Melody ¿Krum?

Capítulo 52

Finalmente me dirigí hacia donde se encontraba Harry.

-Buenas noches -digo saludando a todos.

-Mel, que guapa estás -dice Hermione abriendo los ojos sorprendida.

-Gracias -digo abrazándola.

-¿Vamos a cenar? -dice Ron esperanzado.

-¡Ronald! -le dice su madre dándole una colleja-. No seas maleducado.

-Sí, en seguida cenamos. Tranquilo -digo riéndome-. Bienvenidos a la mansión Krum, señores Weasley. Espero que pasen una amena noche en nuestra compañía.

-Pero qué niña más adorable -dice la señora Weasley-. Llámame Molly, cariño. Harry a ver cuándo la llevas a la Madriguera.

-Yo soy Arthur. Encantado -dice dándome la mano.

-Fred y George, soltad eso ahora mismo -dice su madre corriendo hacia ellos.

Mi madre solo se reía, se notaba que estaba más a gusto con la presencia de los Weasley que con la de los demás.

-Melody, toma esto -dice Molly dándome un paquete-. No tenemos mucho dinero pero queríamos darte un regalo.

-No hacía falta -exclamo ilusionada cogiendo el paquete. Lo abro rápidamente y veo un suéter de lana con la letra M-. ¿Lo ha hecho usted?

-Sí, querida. Supuse que aunque fuera verano aquí haría frío, y veo que no me equivoco -dice sonriente.

-¡Me encanta! -digo enseñándoselo a mi madre.

Creo que lo grité un poco alto porque los demás se giraron a ver de lo que hablaba.

Los Nott y los Parkinson al ver de qué se trataba pusieron cara de asco, en cambio Amelie y Cissy me miraban con una pequeña sonrisa.

-Muchas gracias, Molly. Me va a ser muy útil -digo feliz.

Iba a subir a mi habitación para dejar el regalo pero me pararon antes mis padres.

-¿No prefieres dejarlo en la habitación de ahí? -dice mi padre señalando la habitación de al lado de la escalera.

-¿Por qué iba a preferir dejarlo ahí a dejarlo en mi habitación? -digo obvia causando la risa de los asistentes.

-Haz lo que ha dicho tu padre -dice mi madre divertida también.

-Pero no entiendo... -iba a reprochar pero decidí que era mejor no discutir ahora-. Está bien.

Me encogí de hombros y fui hacia la habitación que me habían dicho. Abrí la puerta y encendí la luz. No podía creerme lo que estaba viendo. La habitación estaba llena de regalos.

-¡Sorpresa! -gritan todos detrás mía.

-Pe-pero -digo sorprendida.

-Son tus regalos -dice Pansy apareciendo a mi lado.

-¿Los abres tú o los abro yo? -dice Jonas divertido.

-¡Yo! -digo emocionada. No hay cosa que me guste más que abrir regalos.

-¡El mío primero! -gritan Arizona y su padre a la vez cada uno sujetando un regalo diferente.

Se miran entre ellos un breve momento para después estallar en carcajadas.

Finalmente abro el de Arizona. Me siento en el suelo en el centro de la habitación para que los demás puedan entrar dentro y empiezo a romper el papel del regalo.

Una vez eliminado el papel veo un hermoso marco plateado en el que reposa una foto de cuando íbamos juntas a Beauxbatons. En ella salíamos las dos haciendo tonterías.