Pitada.

16

Sabia que iba a ir a Kronnos, era su boliche favorito. Me había enterado gracias a Kate que su amiga se iba a no sé donde y la verdad me daba igual, solamente quería verla a ella.
Lo llame a Luke y le dije que me acompañé, accedió y nos fuimos en su auto.

Hicimos la fila, pagamos y entramos, trate de buscarla pero por lo visto todavía no habia llegado. Me quedé en la barra y le pedí al barman una cerveza, me la abrió y empecé a beberla. Desde el otro lado de la barra había un grupo de amigas, me estaban mirando y hablaban, solamente las mire seriamente y se fueron.

Kronnos ya estaba lleno, mi amigo se había ido con una que se le ofreció, yo me quedé ahí parado viendo la pista de baile, un par de chicas vinieron hacia mí ofreciéndome bailar, pero no acepté a ninguna. El mismo grupo de antes apareció al otro lado de la barra, se notaba que no estaban del todo bien, por lo visto estaban tomando más de la cuenta. No dejaban de mirarme y me ponía incómodo, además estaba de mal humor para fingir que estaba interesado, en ese momento prefería estar en la plaza fumando con mis amigos. 

Aparecio una chica morena, alta, que llevaba un short negro y un top blanco, bastante bonita, con cuerpo voluminoso, sus curvas estaban espectaculares.

-No te gusta esto, ¿no?- me dijo cuando estaba al lado mio, llamo al barman, se pidió un tequila y lo bebió como si nada.

-Más o menos- le respondí cortante, la verdad que no me interesaba entablar una conversación en ese momento.

Me quede mirando a la nada cuando una de las chicas de aquel grupo se me acerco.

-Hola lindo- dijo estirando las palabras, haciéndose la linda, moviendo exageradamente su pelo rubio. Solamente la mire.- Ay, ¿qué? ¿No te gusto?- lo dijo tan cerca que sentí el olor a alcohol que emanaba su boca mal pintada de rojo.

-Ándate.- ya se me estaba cortando la paciencia.

-¿Por qué mi amor?- e intento besarme.

-Porque estaba conmigo linda, es mi novio- mintió la chica a mi lado, todavía no sabia su nombre.

-Es mi novia.- le dije a la rubia mientras agarraba la cintura de mi supuesta novia.

-Bien.- dijo la rubia ofendida, se dio vuelta y se fue.

No quite mi mano de la cintura de la chica, algo me llamo la atención pero no tanto como para olvidarme el porqué estaba ahí.

-Ya podes sacar la mano- me dijo mientras se quitaba de mi agarre.- y de nada-

Le estaba por decir gracias y preguntarle su nombre pero ya se había ido.

La observe dirigirse a la pista de baile, moviendo sus caderas. Se perdió en medio del tumulto de la gente, justo en ese momento la veo a ella. Estaba bailando, con Mike, otra vez ese inútil.

Sentí enojo, tenia ganas de ir y llevármela, estaba tan bonita. Bailaba a la par de aquel idiota, como lo envidiaba en ese momento.

Levanto la mirada y me vio, sus ojos estaban fijos en mí, no supe que hacer. Atrás de ella estaba la chica de antes, ella también me miraba. No lo pensé mucho, quería darle celos.
Pase por al lado de ella, directo a la chica.

Al llegar le dije que me acompañe afuera y sin decir nada me siguió.

-Perdona que te saque, solamente..- no me dejo terminar, había cortado el espacio que quedaba entre nosotros.
Seguí su beso, era una buena forma de descargar mi enojó. Le di paso a su lengua y baje las manos por su espalda hacia su culo, haciendo que se acerque a mi erección. Me calentaba demasiado.

-Vamos a mi casa- me dijo entre medio de gemidos.

-Vamos- le dije mientras la seguía a su auto.- ¿Cómo te llamas?-

-Gabriela.- no pregunto por el mío, supongo que no le interesaba y eso me agradaba, algo sin compromiso.

Fuimos a su casa, en el camino le pregunté cuantos años tenía, me conto que 20, era dos años mayor que yo.

Llegamos a un departamento, demasiado colorido para mi gusto.
Me ofreció un shot de vodka, lo tomamos y me acerqué a ella. La bese mientras metía mis manos debajo de su remera, acaricie sus pechos sobre su corpiño, ella me quito la remera y la senté sobre la mesada de la cocina, poniéndome entre sus piernas. Le quite la ropa dejándola en ropa interior, bajo de la mesada, tomo mi mano y me llevo a la habitación.

Cuando entramos la subí encima mío, me enredó con sus piernas, mientras la ponía justo encima de mi erección. La acosté en la cama y con cuidado me puse sobre ella, me quite los bóxer y mientras la besaba me metí dentro de ella. La sentí tan húmeda, me volvía loco.

La penetre por última vez, sus gemidos sonaban por toda la habitación, la hice llegar al orgasmo junto conmigo, me quedé unos segundos dentro de ella y luego me acosté a su lado. Me dormí.

Cuando me desperté estaba solo, eran alrededor de las 11 de la mañana. Me puse mi ropa y me fui. Me sentí raro, nunca me quedaba dormido, siempre me iba, no entiendo que me paso.