta alta me asustó. Lo primero que pensé fue en que Taehyung había dejado caer algo, me incorporé y subí las escaleras, no hice mucho ruido por mi descalces sobre la alfombra, así que fui directo a la puerta del cuarto, tomé el pomo con la intención de abrir pero un extraño quejido que vino desde dentro me detuvo.

Extrañada solté el agarrador y me apoyé sobre la madera para escuchar con más claridad. El silencio fue de gran ayuda, agudicé mi oído y después de unos segundos el quejido se volvió a hacer presente. Uno más y otro después de ese, tuve que escuchar un par más para darme cuenta de que eran gemidos de placer.

Abrí los ojos sorprendida, de inmediato la imagen de Taehyung recostado en su cama masturbándose vino a mi mente sin consentimiento, sentí mis mejillas calientes y sacudí mi cabeza repetidas veces como si eso ayudara a no pensar más. Otro gemido se adueñó de mis oídos, este fue más fuerte e incluso estuvo acompañado de lo que parecía ser una nalgada debido al sonido emitido por el contacto de la piel. Entonces fue cuando caí en cuenta de que no había un hombre en el cuarto, sino dos.

La situación me puso nerviosa y extraña, los sonidos sexuales no paraban y por más que quería apartarme de esa puerta no podía. Un gemido casi agudo me hizo reaccionar, retrocedí unos centímetros chocando con el barandal y me puse de pie. Caminé lo más rápido y sigiloso que pude, tratando de ignorar la incómoda situación y la humedad que sentía entre mis piernas.

Tomé los zapatos al final de la escalera, el bolso sobre el sillón y salí de la casa de la misma manera en que entré. Me senté en los escaloncitos del pórtico y me puse el calzado. El pensamiento sobre Taehyung dándose amor propio fue sustituido por una escena sexual entre él y Seokjin. Cubrí mi rostro con el bolso e hice lo posible para evitar pensar en eso, lo peor no era hacerlo sino que me había excitado escucharlos, no podía no sentirme avergonzada.

El sonido de un mensaje entrante a mi teléfono me hizo bajar la cabeza para revisarlo. Yoongi preguntó si estaba todo bien, yo respondí que sí de la mejor manera y me dispuse a esperar la respuesta.

La luz de la casa fue encendida por dentro, lo noté desde la ventana. Tomé mis cosas y no se me ocurrió nada mejor que saltar entre los arbustos del jardín para esconderme. Tuve suerte, al momento de caer entre las ramas la puerta se abrió, volteé, con mucho cuidado para que no me vieran. Un hombre alto caminó por el sendero de tierra, lo primero que deduje era que se trataba de Jin, tomé mi celular y envié un mensaje al susodicho.

caught in a lie | Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora