Capítulo 98

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- ¡Mel! -grita Tyler desde la barra-. Aquí tienes el pedido de la 5.

Yo asiento y recojo la bandeja para después dirigirme hacia la mesa indicada y dejar sobre esta los dos cafés.

Hacía más de un año desde que Tom había dado conmigo en el bosque y las cosas habían ido mejorando lentamente. Me había ido a vivir indefinidamente con Tom, quien se había convertido en un gran amigo en poco tiempo. Me había ayudado muchísimo desde que lo conocí, empezando por dándome un lugar en donde poder vivir. Me había presentado a su grupo de amigos, el cual no tardó en aceptarme y pasar a ser también mi grupo de amigos, unos muggles muy agradables a los que Tom les había dicho que yo era una amiga de cuando vivía en Londres. De mi vida anterior no sabía nada. Desde que hui no había vuelto a tener noticias del mundo mágico. Aún había noches en las que me despertaba gritando y llorando, horrorizada y desolada por la guerra y las pérdidas, pero cada vez era menos frecuente. Las primeras semanas sin duda habían sido las peores, también fueron las que me unieron más a Tom. Ambos pasábamos gran parte de la noche despiertos viendo alguna película o serie en su portátil o hablando de cosas triviales, incluso aprendí a jugar a una cosa llamada Xbox. Con el paso del tiempo, nuestra amistad se volvió más fuerte y las pesadillas menos frecuentes. Lo que no quitaba que cada día pensara en ellos. Nadie sabía nada, cierto al menos, de mi pasado. A Tom le había contado pequeños fragmentos pero seguía sin saber toda la verdad, y dudaba que algún día tuviera la suficiente fuerza de contársela.

Todavía me dolía el haberlos abandonado pero sabía que había sido lo mejor. No podía quedarme allí sin Víktor, con el recordatorio constante de que estaba viva y él no. Necesitaba poder superar su muerte primero y allí solo habría conseguido ahogarme con los recuerdos y las constantes atenciones.

- ¿Qué tal vais por aquí? -escucho decir a Tom.

Me giro y lo veo en la entrada junto con Clary. Ella era una de las muggles que había conocido. Era una chica de mí misma altura y edad, con los cabellos largos rubios rizados enmarañados en su cabeza siempre. Ella y yo rápidamente congeniamos cuando nos conocimos, tenía un gran sentido del humor y le encantaba dibujar. Muchas veces ella venía a casa a dormir o yo iba a la suya; se podría decir que era mi mejor amiga. Había perdido la cuenta de las veces que Tom se había encerrado en la habitación cansado de usarlo siempre como modelo.

-Hemos venido a daros más trabajo -admite Clary divertida.

-Mi turno está a punto de acabar -les informo sonriéndoles-. Sentaos en la mesa y ahora os traigo lo de siempre.

Ambos asienten y yo vuelvo con Tyler. Era el hijo del dueño del bar y fue quien me consiguió el trabajo ya que Clary y él eran íntimos. Era un chico muy agradable, no podía decir lo mismo de su novio William. Este último, gracias a Merlín, no solía juntarse con nosotros.

-Marchando dos batidos de fresa y vainilla -dice Tyler que había saludado a nuestros amigos con la mano para después ponerse a preparar su pedido.

Yo miro mi reloj, faltaban 10 minutos para que mi turno finalizara y mi intención había sido la de ir a comprarle un regalo a Tom, ya que dentro de una semana sería su cumpleaños.

-Creo que te han chafado el plan -dice Jonathan apareciendo a mi lado-. He intentado evitar que vinieran hoy, pero...

-Tranquilo -digo sonriéndole-. Ya iré mañana a mirar algo. Gracias de todas formas.

Él asiente y se sienta con Clary y Tom. Jonathan era el más reservado. Me caía bien. Sabía respetar la privacidad de los demás y por eso era fácil confiar en él. A él, a diferencia de al resto, lo había conocido al ir a hacer la compra un mes después de despertarme en casa de Tom. Me había ayudado a llevar la compra a casa y había dado la casualidad de que Tom y él eran amigos.

Recojo un par de cafés vacíos que había en una mesa y me dirijo a la barra para ayudar a Tyler con los batidos.

-Siéntate si quieres con ellos -me dice Tyler-. Ahora cuando llegue Mark iré yo también.

Mark, el hermano mayor de Tyler. Trabajaba con nosotros también en el bar aunque rara vez coincidíamos con los horarios. Tenía el mismo pelo negro como el carbón de Tyler, pero era mucho más musculoso que su hermano pequeño. Tyler era más delgado y alto que Mark.

-Bueno, llevaré de paso los batidos -digo cogiendo los 5 batidos que había preparado ya Tyler, era increíblemente rápido.

-Megan viene de camino -dice Tom leyendo el grupo de WhatsApp-. Oh, gracias. Me estaba muriendo de sed.

Tom coge rápidamente su batido de vainilla y se bebe la mitad de un trago.

-Eres tan exagerado -digo riéndome y sentándome al lado de Jonathan, frente a Tom.

Clary también coge el suyo y le da un trago.

-La verdad es que hace un día anormalmente caluroso -comenta Jonathan.

-Dímelo a mi -digo suspirando y dándole un largo trago al frío batido de chocolate que tenía ante mi-. Llevo todo el día con el uniforme negro.

-Hola -dice Megan llegando y ocupando una de las sillas de los laterales-. Casi salgo de mi casa, mi madre me ha puesto a buscar una jarra que creía perdida hasta que ha recordado que se rompió el verano pasado.

Nosotros nos reímos.

-Por lo menos ha llegado a acordarse -comenta Clary riéndose.

Megan era la más basta del grupo. Cuando hablaba parecía no tener filtro. Me recordaba ligeramente a Arizona en eso, cualquier cosa que le pasara por la cabeza, la soltaba sin pararse a pensar primero. A pesar de eso, era una persona muy amable y cariñosa. Siempre estaba abrazando a cualquiera.

Ella, Jonathan y Tyler habían nacido y crecido en el pueblo de Carlisle, en cambio Tom hacia cosa de cinco años que se había mudado desde Londres. Clary era de Orleans, una ciudad de Francia. Siempre nos decía que un día nos llevaría a todos de viaje a su ciudad natal. Llevaba 8 años viviendo en Carlisle con sus padres y su hermano Pablo, al cual había conocido anteriormente y era una versión de su hermana en chico. Como su familia aún vivía allí, volvían todos los años de visita.

Tom no había vuelto a Londres y la verdad es que nadie sabía por qué.

-Tierra llamando a Melody -dice Tyler zarandeando la mano frente a mi cara. Yo parpadeo saliendo de mi trance.

- ¿En qué planeta estabas? -dice Megan riéndose.

-Ni idea -susurro negando con la cabeza.

- ¿Qué habéis pensado para este verano? -dice Jonathan cambiando de tema. Tenía esa habilidad, la de saber cuándo alguien no quería hablar de algo.

-Podríamos hacer ese viaje del que hablamos cada año pero que al final nunca hacemos -dice Tyler dándole un trago a su batido.

-Preferiría hacer desde el principio el plan que vayamos a hacer, no tirarme dos semanas seguidas planeando el viaje perfecto para que luego lo tiréis por tierra -dice Tom alzando una ceja.

-La verdad es que yo también lo prefiero -comenta Clary encogiéndose de hombros.

- ¿Y qué tal si vamos de acampada al bosque? -sugiere Jonathan.

Yo arrugo la nariz.

-No me gustan los insectos -digo con una mueca.

-Ni a mi acampar -secunda Tyler.

-Oh, por el amor de dios -se queja Megan-. Que poco espíritu aventurero tenéis.

- ¿Y por qué no vamos al parque que han abierto a las afueras? -dice Tom-. Tiene pinta de estar bien. Hay atracciones de todo tipo.

-Esa idea sí me gusta -le concedo bebiendo de mi batido.

-A mí también -dice Jonathan sonriendo.

- ¿Alguien tiene alguna queja? -dice Tom para después beberse lo poco que le quedaba en la copa. Nadie dijo nada-. Pues ya tenemos plan.

Melody ¿Krum?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora