Si os digo que he pasado toda la semana en su cama pensareis que no hemos hecho otra cosa que no haya sido tener un intenso maratón de sexo, pues no, no lo hemos hecho desde el sábado de la fiesta. No he podido mas que comer sopa y llenar todo su glamuroso cuarto de pañuelos de papel, efectivamente tengo un gripazo del quince. Hace ya tres días que me encuentro mucho mejor, ni fiebre, ni tos... pero mi enfermero particular no me deja moverme de la cama, y me muero por fumarme un cigarro. Lo he intentado unas cuatro veces y todas ellas mi meticulosamente estudiado plan ha fallado, siempre me caza cuando estoy a punto de conseguirlo. Si eso no fuera suficiente ha descubierto dónde guardaba todos mis suministros y los ha tirado a la basura. He intentado sobornar a cada persona del servicio que ha pisado esta habitación, ha sido misión imposible, y Celia que seguro que me entendería y me ayudaría ha sido la única que no se ha dignado a pisar esta casa. Ese es otro punto que me preocupa, está especialmente rara, no deja de darme largas y sé que le pasa algo aunque me diga que no. Al final tendré que matar a Juan, lo sé.
- Quiero ir a ver a mis amigos - menciono en tono de suplica cuando veo que es él quien abre la puerta.
- ¿No ha estado Adriel aquí esta mañana? - ¿cómo se entera de todo?, miro a mi alrededor buscando la cámara que seguramente ha estado gravando mi decadente estado de los últimos días. No la encuentro. En cuanto salga y me deje de nuevo encerrada la buscaré hasta dar con ella y la destrozaré.
- Quiero ver a Celia, llevamos seis días sin vernos y hoy es sábado y no trabaja.
- Llámala y que venga, a mí no me molesta - ¿no me molesta?, este tío es imbécil... ¿piensa que no la he llamado mil veces?.
- Dereck me está evitando, le pasa algo y quiero saber que es - es cierto, jamás me ha dejado sola cuándo he estado enferma... si siempre es ella quien prepara mis sopitas favoritas. Este último pensamiento me indigna tanto que me pongo de pie y empiezo a buscar en el armario algo que ponerme para ir a verla.
- Acuéstate, estás exagerando - no me entiende, este chico no me entiende - te sugiero que te pongas algo más elegante - dice cuando ve el chandal que he decidido que me pondría - tendrás que dejar lo de Celia para otro día porque me ha llamado tu madre para invitarnos a una reunión familiar esta noche y mañana viajamos a Alemania.
- ¿Viajamos?, ¿los dos? - hace unos segundos no tenía ningún otro plan que seguir devorándome la cartelera de Netflix y ahora... es genial.
- ¿No era eso lo que te preocupaba? - se acerca a mí para tocarme la frente, que obsesión con la fiebre - si tu estás más tranquila viajando conmigo yo también lo estaré.
Me acerco y tras ponerme de puntillas me vuelvo loca y reparto besos por toda su cara, los reparto sin ton ni son - ¿Alguna vez te había dicho que eres el mejor? - y no dejo que me contesté porque sigo con mi propósito de comérmelo a besos. - Pasaremos por casa de Celia antes de ir a casa de mi madre, no puedo irme a ningún lado sin saber que es lo que pasa - le anuncio mientras corro al baño para que no me ataque él a mi tras haberle dejado libre.
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Quieres quererme
RomanceNada es lo que parece. Todos tienen algo que esconder. ¿Quieres saber lo que es?