Quieres quererme

Capítulo 6

Una llamada entrante en mi teléfono - Dios cállate de una vez - pero no pasa y yo estoy demasiado cansada como para abrir los ojos así que decido tocar al azar la pantalla y colocármelo en la oreja con la esperanza de haber colgado y poder seguir durmiendo tranquilamente.

- ¿Dónde coño estás? Es la décima vez que te llamo - me grita mi padre al otro lado del teléfono. Un momento, ¿Papá?. Me incorporo y abro los ojos de golpe... ¡MIERDA!.

- ¿Papá?

- Si, el mismo que ha tenido que enterarse por un medio de comunicación que no es el suyo de que su hija tiene nuevo novio y que ha decidido volver a la vida pública. Teníamos un trato y no lo has cumplido ahora atente a las consecuencias - como siempre reprochándolo todo, en su linea.

- Papá estoy ocupada te llamo en un rato - digo apurando las palabras todo lo que puedo.

- Ni se te ocurra col... - ups! Pues ya he colgado.

Cinco años sin dirigirnos la palabra y no ha cambiado nada... y pensar que algún día fue mi héroe.

Revisando el teléfono veo que mi familia al completo no ha parado de llamarme desde hace horas así que un "Estoy bien, os llamo luego" al grupo de WhatsApp familiar y listo.

Me he despertado sola, en mi cama y con el pijama puesto... puedo respirar tranquila, no he hecho nada de lo que deba arrepentirme o eso creo. Lo que no sé es como llegué aquí, lo último que recuerdo es que estaba besándome con Sebastian y... y nada mas.

Me golpearía la cabeza hasta que volviese cada recuerdo pero no sucedería aunque me la abriese a martillazos.

Mientras me levanto pienso en mis amigos que no me han llamado ni una sola vez... estos dos seguro que se lo han pasado bien. A la cocina, necesito un paracetamol y unos dos litros de agua para seguir viviendo.

Estoy sentada en la barra sujetando mi cabeza con las manos esperando a que algún recuerdo me llegue, como cuando esperas por la inspiración, y una servilleta escrita en la otra punta llama mi atención. No recuerdo haber dejado eso ahí así que con el corazón en un puño me acerco a leerla.

Un placer dormir contigo, como siempre.

Es su letra, genial. ¿Qué he hecho y porque no puedo recordarlo? ¿Por qué?

Me pongo lo primero que pillo y me retoco la coleta pegada que llevaba, prometo ducharme en cuanto vuelva o en mi pelo podrán anidar gorriones. Ahora mismo lo más importante es una reunión de urgencia con Celia, tal vez ella o Adriel me trajeron a casa y por eso no están preocupados. Es más, puede que no recuerde bien su letra y esto solo sea una broma pesada de mis amigos. Sí, es eso, voy a mantener todas mis esperanzas en ello. Voy a ser optimista por una vez en la vida.

La primera bofetada de realidad la recibo nada más abrir el portal, ¿pero esta gente cómo sabe ya donde vivo?. Voy a concentrarme en caminar lo más rápido que pueda... espero que no me persigan.

- ¿Son ciertos los rumores de boda?

¿Qué boda?, pero si solo he aparecido en público una vez a su lado... dios esta gente tiene prisa por verme vestida de blanco. Pues cuando lo haga no pienso adornar ninguna de vuestras portadas, ni os enterareis.

- ¿Cómo se ha tomado tu familia la clase social de tu nuevo chico?

- ¿Qué hay de tu amistad con Sebastian?

- ¿Ha perdonado él lo sucedido?

Justo en ese momento mi vecina del segundo se baja de un taxi y me mira, creo que me está ofreciendo que suba en el auto que ella deja vacío... bueno si no era eso me ha dado igual porque ya estoy dentro y dirección a casa de mi amiga. Igual debería ir pensando en buscarme una casa nueva, pero sería inútil porque mi padre y sus espías me delatarían y acabarían encontrándome de todas formas.