Capítulo 30

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- De nada por haberte salvado - suelta guiñándome un ojo mientras esperamos el ascensor y yo me acerco y beso su mejilla - cuando tú veas puedes contarme que es lo que está pasando - y yo le sonrío pero me callo.

Después de unos veinte minutos en coche dando vueltas por un centro de Madrid lleno de tráfico observo como se para a un lado del arcén colocando los cuatro intermitentes como esperando a alguien - ¿qué hacemos?, ¿a quién esperamos? - en ese insta...

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Después de unos veinte minutos en coche dando vueltas por un centro de Madrid lleno de tráfico observo como se para a un lado del arcén colocando los cuatro intermitentes como esperando a alguien - ¿qué hacemos?, ¿a quién esperamos? - en ese instante me doy cuenta de que tal vez hubiese sido mejor haber preguntado por su fantástico plan antes de montarme.

- Esperamos a un amigo - suelta tranquilamente.

- ¿A que amigo?, ¿no deberíamos estar siguiendo a Juan? - señor dame paciencia porque como este me haya traído hasta aquí para liarse con uno nuevo le mato.

- ¿Te acuerdas de Iván el chico que conocí en el gimnasio hace un par de años?

- Adriel, te has liado por lo menos con trescientos Ivanes, como pretendes que sepa de cual me hablas... - si fuese como yo, si se pudiesen contar sus aventuras amorosas con los dedos de las manos entonces entendería que me lo preguntase.

- Es detective privado, puede ayudarnos a cazar a Juan con las manos en la masa. Sacamos fotos, se las enseñamos a Celia y aguantamos el drama.

- No me convence - es cierto, no lo hace. Después dirán que la paranoica obsesiva de este grupo soy yo... cuántas calumnias recibo a diario.

Cuando veo a un chico alto acercarse al coche, con traje, corbata y gafas que le dan un aspecto muy serio alucino - no te pega nada, pero es muy mono.

Pasamos un rato en el coche parados con él montando no se que dispositivo de alto alcance en el ordenador que traía en un maletín de cuero chulísimo, con ese aspecto es fácil disimular su profesión no muy normal. Mientras veo como lo prepara todo en la parte trasera pienso en la cantidad de parejas de años de relación que se han roto tras infidelidades que él ha descubierto y me estremezco pensando en que no debe ser fácil tomar la decisión de contratar a alguien para que te rompa el corazón con sus palabras. No sé porque nos empeñamos en estar en pareja, siempre acompañados de alguien, cuando en realidad si estás sola no pueden hacerte daño. En cierto modo todos estos pensamientos se deben a que estoy acojonada por haberme expuesto de este modo con Derek, es cierto que no sé si le quiero o no, pero si lo hago ahora y no lo sé o si acabo haciéndolo me romperé de nuevo. Igual es hora de irme de su casa.

- Listo, esta es la dirección en la que se encuentra el sujeto - es la primera vez que habla y tiene una voz tan aguda que me estoy mordiendo el cachete interno para no soltar una carcajada. Adriel me mira para que aguante, pero no sé si seré capaz. Él parece no enterarse y entrega a Adriel un teléfono con el GPS ya abierto para que nos conduzca hasta ese mal nacido.

 Él parece no enterarse y entrega a Adriel un teléfono con el GPS ya abierto para que nos conduzca hasta ese mal nacido

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Quieres querermeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora