Capítulo 27

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Es Adriel quien abre la puerta por segunda vez desde que he llegado a casa, Celia hace ya rato que ha llegado y he estado intentando evitar el tema de Derek porque no sé que responder ni a mis amigos cuando surja la pregunta más obvia. Ya sabéis, me preguntarán si en cierto modo he olvidado ya a Sebas. No he logrado aclararme todavía respecto a eso. Hemos estado hablando de la cantidad de periodistas que hay hoy en mi puerta, supongo que porque han visto salir a un tío que en principio no pintaba mucho en la ecuación esta mañana tras haber pasado toda la noche en mi casa, también he aprovechado para pedirle disculpas por mis gritos de ayer hacía ellos que no se los merecían.

- ¿En la cama de quién has estado tanto tiempo?, no tenemos trabajo y tú llegas más tarde que cuando lo teníamos - el tema ya ha salido, quiero que me cuente que es lo que ha pasado con Marie, aunque pueda imaginármelo.

- Yo ya no estoy en paro - sonríe y no puedo creerme lo rápido que ha encontrado trabajo este muchacho, me alegro por él y le sonrío de vuelta - siento no habértelo contado - y me besa en la sien a modo de disculpa.

- Pero que rápido has encontrado, ¿es de lo nuestro?. Me alegro un montón, pero ¿en dónde? - solo yo habló - un momento - le arreo un buen codazo a Celia mientras afirmo mirándola - lo sabias y no me has contado nada traidora.

- Es el protagonista y le hacía ilusión contártelo - se defiende y miro cómo se abrazan,. Hace unas semanas eran simples conocidos y en medio de todos mis errores descubro que he logrado algo bueno.

- Trabajo en una plataforma de publicidad, como abogado de verdad. No se parece en nada a la oficina de Marie. Está bastante bien, aunque aquí hay que trabajar muchas más horas y no tengo una compañera de mesa que haga por mí todo aquello que no me gusta - y todos nos reímos a carcajadas. - De hecho hay una vacante, si me pasas tu curriculum puedo dejárselo al personal de recursos humanos. Seguro que en cuanto lo lean serás su primera opción - dice mientras aprieta mi puño, ambos sabemos que la cosa con mi padre por ahí suelto está complicada.

- Gracias, me harías un favor enorme - no quiero ser ni sonar pesimista.

- Seguro que lo logras - me anima Celia.

- Dios, acabo de recordar que no sé que ha pasado al final con Juan tras su declaración - la miro disculpándome por lo ausente que he estado, jamás había descuidado tanto a mis amigos - quiero todo tipo de detalles - y sonrío viendo la cara de adolescente que se le ha quedado con solo nombrarlo, por eso y porque Adriel no para de gesticular corazones con sus dedos tras la cabeza de nuestra amiga para no ser descubierto.

- Hemos estado hablando y no sé que hacer, cada día tengo más ganas de probar con la relación en secreto que él me propone. Tampoco estaba preparada para exponerle públicamente...

- Mi amiga saltándose las normas, voy a sacar la carísima botella de vino que tengo en la nevera. Esto se lo merece - Adriel aplaude y ella me detiene.

- Todavía no lo tengo claro, arriesgar el puesto de trabajo que tanto me ha costado conseguir... no sé, solo digo que me lo estoy pensado - está intentado calmarnos a los dos que ya estábamos viéndonos de damas de honor. No tenemos término medio.

- Solo con que te lo estes pensándolo merecemos celebrarlo - definitivamente me levanto y me acerco a la cocina a buscar la bebida que nos alegrará la noche.

- Por cierto - grita mi amiga desde la sala - tengo dos chicas en clase que me han comentado que te conocen.

Entonces recuerdo que les conté a las chicas que conocí en casa de Derek que Celia era mi amiga - ¿Carmen y Amelia? - pregunto y ella me afirma desde la sala mientras yo paro mi búsqueda de copas en las alacenas y me asomo a mirarla - espero que no te haya molestado, estaba hablando con ellas y le conté que eras amiga mía, es que son tan majas...

Quieres querermeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora