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-¿Ya me extrañas?- le dije a Mike. Ya habían pasado dos días desde la última vez que lo vi en el aeropuerto.

Después de que se fue Am, él se ofreció a llevarme en su auto, acepté, me iba a ahorrar la plata del taxi por lo menos. En el camino escuchamos música y nos reíamos, al despedirse me beso.

Ahora estábamos hablando por teléfono, me invitó a una fiesta de unos amigos de él, acepté.

Estuve toda la tarde dando vueltas, con la esperanza de verlo, pero no fue así.

Alrededor de las 10 volví a mi casa, tenia que prepararme, Mike vendría por mi a las 12. Me duché, me puse un jean negro de cintura alta, un top bastante provocador rojo y pinte mis labios del mismo color, planche mi pelo, delinee mis ojos, no era yo si no lo hacia, creo que ya era algo característico en mí los ojos delineados, además hacia resaltar mis ojos verdes; ya estaba lista. Después de media hora Mike llego.

-Estas hermosa- me dijo cuando me subí al auto.

-Generalmente- dije arrogante en forma de broma, él me sonrió y me beso.

Habíamos llegado a la fiesta, estaba bastante llena para ser tan temprano. Entramos, él fue a buscar algo para tomar y yo me quedé mirando el lugar, tratando de buscar alguna cara conocida.

-Eh linda- al darme vuelta era Pablo, un viejo conocido. Me lo había presentado él, fue uno de sus primeros amigos que conocí.

-Hola Pablo- lo salude con un beso en la mejilla.

-Toma- me tendió la mano, cuando agarré lo que me pasaba vi que era marihuana, no tenia dinero para pagarla ni quería deberle nada, ya había estado en esa situación y no era nada bueno, por lo visto se dio cuenta de lo que pensaba.- te lo regalo-

-Por eso sos lo mejor- lo abracé y se fue.

Justo cuando se fue apareció Mike, me trajo una cerveza y se lo agradecí con un beso.

Bailamos un par de canciones, estaba un poco aburrida, le dije que subamos. Entramos a una pieza, supongo que era la habitación de los padres de el dueño de la casa, era grande y tenía un balcón. Abrí los grandes ventanales y salimos al balcón.

-¿De donde lo sacaste?- me dijo al ver lo que estaba por encender, le di una calada a ese cigarro y se lo pase.

-Tengo mis secretos- me acerqué para pasarle el humo y dejar un corto beso en sus labios.

Cuando ya habíamos fumado todo, entramos a la habitación. Lo bese con necesidad, lo quería dentro de mí.

-Haceme tuya- con eso basto para que me quitara la ropa.

Me arrodille para meter su miembro en mi boca, hice los movimientos con ayuda de mi mano, cuando estaba por acabar lo sentí tensarse, agarró mi cabello para controlar los últimos movimientos.

Me levanté y lo besé, me puso debajo de él y se metió en mí. Nuestros gemidos se mezclaban, y juntos llegamos al orgasmo.

Nos quedamos unos minutos acostados y sentimos que golpearon la puerta.

-Carajo- dije levantándome de la cama y agarrando mi ropa.

Cuando terminamos de vestirnos, salimos de ahí y me llevo a mi casa. Se despidió con un beso y se fue.
Estaba exhausta, me bañe y me dormí.

Mike:[ en 15 te paso a buscar para llevarte al colegio]

Me desperté con esa msj, mierda, me había quedado dormida. Habia dormido menos de 3 horas, las ojeras estaban por el piso. Tendria que dejar de salir durante la semana.

Me cambie, me lave la cara, los dientes y solamente me delinee los ojos, ate mi pelo en una colita alta y baje.

Mi madre y mi hermano ya se habían ido por lo visto, me serví un vaso de jugo y escuché la bocina.

-Hola- le dije mientras subía.

-Hola linda, toma- me paso un vaso con café.

-ay, gracias- me dio un sonrisa y arrancó.

Cuando bajamos del coche, caminamos hasta la entrada, intento agarrar mi mano, pero la quite. Al entender que intentaba, me despedí y fui hasta mis clases.

Mierda, se estaba confundiendo y no quería eso. Mike me agradaba, pero no lo quería como algo más que no sea sexo casual o simplemente amigos. Iba a tener que hablar con él.

Las horas pasaron lento, no veía la hora de salir de ahí, desde que Ámbar se había ido, el tiempo ahí parecía doblemente largo.

Le mande un mensaje a Mike para que hablemos en una hora en la plaza.

-Hola- lo salude en la mejilla.

-Hola, ¿qué paso?- me pregunto preocupado

-jaja, nada, tranqui- me senté y el me siguió. Prendí un cigarrillo y empecé a hablar.

Le aclare que no sentía nada por él, que le tenia cariño pero no quería lastimarlo. Entendió perfectamente pero se lo notaba algo enojado, supuestamente quedamos como amigos. La verdad me daba exactamente igual.

Pitada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora