Desde que hable con Mike no lo había vuelto a ver, ahora si estaba sola y aburrida, muy aburrida. Mis días se resumían en siempre lo mismo, me despertaba, iba al colegio y volvía a mi casa. A la plaza ya no iba por miedo a encontrarme con él, lo estaba esquivando a toda costa. La rutina me estaba consumiendo, y lo odiaba.
¿Y ahora qué? Era sábado por la noche y no quería quedarme en casa como todos los dias. Tome las llaves del auto de mi madre, y me fui. Ni siquiera sabia donde iba, conducía sin destino.
Pare en un bar "Freak" me causo intriga el nombre, así que entré. Era diferente, nunca había estado en un lugar parecido. Estaba todo oscuro, la iluminación eran luces neón, le dan un buen toque, con un par de graffitis y fotos de cantantes. La música no era la típica de boliches, pasaban temas de los 80-90. Me encanto.
Me acerqué a la barra y pedí un fernet, de fondo estaba David Bowie, había gente maquillada de forma extravagante al igual que la ropa. Era un ambiente agradable.
Ya llevaba una hora ahí, el barman era muy lindo además de simpático. Habíamos empezado a hablar pero tuvo que seguir con su trabajo, el bar ya estaba llenándose.
A lo lejos vi un chico que estaba mirándome, por lo que vi era lindo. Me pedí un shot para cobrar valor e ir a hablarle.
-Dame un shot- le dije al barman, me regalo una sonrisa mientras lo servía. Lo bebí, seguido a esto sentí el ardor en la garganta.
-Así se hace linda- sentí la voz de una mujer.
Me di vuelta, era una chica alta, flaca, con todo el pelo de colores. Estaba tomando un trago color rojo, ni idea que seria.
-Gracias- le sonreí, levantando el pequeño vaso ya vacío hacia ella.
-¿Tu primera vez acá?- me pregunto insinuante.
-Déjala Sam, no es tu tipo.- dijo el barman acercándose.
-Mierda, Tyler ¿Por qué no me dijiste antes?- por lo visto así se llamaba.
-Solamente te quería hacer pasar vergüenza- y le tiro un beso.
-Bueno, no importa, puede cambiar- me miro con cara picarona y yo reí- Soy Sam.- me dijo saludándome.
Seguimos hablando de las cosas típicas. Me contó que vivía a unas calles de ahí, tenia 19, solamente un año mayor que yo. Ella generalmente cantaba en ese lugar, pero ese día no trabajo. Estaba llena de tatuajes, tenia un gran estilo y se notaba lo simpática que era.
-Así que tu primera vez acá, ¿no?- asentí con la cabeza mientras tomada la misma bebida que ella estaba bebiendo hace un rato.- Y como llegaste acá? Digo, no es muy conocido.
-La verdad ni yo sé, solamente entre y vi esto- recorrí con la vista el lugar- es fascinante.
-Es un buen lugar- dijo riéndose.
-¿Donde carajos te metiste Sam?- escuche a un chico hablando atrás de ella.- ¿Y está?
-Acá Thomas, fallé en mi intento de conquista.-
El chico, que ahora sabia que se llamaba Thomas se acerco a mí. Tomo mi barbilla y me miro, me solté de su agarré, no entendía que hacia.
-Uh, ruda- siguió mirándome y me dio una vuelta examinándome, estaba algo incomoda, aunque me daba gracia su comentario anterior.-Bien, aprobada.-
-Oh, vamos Thomas, la pusiste incómoda-
-Lo siento cariño, era un chiste- me dijo el chico, le sonreí- Córrete Sam- la saco de su asiento para sentarse entre medio de Sam y yo.
Él era alto, pelo oscuro con mechas azules. Tenían los mismos ojos color miel y facciones. Me quedé observándolos, eran demasiado parecidos, aunque él no llevaba tatuajes.
-Si, somos mellizos- dijo Thomas sacándome de mis pensamientos. Ahora entendía porque eran tan iguales.
Seguimos hablando, la verdad que eran muy simpáticos, me hicieron reír muchísimo. Sin dudas, si no hubiera sido por la sexualidad de Thomas hubiera intentado tener algo con él. Me contaron que siempre iban a ahí, se notaba que les gusta la joda. Tenían un estilo muy parecido al de él, ese lugar era muy él. Por sus ojos rojos me di cuenta que también fumaban.
-Además de linda, tenes buen gusto- me dijo Sam mirando hacia donde lo estaba haciendo yo. Hace como dos horas estaba viendo a ese chico, quería tenerlo esa noche, vine a buscar diversión y eso iba a hacer.
-Supongo- dije dándome la vuelta para pedir otro shot, ellos me imitaron y la tomamos al mismo tiempo.
-Si lo esperas no va a venir- hablo Thomas está vez- Se cree mucho, pero es bueno en la cama según Sam.-
-Eso es verdad-
-Bien, eso busco.-
-Una de nosotros, genial- dijo Thomas animado.
Lo mire desentendiendo.
-Si linda, nosotros no creemos en eso de la monogamia, el amor y esas tonterías. Y por lo que veo, vos tampoco- me explicó.
-Brindemos por eso- dije mientras pedía otro shot, lo bebimos.-Bueno, tengo algo que hacer-
-Suerte linda- dijeron al unísono.
Me acerqué al chico, me senté a su lado.
-Hola- le dije
-Hola linda- se acerco para hablarme al oído- ¿Aburrida?
-un poco- y le deje un beso en la comisura de sus labios.
Tomo mi mano y nos levantamos de la mesa para ir al baño. Entramos y empezó a besarme, me alzo y enrede mis piernas en su cintura, subió mi pollera y me quito la tanga que llevaba. Se bajo en pantalón mientras besaba mi cuello, se coloco el preservativo y se metió dentro de mi, gemí. Sus movimientos eran rápidos, dios, que caliente que estaba. Me quito el top y beso mis pechos, sus movimientos se hicieron cada vez más rápido, sentí como se tensaba y luego como llego al orgasmo al igual que yo. Me solté de su agarre y empecé a vestirme al igual que él.
-¿Me das tu número?- se acerco para besarme.
-Lo siento cariño, me voy- le di un beso en la comisura de sus labios y me fui.
Cuando salí del baño, vi que ya casi no había gente. En camino a la salida, escuché que me llamaban, eran Thomas, Sam y Tyler. Me acerqué a ellos.
-¿Ya me extrañan?-
-Sí, es que te amo- dijo Sam dramáticamente en forma de chiste, haciéndonos soltar carcajadas.
-Y ¿que tal?- Thomas subía y bajaba las cejas.
-Como dijo Sam, bastante bien.- dije guiñando un ojo.
Me senté a su alrededor uniendome a la charla. Estaban organizando algo que yo todavia no entendía, en ese momento Tyler me invitó a su casa, por lo visto se iban para allí.
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Pitada.
Teen FictionYo no buscaba recordarlo, quería algo rápido. Eso no estaba en su mente, me hacia desearlo. Y asi me termine enamorando.