Capítulo 33

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-¿¡Se puede saber que hacías tú en el Ejército de Dumbledore!? -gritó un muy enfadado Draco cuando me vio entrar en la sala común. Yo volvía del castigo que nos había impuesto Umbridge por haber formado un club clandestino para practicar hechizos, por lo que estaba bastante irritada.

-¡A ti que más te da! -le grité yo.

-¡Que me contestes!

-¡Practicaba hechizos ya que donde los tenemos que practicar no nos dejan! -le grité de nuevo harta ya de todo-. ¿Y tú qué diablos haces en la Brigada Inquisitorial?¡Me juraste que no formarías parte!

-¡Hacer que se cumplan las normas de Hogwarts! ¡Y tú lo que haces es incumplirlas! -Draco cada vez se enfadaba más cosa que hacía que yo me cabrease más también.

-¡Son normas absurdas y lo sabes! De todas formas ya nos han pillado, estamos todos castigados -me levanto la manga de la camisa y le enseño la herida-. Espero que estés contento.

Draco mira la herida fijamente y su cara cambia de enfado a sombría.

-Sí me lo hubieras contado te habría sacado de allí, pero en lugar de eso me has engañado.

-Perdona, ¿qué? -digo perpleja-. ¿Que yo te he engañado? ¿Y tú qué? ¿En algún momento me has dicho que trabajabas para la asquerosa de Umbridge? -él solo me miró serio-. No, en cambio si me juraste que no ibas a entrar en la brigada, y mira, aquí estamos. Y que quede claro que no te he pedido ayuda para librarme del castigo. Lo cumpliré y a mucha honra, porque me alegro de haber participado en esto. Haber ayudado a otros a mejorar y a aprender hechizos. Así que si me permites voy a curarme está herida...

-Muy bien -dice serio-. Sí prefieres traicionar a tu casa. A tus amigos y a mi sigue así.

-¡Pues muy bien! -grité dolida y al borde del llanto-. Sí para ti traicionar a mis amigos, a ti y a la casa de Slytherin es ayudar a otros lo seguiré haciendo. Pero aléjate de mí. No quiero más problemas.

Y me fui a mi habitación dejándolo allí. Tras cerrar la puerta de mi habitación las lágrimas comenzaron a caer una tras otra.

Aún no podía procesar todo lo que acababa de pasar. Tras formar junto con Harry, Hermione y Ron el ejército sabíamos que podía ocurrir en cualquier momento. Pero habíamos tomado tantas precauciones para no ser descubiertos…

Aun así, Umbridge nos había pillado y había castigado a los "líderes" del Ejército de Dumbledore. Osea a Harry y a mí. Y todo por culpa de Marietta Edgecombe, que había dado el chivatazo. Pero todo tenía sus consecuencias y en su frente se podía leer la palabra Soplón. Por su culpa Draco había descubierto que le había ocultado que yo formaba parte de él, que era una de sus creadores.

Pero no solo mis secretos habían salido a la luz, también lo habían hecho las mentiras de Draco. No entendía como me había podido traicionar de esa manera. Él me juró que se mantendría al margen, que no se presentaría para ser un miembro de la Brigada formada por Umbridge. Y yo le creí.

Y entre toda la confusión e ira que habían ocasionado nuestras mentiras, Draco y yo habíamos roto.

Solo el atroz dolor en mi brazo me decía que lo que acababa de pasar era verdad. Que nuestra relación había llegado a su fin.

Continúe llorando sentada en el suelo, apoyada sobre la puerta hasta que al final me dormí.

Cuando me desperté además de dolerme el brazo me dolía también la espalda por haber dormido ahí y tenía una cara horrible por haber estado llorando.

Me lave la cara y me cambié. Bajé para ir hacia la enfermería ya que el brazo se me había hinchado y recé para no encontrarme con nadie. Pero cuando llegue a la sala común pude ver que estaban Draco, Blaise, Pansy y Theo. Estos tres últimos me miraron sin saber bien qué hacer. Draco ni me miró.

Melody ¿Krum?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora