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Al otro día de mi primera noche en la casa, Nick se ofreció a ayudarme para traer más cosas que necesitaría, como ropa, etc.

Ese día me desperté alrededor de las 10 de la mañana, cuando bajé a la cocina solamente estaba Nick preparando una chocolatada.

- ¿Queres? - me pregunto cuando me vio apoyada en el marco de la puerta.

-No, gracias. ¿Y los demás?

-Sam durmiendo, Tyler y Thomas se fueron hoy a la mañana.

Agarré una botella de agua y me senté al lado de él en la mesa.

-Bueno, me voy- le dije mientras me parada.

- ¿A dónde? Sam no se va a despertar y me voy a aburrir, ¿me llevas? - me dio gracia su carita de nene chiquito pidiendo ir a jugar.

-Nick, voy a mi casa, a buscar ropa, no tengo mucho acá y voy a necesitar.

-Bueno, yo manejo. Aprendí hace poco. - dicho esto se fue.

- ¿Qué? No Nick, ni lo creas- grite, aunque dudo mucho que me haya escuchado ya que oí la puerta del cuarto cerrarse antes de que termine de hablar.

Subí a mi habitación y me cambie, esta era la hora perfecta para ir a mi casa, mi madre trabajaba y mi hermano estaría en el colegio.

Después de aproximadamente media hora estando discutiendo para ver quién era el que manejaba, logre convencer a Nick que si me dejaba le compraba helado, a lo que acepto enseguida.

Mi casa se sentía tan fría, pase por la puerta y me quede observándola, no pensaba volver, mi madre necesitaba paz y esto era lo mejor, para ambas. Corrí a mi cuarto y llené varias de mis mochilas y cajas con mis pertenencias.

- ¿Me puedo quedar esto?- dijo Nick levantando unas bragas de Mickey.

-¡Nick!- le grite corriendo hasta el para quitárselas.

-¿Qué? Son adorables. - alzo los hombros.

-No, anda al cajón de las remeras y no te acerques a este.

Metí toda mi ropa interior dentro de la mochila y seguí con los pantalones.

- ¿Y esta?- dijo alzando una remera -No sabía que te gustaban los red hot.

-Si, me gustan. Pásala. -me la tiro y logre agarrarla en el aire.

La mire por un tiempo, era la remera de él, me la había llevado la última vez que estuvimos juntos, parecía que había sido hace tanto. Seguía oliendo a él, cerré los ojos recordando ese momento. Sentí las lágrimas arder dentro de mis ojos, pero las contuve.

Una hora después por fin habíamos terminado, teníamos todas las cosas en el asiento trasero y portaequipaje de el auto. Paramos a tomar el helado prometido en un local muy bonito.

- ¿Decís que necesitaran gente?- pregunte mirando a mi alrededor.

- ¿Para qué? -ladeo su cabeza sin entender.

-Para trabajar Nick, necesito plata.

-Ahh, no te preocupes, después de decimos a Tyler que te meta en el bar.

-No, ya hicieron demasiado por mi.

-No te preocupes, va a decir que si, vos tranqui. - dijo restando importancia a la situación.

Habían pasado varios meses desde ese día, la convivencia estaba más que bien, nos llevábamos todos excelente, ellos eran muy unidos y me integraron sin problema alguno; con Sam nos hicimos bastante confidentes. Mi madre era tema aparte, me había llamado un varias veces para saber como me encontraba, pero no eran más que conversaciones forzadas, solamente la veía cuando iba a buscar a mi hermano para llevarlo a algún lugar para pasar tiempo juntos. Durante esos meses no había pasado mucho, salíamos de fiesta seguido con los chicos, de él no tenía noticias, no sabía nada. Solamente lo había visto en una joda, pero no noto mi presencia, por lo que lo esquive durante el poco tiempo en el que estuvo. Mi amistad con Tyler se torno mas a una con derecho y las noches entre nosotros se hicieron cada día más frecuente.

Pitada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora