Melody ¿Krum?

Capítulo 47

-Adelante -digo dejando el cuaderno a un lado de la cama.

La puerta se abre dejando ver al rubio, el cual ya se había puesto su pijama.

-Hola -dice en un pequeño susurro.

-Huolap -respondo divertida.

Le indico que se siente junto a mí en la cama y él lo hace enseguida.

-Quería hablar contigo sobre algo que dijiste cuando volviste del Ministerio -dice cabizbajo.

-Ese día dije muchas cosas. Tengo la mala costumbre de hablar, ya sabes -digo divertida acostándome.

Lo oigo suspirar y se acuesta a mi lado mirándome.

-Lo de que no querías saber nada de mí ni de mi familia y que mi padre era mortífago -suelta a trompicones.

Yo me quedo callada. No había vuelto a pensar en Lucius Malfoy desde ese día. Ni tampoco en la conversación que tuve con Harry sobre cuál sería el futuro de Draco.

-Sabes que nunca te haría daño, ¿verdad? -dice mirándome.

-Ya me lo has hecho -susurro sin mirarlo a la cara.

Él se mueve a mi lado y me abraza.

-Y no sabes cuánto me odio por ello -dice contra mi cabeza para después dejar un beso en ella.

-Draco no quiero que seas uno de ellos -confieso abrazándolo con fuerza y mojando su camiseta con mis lágrimas.

-Sabes que no tengo elección -dice en un susurro.

Yo levanto la mirada encontrándome con sus ojos plata aguados. Extiendo mi brazo y le acaricio la mejilla a la vez que él junta nuestras frentes.

-Si no lo hago mi familia morirá -dice cerrando los ojos, sin ser capaz de mirarme y añade-, tú morirás.

Suspiro y cierro los ojos también.

-¿Cuando? -digo con la voz entrecortada.

-Este verano -susurra-. Mi madre me ha enviado una carta. Es a modo de venganza por el fracaso de mi padre.

-Lo siento -digo separándome de él y enterrando mi cara en mi almohada-. Debería haber parado a Harry.

-No ha sido tu culpa -dice acariciándome el pelo dulcemente-. De todas formas iba a pasar tarde o temprano.

Giro sobre mi misma quedando sobre el lateral de mi cuerpo y cojo su brazo izquierdo. Lo giro hacia arriba y comienzo a trazar líneas invisibles con mis dedos.

Él simplemente se limita a observarme.

-Lo siento -digo finalmente sin atreverme a mirarlo a la cara-. Siento lo que ha pasado hoy en Hogsmeade, y siento lo que te dije el otro día sobre que no quería saber nada de ti.

-No lo sientas -dice él y tristemente añade-. Al fin y al cabo estarás mejor si no te acercas a mí a partir de ahora.

Yo lo miro alarmada rápidamente.

Él me dedica una sonrisa triste y yo lo cojo de la nuca y lo acerco a mí, cuando estamos lo suficientemente cerca le digo alterada.

-No digas eso, jamás.

Él me pone encima suya y me abraza escondiendo su cara en mi cuello. Yo hago lo mismo, le acaricio el pelo con mis manos y lo escucho suspirar.

-Debería irme -anuncia sin moverse un ápice.

-No lo hagas -digo apretándolo más contra mi-. No me dejes.

-Está bien -dice contra mi cuello y siento como sonríe contra él.