Capítulo 20

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-¿Melody?

No me di la vuelta. Seguía en la misma posición, tensa, con los ojos cerrados. No quería enfrentarme a él. No mientras él estaba tan débil.

-Melody. Mel, por favor -rogó él.

Escuché el crujir de la camilla y luego silencio.

Puso su mano en mi hombro asustándome. Estaba fría y temblaba.

-Mel... -la voz se le quebró.

Junté todo el valor que me quedaba y me di la vuelta. Miré fijamente sus ojos grises, en ese momento llenos de lágrimas.

-No puedo, Draco -dije limpiándome una lágrima que me caía.

-Por favor -me susurra.

-Draco...

Él puso mi mano en su mejilla. Estaba húmeda a causa de sus lágrimas.

-Por favor -dijo llorando.

No pude más y lo abracé. Él me apretó contra él muy fuerte y comenzó a llorar más todavía.

-Vamos, tienes que acostarte -le dije limpiándome las lágrimas que estaban comenzando a caerme.

Lo llevé a la camilla y lo ayudé a tumbarse.

-Yo... -comenzó-. Lo siento tanto. No debí... -hacía breves pausas porque el llanto no le dejaba hablar seguido-...No debí decir eso. Fui... Soy un estúpido. Perdoname, por favor.

-Lo siento, Draco -le dije llorando-, pero no puedo. No puedo perdonar lo que dijiste de mis padres. No puedo porque sé que aunque te perdone ahora, lo volverás a hacer. Vas a volver a ir a meterte con mi hermano. No vas a cambiar. Por eso... -hice una breve pausa para acariciar su mejilla. Él ante mi tacto cerró los ojos y con un hilo de voz concluí- Por eso no puedo perdonarte.

Él se vino abajo por mis palabras lloró todavía más. Me cogió las manos y las puso sobre su pecho.

-No me hagas esto, por favor. Eres mi todo. Cambiaré por ti. Lo prometo -decía-. Pero, por favor, por favor, no quiero perderte. Sin ti... Sin ti yo... Me moriría, Mel.

-Draco, -dije apartando mis manos de su pecho- hoy has ido a pegarle a mi hermano porque según tú esto era su culpa. No ha sido su culpa. La culpa de lo que pasa la tienen tus acciones y no eres capaz de reconocerlo.

-¡Se de sobra que ha sido por mi culpa! -grita- Y me odio por eso. Por perder a la chica que más he amado en toda mi vida. Por ser un estúpido y no saber hacer las cosas bien. Por eso te necesito. Tú me haces querer ser mejor persona. Por ti -dice poniéndome una mano en la mejilla-. Por nosotros.

Yo solo cerré los ojos, sin dejar de llorar. Draco puso sus manos en mis mejillas, acariciándome y juntó nuestras frentes.

-Perdoname -susurró-. Dame una oportunidad más, solo una.

-Esta bien -dije rindiéndome-. Solo una.

-Gracias -dijo abrazándome y llorando de felicidad-. Gracias, gracias, gracias.

-Pero, con una condición.

-Sí, -contesta serio- la que sea. Esta bien. Acepto.

-Espera a que te la diga -digo riéndome-. Tienes que disculparte con Harry.

Esperé a que rechazara mi petición, pero en lugar de eso aceptó sin ninguna pega.

-El golpe parece ser que te ha afectado -digo riéndome.

-No me ha afectado -dice negando-. Lo que me ha afectado es casi perderte.

-¿Te duele? -digo tocándole el labio hinchado.

-Estoy bien -asegura.

-¿Por qué fuiste a pegarle? -digo triste viendo sus heridas.

-No lo se,. Lo siento -dice triste-. ¿Está bien?

Wow, Malfoy preocupándose por Harry.

-Está bien, con un ojo morado. Tu has acabado peor -digo mirándolo.

-Ya, bueno, me lo merecía -dice con una pequeña sonrisa.

-Sí, eso es verdad. Ahora duerme -le digo sonriendo.

-Eso hacía antes de que me despertases -dice burlándose.

-Oh, callate -dije pegándole un pequeño empujo en el hombro.

-Auch -dice con una mueca de dolor.

-¡Perdón! -dije rápidamente.

-No pasa nada, tranquila, estoy bien -dice sonriendo.

Después de un rato hablando de cosas triviales, se quedó dormido.

Estuve un par de minutos observándolo para asegurarme de que estaba dormido.

Después me di la vuelta y esa vez si salí de la enfermería sin chocarme contra nada.

Fui otra vez al barco, dirección a mi camarote, para recoger algunas cosas y volver a la enfermería. No quería dejarlo solo allí.

Cuando llegue al pasillo donde estaba mi camarote no me gustó lo que vi.

Víktor estaba fuera del camarote con los brazos cruzados mirándome.

-¿Se puede saber dónde estabas? -dice enfadado.

-Estaba...

-Ya se donde estabas, jovencita -me interrumpe-. En la enfermería.

-Y si lo sabías, ¿por qué preguntas? -digo alzando una ceja.

-No me hace gracia. ¿Por qué has ido?

-Quería ver como estaba -digo obvia.

-Está bien. Te lo dije.

-¿Qué hay de malo en que fuera a verlo? -dije cansada.

-Tienes razón -dice ya calmado-. Lo siento. Solo que no quiero que te vuelva a hacer daño.

-No lo hará -digo abrazándolo.

-Más le vale -dice devolviéndome el abrazo-. Ahora descansa, estás cansada.

-He vuelto a coger algunas cosas -le digo-. Voy a volver a la enfermería.

-¿Cómo? -dice negando-. No, tu duermes aquí. Mañana irás con él.

-Víktor, está solo en la enfermería -digo seria mirándolo-. ¿Te acuerdas cuando estuve yo? Él se quedó conmigo -él no dijo nada-. Voy a ir con él, ¿de acuerdo?

-Vale -dice rindiéndose-. Pero no quiero ir mañana y encontrarme a los dos durmiendo juntos otra vez, ¿está claro?

-Cristalino -digo feliz.

Entré a la habitación y cogí la mochila que me había traído Víktor con ropa, comida y una manta.

Me despedí de él y volví a la enfermería.

Me senté en una silla que había puesto junto a su camilla. Lo vi encogido por frío que hacía allí. Además solo tenía una sábana fina para taparse.

Abrí mi mochila, saqué una manta y se la puse por encima. Saqué la otra que tenía y me tapé con ella.

Puse la mochila sobre la mesita que tenía al lado y me apoyé en ella.

Poco a poco iban pesándome más y más los párpados pero yo luchaba contra el sueño. No podía dormirme por si Draco necesitaba algo, pero, finalmente el sueño me venció y acabé dormida apoyada en la mesita.

Melody ¿Krum?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora