capítulo diecinueve.

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Jin dejó su trabajo, me dijo que iba a hacerlo, así como confesarle todas aquellas mentiras que le hizo creer a Taehyung. Exceptuando la de nuestro lazo sanguíneo.

Tae por otro lado, acordó con Jin olvidar aquel desliz y seguir con su relación para bien de ambos. Ese domingo, ambos estaban sentados en el comedor cenando tranquilamente.

Tae tenía una pila de lo que parecían ser exámenes, que revisaba uno tras otro de memoria. Jin por su lado disfrutaba de la comida sin más, mirando de vez en cuando la concentración que tenía su novio en aquella pila de papeles que poco a poco se llenaban de tinta roja.

Yo no podía ni tocar la comida por estar en el celular, pero los otros dos no parecían preocuparse por eso tampoco.

Había tres conversaciones en la pantalla, la primera y la inevitable era con mi madre, quien estaba al día con mi viaje, aunque al principio de la semana estaba preocupada por mi estancia y las personas que me acogían, poco a poco se le fue bajando el miedo conforme los chismes le llegaban. Ahora, no podía esperar a que le contara cada cosa nueva que pasara. Aunque aún no tenía idea de Jimin.

Las otras dos eran mi verdadera duda existencial respecto a quién mandaría un mensaje pronto. Yoongi y Jimin, ambos nombres estaban como una opción. Por un lado, Yoongi y yo estuvimos un poco alejados desde la última vez y no habíamos hablado, pero Jimin, Jimin era intrigante, me carcomían las ganas de llamarlo, preguntarle cómo estaba e invitarlo a casa a cenar; pero a Jimin le gustaba estar solo, y si no estaba solo entonces estaría ocupado con sus amigos.

Es tan difícil.

—¿Todo bien? —Taehyung me llamó, estaba tan concentrada en mis pensamientos que había olvidado las personas que estaban sentadas frente a mí. Jin también miraba con atención esperando una respuesta.

—Claro, ¿por qué? —Pregunté bloqueando el celular y dejándolo sobre la mesa.

—Luces nerviosa, ¿pasa algo?

—No, bueno, sí —me mordí el labio en busca de una oración convincente.

—¿Estás ocultando algo? —Cuestionó Jin, lo miré rápidamente y negué con la cabeza.

—Sabes que puedes confiar en nosotros, Candace —Taehyung habló suave al mismo tiempo que se quitaba las gafas y las colocaba encima de sus papeles.

Suspiré, —lo sé y bueno, ya que insisten —me acomodé sobre mi asiento y me preparé para explicar—. Jimin robó mi teléfono...

—¡Ja! Eso es ridículo, si está justo ahí —señaló Jin con una sonrisa traviesa en su rostro. Taehyung le lanzó una mirada de '¿hablas en serio?' y yo solté una carcajada—. ¿Qué? —La sonrisa de su rostro desapareció y Taehyung negaba con la cabeza mientras inflaba un poco sus cachetes.

—Ignóralo, suele ser un ridículo a veces —explicó.

—De acuerdo —reí—, lo que yo trataba de decir era que él robó mi número celular y me envió un mensaje.

—¿Y? ¿Quieres una felicitación por eso?

—¡Seokjin! —Tae levantó la voz y miró a su novio fulminante—, ¿podrías ser un poco menos tú un momento? —Preguntó y puso los ojos en blanco, Jin sólo le sostuvo la mirada sin decir nada más—. Continúa, Candace.

—Bien, amm, yo no le respondí nada porque creí que no habría que hacerlo, la cosa es que quiero hablarle pero no sé cómo...

—Niña, mándale un mensaje, no te compliques —alentó Jin.

—Creo que es lo mejor que has dicho en toda esta conversación, amor.

—Gracias, yo también te amo.

caught in a lie | Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora