Capítulo 45

11 0 0
                                    

- No me convence demasiado tu plan - comenta Caye tras contarle mi idea.

- Es lo que quiero hacer, no estoy consultándotelo solo te estaba informando para que sepas donde estaré las próximas horas - desde la semana pasada he de pasar mi ubicación al grupo de mi familia cada hora, aunque no me mueva de aquí practicamente.

- Yo solo digo que Mati no es tu responsabilidad y que estamos todos para poder cuidarle, no es necesario que dejes de lado tu vida por cuidarle a él. Eres joven, has encontrado un trabajo en el que estás cómoda y lo quieras o no ese chico te gusta - tenemos esta conversación unas diez veces al día.

- El niño estará mejor en un solo sitio y no paseándose de casa en casa, no sé, no quiero que note tanto la ausencia de sus padres... es muy pequeño y frágil. Además también debo cuidar de Oli, ella me necesita.

- Zia, Olivia te mataría si pudiese despertarse ahora mismo. No se perdonaría jamás que abandonases tu vida para pasarte el día encerrada en una habitación de hospital no haciendo nada - en realidad hago muchas cosas aquí, me deshago con ella aunque no pueda responderme.

- Pronto se despertará y necesitará que la cuide.

- No sabemos si será pronto, no sabemos siquiera si lo hará - no quiero escucharle, centro toda mi atención en las preciosas vistas que pueden verse desde la ventana. Moví cielo y tierra para conseguir para ella la mejor habitación posible, no sé si eso hará tanto efecto como todos esos medicamentos que le inyectan, pero no dejaré de intentarlo todo.

- ¿Cómo se lo diremos? - es lo único que ocupa mi mente desde que supe que Rodri ya no esté aquí.

- No lo sé. - resolla.

Pasa el brazo por mi espalda y los dos nos dedicamos a observar la ciudad. Apoyo la cabeza en su hombro y pienso en lo mucho que esto nos ha unido a todos y en todo el tiempo que hacía que no era así. Odio profundamente que necesitemos tener a uno de los nuestros de baja para aunar fuerzas.

- ¿No vas a coger? - dice cuando ve que observo como el nombre de Celia ilumina la pantalla de mi móvil.

Lo giro para no verlo - No, no me apetece.

- No hablas con tus amigos, no le contestas a Celia, ni a Dereck, ni Adriel, ni a Sebas que aunque le odie, ya lo sabes, debe estar pasándolo fatal. - me obliga a mirarle - No puedes abandonar así tu vida, ni dejar de lado a toda tu gente... están preocupados por ti.

- Les responderé - miento.

- No lo harás. ¿Me dirás de una vez qué es lo que ha pasado entre Celia y tú?, - intento no mirarle cuando pronuncia su nombre, todavía me duele - es tu mejor amiga desde que eras un maldito piojo, nunca os habéis separado y ahora no quieres hablar con ella. - no he tenido ninguna conversación con nadie sobre lo que vi antes de caerme, no sé, me apetece borrarlo de mi mente. No creo que pueda siquiera perdonar que ella me traicionase de esta manera.

- Tengo que cuidar de Olivia.

Quiere responderme pero no puede, el sonido de la puerta nos ha interrumpido.

Los padres de Rodrigo se pasan a vernos todos los días y nos acompañan a mi hermana y a mi contando anécdotas de cuando su hijo era pequeño o del día de la boda, su madre nos ha contado incluso el día en el que le confesó que la quería. Es su manera de sobrellevar el dolor tan grande que sienten. "Si le recuerdo con mucha fuerza es como si estuviese aquí, sujetando su mano. Incluso puede verle" me dijo su madre ayer, y es cierto, yo también le siento, creo que entrará por la puerta en cualquier momento cargando un increíble ramo de flores preciosas.

Quieres querermeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora