Capítulo 23

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Así pasaron 3 días, y Dumbledore y Snape no salieron en ningún momento de la enfermería, tampoco dejaron entrar a nadie.

Víktor estuvo apoyado en la puerta en todo momento, esperando para poder verla. Él se culpaba de lo que le había pasado. Debería haber estado con ella y protegerla. Pero él no estuvo cuando ella lo necesitó, y eso le estaba matando.

Blaise se pasaba la mayor parte del día con Víktor, intentando que dejase de culparse. Tras el segundo día dejo de intentarlo, solo se quedó a su lado en silencio. Por las noches iba con Draco y Jonas ocupaba su lugar con Víktor.

Draco se pasó los dos primeros días llorando sin parar, después solo vagaba por los pasillos como si estuviera muerto. Y así era, o al menos así lo sentía él. Se sentía muerto por dentro. Ya no le quedaba nada por lo que vivir, por lo que luchar. Solo se mantenía con vida por su madre. No podía hacerle eso a ella.

Los padres adoptivos de Melody habían sido avisados y llegaron el mismo día de la prueba, pero tampoco les dejaron verla. Ambos estaban devastados tras la noticia. No podían explicarse como Dumbledore había permitido que asesinaran a su pequeña. La que peor estaba era Nataksha. Habían asesinado a su hija, a quién había cuidado desde bebé y la había amado como si fuese suya, aunque en cierto modo lo era, y ver como estaba Víktor por su muerte le había afectado mucho también. Su esposo, Borislav, estaba muy preocupado por ella.

Finalmente, al 4° día Snape salió a dar clase.

La clase estaba llegando a su fin.

-Joven Malfoy, necesito hablar con usted, quédese después de clase- dijo Snape con su tono de voz de indiferencia.

-Sí, señor- dijo Malfoy.

Todos se habían ido ya de clase y solo estaban Draco Malfoy y Severus Snape.

-¿Qué quería profesor?- dijo Draco.

-Necesito que me diga que sentía hacia Melody Potter- dijo Snape dejando a Draco boquiabierto.

-Yo... yo...- dijo Draco incapaz de completar una frase.

-Le ruego que no me mienta, porque me vería obligado a usar veritaserum- dijo sin vacilar Snape.

-Profesor, ella es y será mi único amor. Yo la amo, la amaba- dijo el joven con los ojos cristalizados.

-Me alegra oírlo- dijo Snape dejando a Draco muy confundido-. Venga conmigo, rápido.

Así lo guió hasta la enfermería donde se encontraba Víktor en la puerta.

-¡Dejeme entrar! Por favor -suplicó Víktor.

-Lo siento, Krum -comenzó Snape-, pero me temo que aun no podrá entrar. Cuando salga el joven Malfoy podrá acceder a la enfermería.

-¿Qué? ¡¿Cómo?! -gritó Víktor enfadado y llorando de la impotencia- Soy su hermano, debería poder entrar antes que él. Él... Él...

-Lo siento -dijo Draco entrando a la enfermería.

Allí estaba Melody en una camilla. Draco corrió hacia ella y la abrazó.

-Melody -susurró Draco llorando mientras acariciaba su fría mejilla.

-Draco, bésala- dijo Dumbledore- tenemos una teoría y creemos que podría despertar así.

Draco no se lo pensó 2 veces y la beso. Estaba fría como el hielo pero poco a poco su temperatura se volvió normal, se empezó a oír el débil latido de su corazón y paso de estar blanca a un tono más normal.

NARRA Mel

Estaba rodeada de una espesa oscuridad. Llevaba lo que parecían días en una especie de limbo cuando, de repente, aparece ante mi una luz que se va intensificando poco a poco tomando la forma de la enfermería.

En ésta estaba Dumbledore con una gran sonrisa, al igual que Snape.

A mi lado estaba Draco tapándose la boca con una mano, llorando y mirándome fijamente.

-Draco, ¿qué te pasa? -le pregunto preocupada al notarlo mas delgado, pálido y con más ojeras de lo normal.

-¡Mel! -grita abalanzándose sobre mi para abrazarme.

-Bueno -comienza Dumbledore-, nosotros les dejamos solos. Señor Malfoy, confío en que le cuente lo sucedido. Luego volveremos y terminaremos de explicaros lo que ha pasado junto con los demás.

Y se fueron dejándome muy confusa.

-Draco -le dije mirándolo y limpiándole las lágrimas que aún le caían-, ¿qué ha pasado?

-Estabas... Estabas muerta, Mel -dice acariciando mi mejilla.

-¿Qué? No, no es posible. Yo estoy viva -dije negando con la cabeza.

-No -dice Draco seguro-. Estabas muerta y Dumbledore me dijo... Me dijo que... -dijo juntando su frente con la mía sin ser capaz de terminar.

-¿Qué te dijo?

-Me dijo que si hacia algo te podría salvar -dice sonriendo entre lágrimas-. Y, mírate, estás viva.

-Y, ¿se puede saber que es lo que has hecho para revivirme? -le pregunté sonriéndole y haciéndole hueco en la cama para que se sentara conmigo.

-Pues... hice esto.

Y acto seguido me besó.

Yo le seguí el beso hasta que desgraciadamente nos quedamos sin aire y tuvimos que separarnos.

-Te quiero, Mel. Cuando vi que estabas muerta, yo... yo... -se le quebró la voz y empezaron a salirle algunas lágrimas. Yo se las quité.

-Shh, ya, Draco, estoy bien -dije abrazándolo.

-Yo sentí que me moría también. Tu muerte me estaba desgarrando el alma. Cada día comía menos y era incapaz de dormir sin verte inerte en el suelo. Entonces comprendí todo y supe el tremendo error que había cometido. Te quiero como no he querido a nadie nunca por eso... -hizo una pequeña pausa para tomar aire- ¿te gustaría ser mi novia? -yo ante sus palabras no había podido evitar soltar alguna que otra lágrima de emoción-. No llores. Si no quieres dime que no simplemente -dice sonriéndome y quitando mis lágrimas.

-Sí -susurré-. Sí quiero.

Y le besé. Fue un beso cargado de amor y ternura además de mojado a causa de nuestras lágrimas. El beso fue tomando intensidad por lo que tuvimos que separarnos ya que pronto entraría de nuevo Dumbledore.

Draco tenía una gran sonrisa en el rostro y a pesar de los ojos rojos por haber estado llorando se veía muy feliz.

La puerta se abrió dejando ver a mi familia; Víktor, mamá y papá.

Todos se veían tristes pero cuando me vieron abrieron los ojos por la sorpresa y Víktor corrió hacia mi.

-¡Melody! -gritó llorando tirándose hacia mi para abrazarme.

Yo le devolví el abrazo. Me cogió más fuerte levantándome de la cama.

-Hola -dije todavía abrazada a él. Movía los pies divertida ya que no tocaba el suelo porque Víktor me sujetaba.

-¡Cariño! -dijo mi madre llegando donde estábamos los dos- Víktor, hijo, dejala en el suelo que le vas a hacer daño.

Miré a mi madre y tenia los ojos llorosos.

-Mamá -dije abrazándola y llorando cuando Víktor me soltó.

-Ya está, mi niña, ya ha pasado -dice ella empezando a llorar también.

-¿Para mi no hay abrazo? -dice mi padre con una pequeña sonrisa detrás de nosotras. Fui corriendo y lo abracé.

-¿Qué ha pasado? -le pregunta Víktor a Draco.

Draco se encogió de los hombros feliz al mismo tiempo que Dumbledore entraba con Snape.

-Ya que están todos, les contaré lo que ha pasado.

-Pero... ¿Y Harry? -pregunto-. ¿Está bien?

-Sí. Ahora mismo McGonagall esta buscándolo -dice sonriendo-. Severus, ¿quieres hacer tú los honores?

Melody ¿Krum?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora